I La bomba de aparente manufactura casera --"improvisada", la calificó la policía del Distrito Federal-- que estalló antes de tiempo es un sucedido que sugiere varias hipótesis especulativas.
Y esas hipótesis conforman silogismos que se nutren de las premisas siguientes:
Una, el artefacto estalló precisamente el día de pago quincenal, causal, en su turno, de gran congestión vehicular y peatonal en la red capilar del primer cuadro céntrico de la urbe.
Y, otra, el estallido ocurrió en los límites de la denominada "zona rosa", en la concurridísima avenida Chapultepec, a pocos pasos de la sede de la Secretaría de Seguridad Pública del gobierno del DF.
La concatenación de esas premisas arroja un silogismo conturbador: se premeditó que el estallido ocurriese en una parte del DF de gran visibilidad, asegurándose así espectacularidad y dramatismo.
El dramatismo se representaría en que habría muchas víctimas --inocentes todas-- y destrucción, para aterrorizar a la población capitalina y, ergo, del país mismo.
Como daño colateral muy visible y además enorme --muertos, heridos y destrucción de bienes materiales-- y causal de terror colectivo en el DF, el costo para el perpetrador sería su propia vida.
II Es decir, el artefacto no estaba diseñado para detonar como bomba de tiempo, hasta donde sábese si nos atenemos a lo difundido por el gobierno del DF. ¿El perpetrador era acaso un suicida?
Pensaríase que no, no obstante que según la autopsia el perpetrador había consumido cocaína (aunque no alcohol) para darse valor a sí mismo al llevar consigo una bomba y ponerla en un sitio dado.
Estos componentes devienen en la hipótesis de que se trataba de darle muerte segura por bombazo al alto jefe de la Policía del DF ya aludido aunque cuyo nombre ignórase a ciencia cierta.
Empero, esa hipótesis no resiste el cotejo metodológico, el cual incorporaría otros componentes adicionales, agentes y/o elementos vectores, pues aquella conjetura ofrece un motivo superficial.
En efecto, ésta suposición o hipótesis establece como motivo principal el objetivo aparente de adsesinar a un alto jefe policiaco. Sí, pero ¿por qué? La respuesta cabal configuraría el móvil real.
Por ello, el móvil discernido por el gobierno del DF antójase endeble. ¿Por qué querríase asesinar con una bomba al alto jefe policiaco no identificado? ¿Por motivos políticos? ¿Venganza? ¿Castigo?
III Por supuesto, no descártase que el propio gobierno del DF guárdase para sí, por razones obvias, detalles reveladores del caso que pudieran confirmar el discernimiento del móvil real.
Tal vez el perpetrador --que todavía tiene la calidad de presunto-- fue también víctima y quizá no sabía siquiera que llevaba consigo una bomba que programada para estallar antes de tiempo.
Y es posible --sólo posible-- que hubiese sido contratado sólo para llevar consigo la bomba sin saber qué era lo que portaba y era, por tanto, ajeno al objetivo de dicha operación.
Dada la concatenación dialéctica de la hipótesis, también es posible que la autoría intelectual es ajena al portador fallecido --presunto perpetrador-- y nos retorna al punto de partida: ¿Quién y por qué?
Pero ésto nos lleva a otro estadio hipotético, el de hacer estallar una bomba con fines ulteriores, los de crear un clima de terror para inducir, así, a los legisladores a aprobar la "Ley Gestapo".
Si dicha hipótesis --la sospecha-- pudiere ser corroborada, descubrir la autoría intelectual y los motivos reales sería camino pavimentado, aunque no fuese en línea recta. Aclararía muchas otras cosas.
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Hipótesis: suposición o afirmación no demostrada a partir de las cuales se extrae una conclusión.