I
Según algunos gobernadores, existen en los estados que gobiernan indicios de descontento social que raya, en no pocas ocasiones, en irritación y, en algunos casos, en manifestaciones de pública de protesta organizada.
Empero, esos indicios no parecen preocupantes a esos gobernadores, como tampoco antójanse causales de preocupación las manifestaciones públicas de protesta organizada pues existen vías de avenimiento: el soborno a abanderado y dirigentes.
A otros gobernadores, sin embargo, sí parece preocuparles esos indicios y aunque incurren en la práctica –ciertamente antiquísima—de cohechar a dirigentes sociales, actúan con arreglo a las premisas de que no es problema suyo, sino de sus sucesores.
En efecto. En la reunión más reciente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, realizada en Campeche y suspendida a las pocas horas por el deceso del padre del mandatario anfitrión, el tema fue traído a cuento, pero nunca discutido.
En esa reunión de la Conago se trataría el informe que el secretario del despacho de Hacienda y Crédito Público del Presidente de Facto acerca de la situación que guarda la economía de México y los escenarios prospectivos ante la recesión estadunidense.
II
En charla informal con varios gobernadores, éste escribidor registró algunos contrastes asaz elocuentes:
1) Mientras por un lado ciertos mandatarios desestimaban que la situación económica detonaría el descontento general y eventual inestabilidad social e ingobernabilidad en sus estados, otros sí mostraron preocupación.
2) Y no sólo eso: ciertos mandatarios indicaron, no sin cinismo e insensibilidad, que pronto el descontento general de la sociedad en sus estados respectivos sería un problema "del que viene arreando"; es decir, de quienes les sucedan en el cargo.
3) Al menos dos mandatarios coincidieron en que en sus estados existen mecanismos de control político determinado por prácticas de "convencimiento" y "negociación" con abanderados del descontento social y dirigentes de la protesta pública organizada.
"Hablamos con esos dirigentes", comentó el mandatario de un estado costero del Golfo de México, "y casi siempre llegamos a un precio político que beneficia a todos: a ellos, a sus movimientos y al gobierno. Lo que nos cueste siempre será barato".
El "precio político" es un eufemismo de soborno o cohecho. "Si no aceptan el precio, ya saben que tendrán problemas con el gobierno. Siempre hay formas de convencerlos de una manera u otra", explicaba el citado gobernador.
A ese gobernador, éste escribidor le solicitó, por imperativos de ética periodística, anuencia para identificarlo por nombre en un texto periodístico y se negó rotundamente. "En este desayuno estamos entre amigos", adujo. "No es entrevista, ¿o sí?"
III
Por supuesto. No era una entrevista. El escribidor y varios gobernadores –políticos conocidos de aquél-- habían coincidido en el comedor de un hotel campechano. El tema de conversación no era el de los problemas del país, sino su próxima reunión.
Ésta se realizará el 28 del mes corriente, allá mismo, en Campeche. Pero en ese momento todos estaban concentrados en el retorno a sus estados y aprovechar "políticamente" el fin de semana. Uno de ellos habló de viajar a Houston, Texas.
Otro gobernador, molesto, se levantó. "Me espera mi avión", se disculpó. Al mandatario costeño se le preguntó, en la misma vena informal y privada de la charla, acerca de si modificaría la forma de organización económica prevaleciente en su estado.
"¿Por qué querría cambiarlo si así está bien en lo que cabe? Yo no voy a promover una economía comunista o socialista, pues yo soy un priísta convencido del capitalismo y el mercado, y esí es nuestro país. Hablar de cambiar eso es irresponsabilidad".
Añadió, con risa: "Imagínate, si yo quisiera en mi estado una economía socialista, no encajaría con el resto del país. Ya ves, allì tienes a Amalia (García, gobernadora de Zacatecas), muy comunista y, ya vez, no quiere que su estado sea comunista".
Ese gobernador –de humilde origen socioeconómico y sociocultural—concluyó, pontificante: "De todos modos habría desigualdad e injusticia. Pobreza siempre la ha habido y siempre la habrá. Es destino que hayan ricos y pobres, fuertes y débiles".
ffponte@gmail.com Glosario:
Arreando: del verbo arrear. Se aplica a alentar u obligar a una
Eufemismo: