I
Mientras usted lee este texto, caro leyente, el Estado mexicano --y su gobierno-- reprimen con el Ejército, la Marina Armada y la Policía Federal Preventiva al pueblo oaxaqueño para "retomar" --o "recuperar"-- Oaxaca y "devolvérsela" al gobernador Ulises Ruiz Ortiz.
La represión, en realidad, tiene otros móviles: los de "resolver" por la fuerza problemas que devienen de opresión histórica del pueblo por gobernantes sin representatividad social y se erigen en sátrapas corruptos, venales, ineptos y arbitrarios.
No huelga reiterar que la historia demuestra una y otra vez, con terquedad que no se antoja ociosa, que la represión no es la vía para salirle al paso al descontento popular y al resentimiento secuencial y acallar demandas conocidas de poner fin a injusticias de sátrapas.
Y no sólo eso. Esos sátrapas agreden a su propio pueblo. La agresión no es sólo deontológica --moral y ética--, sino también física. Aterrorizan. Y represalian al pueblo que demanda un cambio de gobierno y de gobernantes. Ese es el contexto actual en Oaxaca.
En el caso específico de Oaxaca, el sátrapa tiene el apoyo del Estado mexicano mismo y de su gobierno para reprimir la insurrección popular. La represión ha tenido y continuará teniendo víctimas inocentes. Esto nos lleva a Bradley, Brad, Will.
El último video que Brad realizó fue el de su propia muerte, ocurrida en Oaxaca el viernes 27 del mes que corre. Una bala disparada por un matón a sueldo del gobernador Ruiz Ortiz le atravesó el pecho, cerca del corazón.
Ese mismo día, en otros sitios en Oaxaca, tres personas más cayeron abatidos por las balas de los esbirros del gobernador Ruiz, que atacaron seis veces al pueblo oaxaqueño que se opone a que un sociópata corrupto y venal expoliándolo impunemente.
II
El documentalista estadunidense cayó en el cumplimiento de su deber laboral. Acopiaba materiales para documentales para Indymedia y Telesur, que lo exhibirían a audiencias en nuestra América indo, afro e ibérica y, desde luego, en Estados Unidos.
El video ha sido difundido ampliamente por Internet --en el blog o bitácora El Sendero del Peje (
http://elsenderodelpeje.blogspot.com)-- y verlo causa espeluzno. Despierta la conciencia a sacudidas. La enciende y la incendia. Hace caer a quienes lo ven en rabia e ira.
Estas emociones tan poderosas son indicio de que un proceso de catálisis se está dando en la psique individual que, inexorablemente, concurrirá, convergente, en la psique colectiva. Lo registrado por Brad es la realidad brutal, desgarradora, de la represión.
Exhibido desde el domingo 29 en El Sendero, ese documento gráfico consigna al detalle los incidentes de ese ataque artero cometido por pistoleros que disparaban a diestra y siniestra a blancos indemnes --hombres, mujeres y niños-- del pueblo oaxaqueño.
Una mujer del pueblo explica, alterada, ante la cámara de Brad señala que los atacantes son pistoleros del gobernador Ruiz, que les paga 300 pesos diarios para aterrorizar a la población disparando al azar --indiscriminadamente-- a grupos de transeúntes y vecinos.
--Nosotros --dice la mujer-- no somos maestros. Somos pueblo. Queremos que el gobernador renuncie. Irse.
Otra persona --también registrado fedatariamente por la cámara de Brad-- denuncia a grupos porriles de la Universidad Autónoma de Oaxaca como los que desatan este terror en la población. Y coincide con la mujer: están a sueldo del gobernador.
El video registra, no sin dramatismo, otros incidentes del ataque contra la población.
--"¡At random!" --gritaba una y otra vez Brad.
III
"¡Random, random!", escuchábase de sus labios, alertando desesperadamente a los demás de que una bala perdida podría tocarles. La bala le tocó a él.
Menciónese que el vocablo inglés random significa aleatorio, al azar, a todo, indiscriminadamente. Los demás entendieron pronto el significado de la palabra que angustiosamente pronunciaba Brad.
Además de desesperación, adviértese frustración en la voz de Brad, tal vez porque su vocabulario castellano, no obstante que era amplio, no hallaba en ese momento el equivalente para avisar a los demás. El ataque culmina cuando el estadunidense cayó, se desplomó.
La cámara de video cayó su lado, registrando, sin detenerse, escenas del ataque. Gente corriente. Gritando. Guareciéndose de los balazos que provenían desde distintos puntos de posición de los tiradores, ocultos y agazapados.
El material filmado tiene un valor histórico enorme, además de político y, desde luego, jurídico, aunque, a nuestro ver, difícilmente la autoridad competente deslindará responsabilidad en los asesinatos de Brad y tres oaxaqueños, uno de ellos el maestro Emilio Alonso Fabián.
Estas víctimas se suman a otras seis cuyas muertes ocurrieron a resultas de la violencia intimidatoria --terrorista-- desatada por el gobernador Ruiz Ortiz en el decurso de los 163 días de movilización social de descontento y resistencia contra su administración.
Las vidas sacrificadas --de oaxaqueños y de Brad-- por los desmanes represivos del poder son un costo emocional y psicológico altísimo no sólo para el pueblo oaxaqueño, sino que, en lo político, resulta un precio impagable para el poder.
Ese costo político para el poder --más allá del sexenio de Vicente Fox-- tiene el atributo de crecer. El poder tendrá que pagar políticamente más y más: situarse al lado de la represión y deslegitimarse no sólo históricamente, sino en lo actual. No podrá gobernar.
ffernandezp@prodigy.net.mx
Glosario:
Deontológica: de deontología. Ciencia o tratado de los deberes.
Esbirro: oficial inferior de justicia. Secuaz a sueldo o movido por interés.
Fedatario: que da fe.
Sátrapa: hombre sagaz, que sabe gobernarse con astucia e inteligencia, o que gobierna despóticamente.