I A aquellos mexicanos que han desarrollado una conciencia política y social valorativamente crítica de ciertos sucedidos y hechos que devienen del ejercicio de simulación del poder formal --adlátere del poder fáctico o real-- les conturba lo siguiente:
1) Las políticas de gobierno --que no de Estado-- en materia económica y social son sugeridas o francamente diseñadas desde el meollo vero de la metrópoli imperial --Estados Unidos-- y aplicadas sin pudor histórico por la autoridad local.
2) Esas políticas se sustentan sobre una base gruesa de imperativos estratégicos de los intereses creados del poder real, el de los grandes consorcios trasnacionales estadunidenses cuya herramienta de influencia es el Estado estadunidense.
3) Por extensión, esos consorcios trasnacionales, si bien tienen por sede operativa y cultural a un país dado --en el caso, EU--, en realidad carecen de una ciudadanía propiamente dicha y utilizan a varios Estados poderosos, como los de Europa.
II En México, esos consorcios trasnacionales utilizan como arietes a ciertos agentes de influencia, con gran capacidad de presión coactiva, tales como esos Estados poderosos que, en el caso de México, amén de EU, están los de España y otros países.
Así es en México. Los consorcios trasnacionales de EU, ibéricos, ingleses, alemanes, franceses, japoneses, chinos, etcétera, han sustituido para todos los efectos prácticos al Estado mexicano en rectoría, planificación y alcance regulatorio.
Pero todos los consorcios trasnacionales reconocen una realidad insoslayable: la de México es hinterlad de EU --patio trasero, pues-- y que tal verismo se percibe como un hecho factual indiscutido, el de que somo un país anexado.
Anexado a EU bajo modalidades inéditas, sofisteras y refinadas --informales jurídicamente, pero reales en lo socio y geopolítico-- que, pese a esas peculiaridades morfológicas, tienen un fondo brutal de dominio hegemónico. De sometiiento.
III Esas modalidades inéditas de dominación hegemónica acusan perversidad; no se manifiestan como accidente de la historia --que los hay, desde luego--, sino como un zarpazo rapiñesco largamente concebido en los cenáculos de perfidias del Imperio.
La perversidad aquí aludida consiste, precisamente, en que las modalidades de dominación imperial son una admixtión aviesa casi inasible a una definición epistémica. Esas modalidades son un conjunto multiforme ede convenciones de hecho.
Sin duda. Exhiben índole variopinta, pero concurrente de figuras de la dialéctica abrumadora e inextricable de la geopolítica: anexión, protectorado, Estado libre asociado bajo guisas --disfraces carnavalescos de falsa alegría-- y socaliñas.
¿Y cuáles son los hechos y sucedidos que inducen con porfiada turbación a mentes esclarecidas y, ergo, liberadas de no pocos mexicanos a ver esa realidad de anexión de facto de México? Razonemos. Inquirámosnos. Pero ya hablaremos de ello mañana.
ffponte@gmail.com Glosario:
Adlátere: subordinado.
Admixtión: mezcla.
Anexión: acción de anexar. Incorporar. Agregar. Incluir. En ciencoa polìticsa se refiere a la incoporación de un Estado o sus territorios y riquezas patrimoniales a otro.
Estado Libre Asociado: figura jurìdico-polìtica de la asociación de un Estado a otro.
Ejemplo clàsico de esta figura es Puerto Rico, asociado "libremente" a EU, pero el realidad dominado por éste e integrado a su economía y soberanìa territorial dada la privilegiada ubicación geográfica de esa isla, antigua colonia española.
Morfológicas: relativo o perteneciente a la forma.
Perfidia: desleal, infiel, traidor.
Poder real: eufemismo para describir al poder del gran capital, el del dinero de los consorcios trasnacionales.
Protectorado: dominio de un Estado sobre otro cuyo gobierno, si bien es local, responde a los intereses del Estado protector. Rapiñesco: de rapiña.