I Uno de los sucedidos societales de trascendecia política mayor en años recientes en la relación México-Estados Unidos (o Norte-Sur u opresores-oprimidos) es la creación del Parlamento de Emigrantes e Imigrantes.
Ese sucedido fue registrado históricamente el 17 de noviembre de 2007 y su trascendencia asiéntase sobre pilares de una toma de conciencia, la de salirle al paso a una cultura de la derrota.
Enfrentar y superar esa cultura de la derrota está subyacente en el documento de propuesta de la constitución del Parlamento, en el cual se planteó, además, actuar en un marco político institucional.
Esa propuesta se inspiró en la realidad, sus componentes y la propia dialéctica de éstos y de aquella, así como las condiciones económicas, políticas, sociales y culturales prevalecientes.
Promotor, entre otros, de esa iniciativa fue el legislador José Jacques Medina. Su papel fue crucial por su investidura de miembro del Poder Legislativo méxicano para efectos de institucionalización.
La cultura de la derrota tiene raíces de psicología social muy profundas y existen propuestas que la describen como inducida por el uso taimado y estratégico de los medios de control social.
II Ese uso es realizado por el poder formal y los poderes fácticos en México, Estados Unidos y, no se diga, en los países situados en los dominios de la opresión económica y política, los países del Sur.
Antes de abundar el el tema cabría identificar el contexto económico, político y sociocultural dentro del cual ocurre la creación del Parlamento, más allá de la definición de espacio para parlar.
Veamos:
La desigualdad, la injusticia y la iniquidad perversa y egoísta de los poderes formales y fácticos --que están y que son-- son manifestaciones secuenciales con causales muy específicas.
Dicho de otro jaez, la desigualdad económica, la injusticia social y la perfidia metódica --es decir, estratégicamente premeditada-- del poder político y financiero trasnacional son causas y efectos.
Y, a la vez, son también efectos y causas. El objetivo es estratégico: conquistar países (o mercados) conservar y consolidar éstos y expandirlos a como dé lugar y sin escrúpulos morales o éticos.
El poder de grandes consorcios trasnacionales de Estados Unidos y países europeos --Alemania, España, Francia, Inglaterra, Italia principalmente-- y asiáticos (Japón y Sudcorea) es abrumador.
III Esos consorcios conforman una cultura del poder que rebasa la capacidad y el alcance de los Estados nacionales, muchos de los cuales, como el Estado mexicano, son Estados sometidos y, ergo, fallidos.
Ese enorme poder trasnacional utiliza incluso los Estados de sus sedes jurídicas --como, en el caso de México, los Estados estadunidenses y español-- para regir la economía e incluso planificar ésta.
En México, esa es un verismo insoslayable. Es una realidad dramática y, cabría decirlo, espectacular, por su obviedad visible. Se traducen en saqueo cínico --por impune-- del patrimonio nacional.
Esa rectoría política de la economía y potestad planificadora que ejerce el poder de los consorcios trasnacionales en México tiene consecuencias terribles en términos societales.
Esa realidad tiene manifestaciones dolorosas --un dolor que lacera el cuerpo y el espíritu social y moldea aviesamente la psique colectiva-- para todos los pueblos. El pueblo de México no escapa a ello.
Ello ha convertido a muchos páises y pueblos --incluido el de México-- en Estados sometidos o incluso anexados de hecho aunque no de derecho, según una definición geopolítica aceptada.
ffponte@gmail.com Glosario:
Estratégico: de importrancia decisiva para el desarollo de algo.
Medios de control social: en sociología, mecanismos de las clases sociales o grupos en el poder para mantener y reproducir los sistemas económicos y de explotación, a saber: los medios políticos (partidos), los de represión --el Ejército, la policía, etcétera--, los burocráticos y de información.
Psique colectiva: alma humana; e.g., alma social.
Taimado: bellaco, astuto, disimulado y pronto en advertirlo todo.