I Podemos estar de acuerdo o en desacuerdo en mayor o menor grado con Andrés Manuel López Obrador como persona o como político o como abanderado del creciente y, ergo, abrumador, descontento social.
Pero ello no es óbice para describir sus quehaceres y, al través de los prismas del historicismo aplicado, identificar y describir los alcances y secuelas de esos quehaceres.
Y uno de sus quehaceres es el de concientizar, tarea la cual, desde una perspectiva sociológica, es insoslayablemente de pedagogía cívica y política. Educa didácticamente acerca de los derechos.
Véase: el señor López Obrador recorre el país, municipio por municipio, en un un afán que se antoja cuesta arriba para encender las conciencias de millones de mexicanos que le reciben y escuchan.
Hasta ahora, don Andrés, motejado popularmente El Peje, ha estado recorriendo los municpios del sur y sureste de México, entre los que figuran los más pobres del país. Ha visitado unos 800 o casi.
II Y debido al cada vez más obvio bloqueo mediático que sufre este personaje en cuanto a sus actividades y pensamiento respecta, ese recorrido es difundido parcialmente en los ámbitos locales.
Pero siembra en parcela fértil, ya surcada y abonada por la enorme receptividad social a su propia presencia --como mandatario moral de México-- y sus ideas, expresadas con lenguaje sencillo.
A los pobladores de cada municipio don Andrés Manuel les habla --y, a su vez, les escucha-- de los problemas cotidianos que aquellos padecen: pobreza en gradación variopinta, injusticia e iniquidad.
Adviértese hondura en la receptividad de esos auditorios al mensaje del tabasqueño. Adviértese, asimismo, un recogimiento profundo en sus escuchantes. Como si escucharan a un profeta.
Denuncia la desigualdad que deviene de la prevalecencia de una forma de organización económica, política y social ajena a los intereses del pueblo de México y vigente sólo para los ricos.
III Y les plantea soluciones: organizarse dentro de la ley, pacíficamente, para ejercer y reivindicar sus derechos constitucionales, incluyendo el de cambiar la forma de gobierno.
Mas no sólo eso: también les plantea que exijan a quienes eligieron para representarlos --y servirles-- en los poderes Ejecutivo y Legislativo federal y de los estados, así como a sus ediles.
El mensaje de este itinerante parece ser comprendido como lo proclamaban Fernández de Lizardi, Juárez y Martí: los derechos no se dan, se toman, más si están plasmados en la Constitución.
Ese lenguaje tiene un meollo ideológico, político y social incontrovertible: México requiere una transformación urgente y, por lo mismo, imposponible, pues está cayendo por un precipio.
Cierto. México ya está en caída libre por ese precipicio, hacia el abismo, realidad ignorada (o subestimada) por la élite gobernante, entreguista al poder trasnacional y traidora del pueblo.
A la luz de esa realidad social de pobreza como forma de opresión y escamoteo de derechos cívicos y políticos y la indiferencia del poder--, las profecías de don Andrés Manuel podrían confirmarse.
ffponte@gmail.com
Glosario:
Bloqueo mediático: acción deliberada e interesada de ignorar en los medios difusores de noticias la divulgación de actividades y declaraciones de una persona o entidad. Ergo: luego entonces, por lo tanto.
Fernández de Lizardi, José: autor de El Periquillo Sarniento y muchas otras novelas descriptivas y preceptivas acerca de la vida en la Nueva España. Se le considera precursor de la Independencia. Fue perseguido y encarleado. Falleció en 1827.
Obice: obstáculo, barrera, impedimento.
Peje, El: apócope de pejelagarto, pez emblemático de las lagunas de Tabasco, tierra natal de AMLO.
Profecías: juicios o conjeturas que se forman de algo por las señales o indicadores que se observan de ello.