Los Motivos del Voto 2/3
Fausto Fernández Ponte
15 de junio de 2006
I
Por las razones descritas ayer, el voto en blanco o por candidatos no postulados por los partidos políticos --en realidad, mafias del poder-- debiere ser reconocido.
De esa guisa, si votamos a sabiendas de la gran simulación --destino y alcance de nuestro voto--, estaremos creando conciencia del imperativo de refundar al sistema político.
Esa refundación debe ser total, de profundidad cualitativa y amplitud cuantitativa que implique, sin tramoyismos ni perversidades facciosas ni pierrotismos, una innovación.
Una refundación que implique crear una forma de democracia que, a diferencia de la actual, sea auténtica. Ello está al alcance de los votantes, pero no será fácil.
Habrá resistencias recursivas y recurrentes y, en la realidad, éstas ya se dan en modalidades variopintas: los intereses creados del poder se resisten.
Esa resistencia se emblematiza en la descalificación formalista y leguleya de las candidaturas independientes de Jorge Castañeda y Víctor González Torres.
La candidatura del señor Castañeda fue descalificada con arreglo a una exégesis que Cervantes describe, por voz de Sancho Panza, como ministros, letrados o abogados de secano.
II
La misma exégesis tan coloquialmente descrita por el adalid de la picardía caballeresca y las letras castellanas aplícase al señor González Torres, doctor Simi.
Empero, el doctor Simi --un personaje poco común-- continúa realizando su campaña de proselitismo electoral y educando a la ciudadanía acerca del voto no registrado.
La refundación del sistema político sustentaríase sobre el análisis objetivo de la experiencia histórica, para salirle al paso a las monstruosidades de aquél.
Y teniendo presente esas cortedades, defectos y vicios del sistema político actual trataríase de darle representatividad real, moralmente legítima, a los personeros del poder formal.
Ello tendría, por primera consecuencia positiva, el acotamiento de la influencia de los poderes fácticos, que son en realidad los que determinan el rumbo de este país.
¿Y cuáles son esos poderes fácticos? Uno de los mayores es el de los grandes consorcios trasnacionales --de Estados Unidos y España, principalmente-- establecidos aquí.
Otros poderes fácticos también importantes son los que se encuerpan en los intereses creados del Tratado de Libre Comercio de la América del Norte (TLCAN).
El TLCAN es el mecanismo mediante el cual el Estado estadunidense influye, de modo dominante y hegemónico, en el aparato de las decisiones estratégicas del Estado mexicano.
III
Ese dominio se advierte principalmente en materia de economía y finanzas --banca y especulación bursátil-- y en política exterior y, en no poca monta, la política interior.
Esto nos lleva a nuestro sistema político y al proceso electoral corriente --cuyo pináculo será alcanzado el próximo 2 de julio-- y a los términos de la forma de democracia.
Democracia --nos dice Jacques Lacoutoure, a quien este escribidor conoció en 1968 en Vietnam-- tiene muchas formas. "Es tarjeta de visita de todos los gobiernos", afirma.
Y, en efecto. Hasta los gobiernos más dictatoriales se identifican a sí mismos como democracias. En los años de nuestra dictadura perfecta ésta se ostentaba como demócrata.
Y había elecciones, como si éstas fuesen el sello distintivo de todas las formas de democracia, cuya definición clásica --la griega-- es de un gobierno de todos.
Pero esa sui generis la dictadura perfecta tenía por puntos axiales la simulación hipócrita, la corrupción impune y cínica y una intolerancia brutalmente represiva.
Hoy, la dictadura perfecta ha sido formalmente sustituida no por una forma verdadera de democracia, sino por otra falsificación, igualmente corrupta e impune y represiva.
Y es que en esta "nueva" y "verdadera" forma de democracia cuya alegoría es el sexenio de Vicente Fox, los vicios de la dictadura perfecta se han reproducido escandalosamente.
ffernandezp@prodigy.net.mx
Glosario:
Axiales: Ejes.
Exégesis: explicación, interpretación.
Secano: Dícese de tierras áridas o de un bajo arenoso cercano a la costa. La expresión abogado de secano dr trfirtr a un juez que no sirve para ello.