I Cede este escribidor el espacio a la entrega de hoy al caro leyente Miguel Angel Lizama, hombre ilustradísimo y preclaro y usuario de un lenguaje preciso, quien nos hace llegar su parecer.
Y el parecer de nuestro leyente se refiere al tema que se ha abordado aquí desde diversas perspectivas acerca de la reforma del Estado. Este asunto es topical y por tanto de suma actualidad.
Dice don Miguel Angel: "Ante todo, un abrazo efusivo por la alegría de ver que retomas la tecla (ya no la obsolescente pluma). Mis mejores deseos...
"En seguida un punto que, en lo personal, me preocupa: el hecho de que se siga alentando la sinonimia de Estado con Gobierno. Y por una sencilla razón: no son lo mismo. Todos formamos parte del Estado, pero no del Gobierno. El Gobierno es parte del Estado, No el Estado...
"Cierto que el priísmo los hizo sinónimos porque en la realidad todo el Estado --población, territorio y gobierno con sus tres poderes-- se encarnaba en el monarca de turno, llamado titular del Poder Ejecutivo quien era, al mismo tiempo, Jefe de Estado y de Gobierno, dos entidades distintas representadas por una sola persona de poder absoluto. Hay que ver que en las monarquías actuales, ya parlamentarias, el Jefe de Estado (población, territorio y gobierno) es el Rey --o Reina--, mientras el Jefe de Gobierno (que no del Estado) es el Primer Ministro o como se le denomine, dirigente del partido con mayor votación...
II "Por precisión periodística y salud cívica, debemos romper la inercia absolutista y separar al Estado (que se manifiesta volitivamente mediante el voto y activamente mediante el Gobierno con sus tres poderes) del Gobierno, pues éste es el que está regando el tepache con todas sus trapacerías y entreguismo...
"Tú y yo somos parte del Estado, pero no del Gobierno. Por tanto, no nos hemos equivocado en la comunicación con la sociedad --que es parte del Estado--, sino es el Gobierno el que la riega...
"Hay que llamar Estado a todos y Gobierno a los grupos políticos que amafiados detentan el poder para sus fines facciosos".
Hasta allí don Miguel Angel, cuyas precisiones sugieren ciertas reflexiones a este escribidor y, pensamos, también a otros leyentes. Y una reflexión a botepronto acerca del Estado en general.
Caracterizado centralmente por la ordenación y política de la sociedad, el Estado es el régimen de asociación humana y complejo en la historia. Es el último eslabón de una larga cadena.
Y esa cadena es la de las formas organizativas de la sociedad creadas por su instinto gregario. Representa, por ello, la primera forma propiamente política de asociación.
III Pero no son pocos los pensadores aquí y acullá, del pasado y del presente, que tienen del Estado una idea mucho más amplia que la aquí expuesta. Asignan al vocablo la significación de sociedad política.
Ello implica un elemento o componente que muéstrase esencial al concepto de Estado: la relación permanente --estable-- entre la comunidad humana y el territorio.
Así, desde el punto de vista de uno de esos pensadores --el ecuatoriano Rodrigo Borja-- ni la polis griega ni la civitas romana ni el regnum medieval u otras formas de asociación humana fueron Estados.
Y tal vez no le falte razón al señor Borja: el Estado, como fenómeno histórico, emergió al mismo tiempo que el concepto de soberanía y otros elementos identificadores.
Mas es el concepto de soberanía el que se exhibe como eje en la definición de Estado, además de su peculiaridad de sociedad política totalizadora, según lo entiende Rawls.
Cierto. Un individuo no puede salirse del Estado o aislarse de él, en el sentido de que encuentra cabida para todos los propósitos importantes de su vida, fueren éstos físico, espirituales o morales.
Pero el Estado sufre distorsiones, a veces aberrantes, como es el caso en México. El Estado mexicano ha sufrido esa metamorfosis --que a muchos paréceles monstruosa, por antisocial-- como lo vemos hoy.
La sociología marxista le da una explicación a ello: el Estado es la expresión política de poder de una capa o de una clase o de un bloque de clases o estratos; es decir, a una élite.
Predeciblemente --con arreglo a la lógica dialéctica--, la conducta de un Estado así conformado, clasista, responde a esta última naturaleza. En el caso, ello es más que obvio.
Glosario:
Sinonimia: Circunstancia de ser sinónimo dos o más vocablos.
Trapacerías: Artificio engañoso e ilícito con que se perjudica y defrauda a una persona en alguna compra, venta o cambio. Fraude, engaño.
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