I
¿Cuáles son los motivos verdaderos del Presidente George W. Bush de construir un muro de 600 kilómetros y desplegar tropas a lo largo de la frontera estadunidense con México?
Por supuesto que el motivo formal --el oficial, pues-- es el de asegurarse de que ningún extranjero indocumentado cruce la frontera e ingrese a territorio estadunidense.
Señálese que del 85 por ciento del total de extranjeros que desde México cruzan la frontera con EU son ciudadanos mexicanos. Conforman medio millón al año, aproximadamente.
Vista bona fide --con candidez-- esa motivación del señor Bush discerniríase que su afán es noble y patriótico, pues intenta con ello impedir que ingresen terroristas a EU.
Y conforme a derecho --en sus vertientes estadunidense e internacional--, el Presidente de EU está obligado a proteger la seguridad de su país y usar la fuerza para ese propósito.
Así, para todos los efectos oficiales el móvil de don George es el de reforzar la seguridad nacional estadunidense, lo cual es una premisa no muy real, sino falsa.
II
Secuencialmente, si la premisa es falsa el silogismo resultante resulta falaz. Ello oculta, convenientemente, el mero vero motivo de la decisión de don George.
Dígase de otro jaez que el motivo oficial --el de la seguridad nacional de EU-- es un pretexto, lo cual explicaría, a nuestro ver, el doble discurso del señor Bush.
Ese doble discurso de este no muy perínclito inquilino de la Casa Blanca en materia de emigración e inmigración tiene, obvio antójase ahora, varios interlocutores o destinatarios.
El primer interlocutor o destinatario de su mensaje es, desde luego, las fuerzas políticas y sociales que se oponen a la regularización (o amnistía) de 12 millones de inmigrados.
Menciónese que así como el grueso de emigrantes son mexicanos, la mayoría del total de inmigrados --esos 12 millones-- también es de compatriotas.
Para apaciguar a los oponentes de la regularización, don George crea un contrapeso: ya no más entrada ilegal de emigrantes a EU mediante medidas draconianas en la frontera.
Cierto. Desplegar la Guardia Nacional de California, Arizona, Nuevo México y Texas en la frontera con México y construir ese largo muro son, sin duda, acciones draconianas.
III
El otro destinatario de ese doble discurso del señor Bush tiene que ver con la política exterior del gobierno estadunidense, tanto la bilateral como la latinoamericana.
Desplegar fuerzas militares en la frontera es una acción típica de la doctrina disuasiva estadunidense. La disuasión mediante la fuerza es un instrumento muy importante de EU.
Ese instrumento es muy usado en la conducción de las relaciones del Estado estadunidense con los demás estados, incluyendo, desde luego, los vecinos México y Canadá.
Para disuadir, el gobierno de EU tiene bases militares en todo el mundo y despliega sus portaviones, submarinos y destructores por todos los océanos y mares del planeta.
Disuasión, pues. En el caso de México, ¿a quién trataría don George de disuadir? Al electorado mexicano, para influir en su conducta el 2 de julio mediante amenaza implícita.
Y es que teniendo tropas en la frontera común, a centímetros de nuestro territorio y listos para entrar, es amenazador. Conlleva como equivalente moral un aviso claro.
Y ese aviso es el de que votemos por el candidato a la Presidencia de México que garantizaría los intereses de las trasnacionales de EU en México y el saqueo de nuestro país.
Haga el caro leyente un ejercicio de lógica y descubrirá que la disuasión estadunidense apunta a Felipe Calderón como el candidato de las trasnacionales y del saqueo de México.
ffernandezp@prodigy.net.mx
Glosario:
Draconiano: Dicho de una ley o medida sanguinaria o excesivamente severa. Perteneciente o relativo a Dracón, legislador de Atenas.
Disuasiva: Del verbo disuadir, que da origen al sustantivo
disuasión. Inducir. Mover a alguien mudar de dictamen o a desistir de un propósito.