I Los amigos extranjeros --en particular, estadunidenses-- que con refrescante frecuencia visitan en México a éste escribidor suelen sorprenderse del estado de cosas prevaleciente aquí e, incrédulos, inquieren si tenemos conciencia de ello.
Los mexicanos van por un camino que les lleva ya al desastre, dicen algunos. De hecho, nos comentan otros, ya estamos al borde del precipicio --el abismo--, pero nuestra conducta tanto individual como colectiva es de indiferencia".
Los mexicanos parecen ir por una ruta hacia el suicidio, pero lo alarmante de ello es que no se advierten indidicios de que tienen conciencia de ello, comentó uno de esos visitantes, interesado por profesión en los asuntos de México.
Otro viitante, informado acerca de México desde los años de la vida universitaria común en Estados Unidos, inmerso con éste escribidor en el aprendizaje del uso de las herramientas de la hitoria, registra una dicotomía mexicana muy peculiar.
Su impresión informada --explica-- es la de que el contexto mexicano es de efervescencia y agitación sociopolítica que regístrase intensa, pero soterrada, diríase que sin muchas manifestaciones. No es una ebullución generalizada; es lcalizada.
A éste estadunidense ello no le sorprende, pues ésta dicotomía confirma la vera idiosincrasia del pueblo de México, quien guarda para sí sus sufrimientos hasta que estalla. Y cuando estalla, lo hace con enorme fuerza eclosiva.
II Los mexicanos --dice-- son, como sabríase, muy aguantadores. Esa es su naturaleza: resistir pasivamente, que suele ser mal entendida; luego, cuando empiezan a colmarse, mutan esa resistencia pasiva por una activa. Como está ocurriendo hoy.
Pero esa resistencia activa --agrega con perspicacia-- no deja de ser pacífica. Tórnase violenta cuando se adquiere conciencia de que no existen otras opciones o de que éstas, si acaso las hubiere, son falacias, simulaciones, artilugios del opresor.
Éste amigo estadunidense lleva su agudeza a definirnos como un pueblo sabio, recursivo, que busca alternativas para evitar rupturas, aun a costa de sacrificar intereses propios, pues su experiencia histórica sabe que lo rompimientos son dolorosos.
Esa resistencia pasiva es conciliadora por definición, alimentada por una recursividad --es decir, búsqueda y empleo de otros recursos o vías de coexistencia e incluso avenimiento con la opresión-- que confirma la proverbial paciencia del mexicano.
Paciencia de cara al inmutable tiempo --a los siglos, pues-- que configura los contornos de una cosmovisión que, a su vez, nos describe convicciones de que ocurriere lo que fuere el pueblo de México es eterno: siempre estará allí, adaptándose.
Mutándose.
Es la dialéctica de la supervivencia, cuyo punto axial --pivotal-- es el de pervivir a como dé lugar, aun en las circunstancias y condiciones más desfavorables, como son las de la opresión. Permanecer así es, incluso, trascender.
III ¿Intuición popular? ¿Instinto de conservación? El vusitante estadunidense, compañero del escribidor en la carrera universitaria de historia, tiene la respuesta: el vector cultural histórico más importante del pueblo de México es indio.
Pero el vector indio trae consigo cual energía identitaria un profundo sentido societal de los tiempos políticos, cualidad que ni siquiera la aculturación --agente de opresión del mexicano-- ni el uso avieso de los medios de control social han mellado.
El pueblo de México se sabe oprimido, circunstancia contextual que ha devenido en crisis. Las contradicciones del régimen socioeconómico y sociopolítico tienen secuelas peligrosas: las de la enajenación social alienante del mexicano, ya intolerable.
Intolerable. Esa es la peculiaridad objetivamente discernida del estado de cosas prevaleciente. Es intolerable por el pueblo de México que se le lleve de la mano bajo tutelaridad espuria por un camino cuyo destino es el de robarle su país. Saquearlo.
Y no sólo eso. Flagrantemente se le está ya robando --incluso a la fuerza-- su identidad y su historia, para oprimirlo aun mas, en beneficio de unos cuantos, los promotores de un proyecto de país cuyos operadores políticos conforman el poder formal.
ffponte@gmail.com Glosario:
Eclosiva: referido a eclosión, acción y efecto de eclosionar. Brote, manifestación, aparición súbita de un movimiento cultural u otro fenómeno histórico, psicológico, etc. Idiosincrasia: rasgos, temperamento, carácter, etc., distintivos y propios de un individuo o una colectividad.
Pervivir: seguir viviendo a pesar del tiempo o de las dificultades Vector: agente que transporta algo de unlugar a otro.