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El Plan México

Fausto Fernández Ponte

28 de abril de 2006

I
Durante un foro realizado hace unos días en el Palacio Legislativo por el Congreso Nacional Ciudadano (CNC) los convocados debatieron ideas acerca de nuestros problemas.

Señálese que esos problemas son, a no dudarlo agudos, como consecuencia, a nuestro ver, de la inviabilidad de las formas de organización económica y política prevalecientes.

Y es también nuestro sentir que dichas formas de organización son el producto final de un proceso de degradación filosófico, ideológico y político.

En efecto. Dígase de otro arreo, caro leyente, que hemos devenido de más a menos, cualitativamente. La vocación social de las susodichas formas de organización se ha perdido.

Tómese, por ejemplo, la forma de organización de la economía, diseñada y aplicada originalmente con arreglo a los imperativos de la experiencia histórica del pueblo de México.

No huelga subrayar que tales imperativos de nuestras luchas históricas privilegian la búsqueda, identificación y satisfacción plena de necesidades sociales.

Así fue hasta hace poco --hasta 1982--, cuando la filosofía de la vocación social del Estado fue trocada arbitrariamente por premisas ajenas y, por añadidura, falsas.

II
Pero no nos desviemos del tema, caro leyente, y volvamos al carril. Identifíquese aquí al CNC como una expresión organizada de nuestra convulsionada sociedad civil.
EL CNC --que preside Hugo Castro Aranda-- está, en su turno, conformado por otras expresiones organizadas, afines filosóficamente y coincidentes, de la sociedad civil.

Y una de esas expresiones afines es Constitución y República, presidida por Fausto Cantú Peña, quien aspira a una curul mediante la figura de la candidatura independiente.

A estos dos personajes --y a muchos otros mexicanos con coincidencias filosóficas, ideológicas y políticas-- les conturba la severidad y magnitud de los problemas de México.

Estas expresiones de la sociedad civil han elaborado un Plan y Programa para México, que fue el documento básico debatido en el foro al que alúdese aquí.

El Plan México --así se le conoce ya-- es amplio que identifica con objetividad la mayor parte de los problemas de México, los cuales son, sábese, de variadísima laya.

El Plan México fue elaborado por especialistas en disciplinas diversas y sus propuestas tienen un hilo conductor que preconiza cambios sin matices tecnocráticos.

III
Es, pues, un documento político de largo alcance el ya muy mencionado Plan México, con escasísimas generalidades, abstracciones y ambigüedades. Alude a problemas reales.

Y plantea soluciones viables, aunque sus autores y patrocinadores reconocen cortedades en ciertos enfoques. Esas cortedades devienen de las diferencias de cosmovisiones.

No huelga advertir que este documento no es, un plan de gobierno. Es una suma de propuestas inteligentes, informadas y recursivas y con imaginación que pensaríase es fecunda.

En lo conceptual, aplicar el Plan México requeriría, si se le enfoca prospectivamente, un apego fiel y riguroso a la Constitución Política y sus leyes reglamentarias.

Requeiría, sin embargo, algunas de las centenares de modificaciones y adiciones constitucionales realizadas para adecuar la ley a caprichos del Presidente en turno.

Muchos de esos caprichos respondían a convenciencia de los intereses tanto personales de un grupo y, en los cuatro sexenios últimos, a las exigencias de las trasnacionales.

Ello ha sido dramático en ese lapso de 24 años, durante el cual el proceso degradatorio de las formas de organización económica y política adquirió su monstruosidad actual.

Glosario:

Laya: calidad, especie, clase
Tecnocrático: perteneciente o relativo a la tecnocracia. Técnico o persona especializada en alguna materia de economía, adminstración, etcétera.
Trocada: en contrario sentido del que suena o se entiende.

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No Tenemos Excusas... 2/2

Fausto Fernández Ponte
27 de abril de 2006

I
¿Por qué siendo México un país con grandes riquezas naturales -como su recurso humano- y plusvalías agregadas conformamos uno de los países más pobres del mundo?

Aparentemente no tenemos excusa los mexicanos para justificar filosóficamente nuestras cortedades en materia de bienestar social y nuestras incertidumbres económicas.

Señálese que esa dicotomía es un enigma que sorprende a tirios y troyanos; es decir, los mexicanos no sabemos explicar esa lacerante asimetría. Los extranjeros tampoco.

Y ello es, en su turno secuencial, motivo de debates públicos y privados, investigaciones académicas y estudios científicos y, desde luego, grandes especulaciones.

Y no en vano sorprende, dada nuestra privilegiada situación geográfica -vasto territorio que es, además, puente entre las américas- y nuestros recursos naturales.
A esos tesauros añadiríanse nuestro ancestral acervo cultural y nuestra rica experiencia adquirida en las luchas históricas del pueblo mexicano por su independencia.

Lograr y conservar la independencia ha sido -y es, aun- un anhelo carísimo, un ideal todavía inasible. La búsqueda de ese ideal es una constante en nuestra historia.

II
Los mexicanos -como conglomerado y, ergo, cual ser social e histórico- entendemos conceptualmente la lucha por nuestra independencia como una empresa por desasirnos de la pobreza.

Y ese objetivo es visto como objetivo dialéctico de la lucha contra la desigualdad, la injusticia, la iniquidad y sus perversas manifestaciones y expresiones.

Así, a la indubitable pobreza material -medida según una gama amplia y variada de paradigmas, muchos de ellos artificiosos- sumamos la realidad de nuestra dependencia.

Esa dependencia es con respecto a otras fuerzas, factores y vectores tanto internos como externos cuyas morfologías y papel histórico se nos ofrecen con nitidez.

Es obviedad lógica que existe una relación dinámica de causa y efecto (y viceversa) entre pobreza y dependencia. Es un ayuntamiento que responde a las leyes de la dialéctica.

Menciónese que hace poco, el Cato Institute, un think thank de Estados Unidos de crédito, hizo público un estudio acerca de las causales del atraso mexicano.

Y casi simultáneamente, el Center por Global Economic Greowt, otro renombrado think tank estadunidense, también investigó los por qués de nuestra situación.

Las conclusiones de ambos entes subrayan la premisa falsa de aclarar apriorísticamente, como obsesión, que la realidad mexicana no es causada por EU. Explicación no pedida...

III
Por supuesto que el causante actual de nuestros males es la complicidad de ciertos mexicanos con el poder real, el de los consorcios trasnacionales. Estos nos tienen subyugados.

Ese poder real es el del capital disponible siempre, mutante y mimético, elástico, móvil, tránsfuga, sin nacionalidad, sin más lealtades que a su propia proyección.

Ese poder real ha sido determinante en el desarrollo del fenómeno de la globalización de las economías, rediseñadas bajo modalidades que, obsérvase en México, son aberrantes.

Imaginemos la metáfora visual de un monstruo de fauces babeantes y muchos tentáculos pegajosos que rodean al planeta y succionan los jugos vitales de ésta. Así vemos a México.

Y así entenderíase el saqueo de México. El poder real -el de las trasnacionales, recuerde el leyente- influye decisoriamente en las actuaciones en gobiernos y gobernantes.

Hoy, en México, los gobiernos y gobernantes e inclusive los candidatos a gobernarnos están nerviosos y aterrorizados. Temen que no ratifiquemos su complicidad en el gran saqueo.

¿Y por qué tienen ese temor? Parecen dudar de la eficacia de los medios de control social para inducir conductas colectivas. Ello explica ciertas actitudes del poder.

Esas actitudes se representan en la actuación partidizada de instituciones del poder y la promulgación de leyes de interéss privado y no social.

Glosario:

Asimetría: falta de simetría.

Conglomerado: de conglomerar. Unir fragmentos de una o varias sustancias con un conglomerante, con tal coherencia que resulte una masa compacta. Inasibles: que no se puede asir.

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No Tenemos Excusas... 1/2

Fausto Fernández Ponte
26 de abril de 2006

I
No parecen ser pocos los mexicanos que se hacen lenguas acerca de las causales de la triste situación en la que se halla nuestro país y, por ende, casi todos nosotros.

Hágase la salvedad, caro leyente, que también existen mexicanos que piensan que todo está bien o que vivimos mejor que nunca. Al parecer, estos compatriotas no son mayoría.

Cada quien, por supuesto, es libre de registrar la realidad con arreglo a los prismas de sus vivencias personales, pero antójanse insoslayables ciertos hechos.

Y esos hechos se emblematizan en que el ingreso per cápita de los mexicanos es un tercio del de Canadá y un cuarto del de Estados Unidos, nuestros socios en materia de comercio.

Además, aquí la concentración de la riqueza es escandalosamente dramática, por espectacular. Y por añadidura, la pobreza parece extenderse más y más.

A ello sumaríanse otras peculiaridades de nuestra realidad: la corrupción en el ejercicio del poder es parte de una idiosincrasia. La corrupción aquí es una cultura.

Y más: la desigualdad económica, la injusticia social y la iniquidad política son simultáneamente causa y efecto de un saqueo brutal del país por extranjeros y cómplices mexicanos.

II
Pero volvamos a las causales de nuestra lamentable situación económica, política, social e inclusive cultural y, así, hagamos camino al andar por los vericuetos de la lógica.

Y es que la lógica, tanto la aristotélica como la dialéctica --la de Heráclito--, nos dice que dadas ciertas premisas verdaderas los mexicanos deberíamos vivir mejor.

Véanse, si no, las premisas siguientes:

1) México posee un territorio enorme --unos dos millones de kilómetros cuadrados--, con un denso recurso humano que mueve a envidia a otros: más de cien millones de habitantes.

2) En ese vasto territorio nuestro se localizan en gran cuantía riquezas que, si traducidas en valor corriente, representan materias primas de importancia estratégica suma.

3) Está México en una ubicación geográfica privilegiada, pues es, a la vez, un país de la América del Norte, de Mesoamérica y el Caribe insular y del sur.

4) Poseemos los mexicanos un riquísimo acervo de experiencias históricas caracterizadas por las luchas por desasirnos de intervenciones y yugos extranjeros.

5) Somos, cabría añadir, un pueblo de sincretismo cósmico, síntesis de un crisol genético y cultural variopinto.

III
Dadas tales premisas, ¿por qué éstas no devienen silogismo de grandeza y esplendor y vivimos en la angustiosa precariedad socioeconómica y el raquitismo político?

No tenemos excusa epistemológicamente, pues carecemos del conocimiento para discernir con objetividad, en lo colectivo, quiénes y cómo se ha dado nuestra situación.

Incluso, muchos mexicanos --diríase que un grueso mayoritario-- carece de la escolaridad que permite a la conciencia ejercer una intuición política educada.

Así, nuestro atraso en lo social, lo económico, lo político e inclusive en otros aspectos aleatorios de la vida nacional tiene un origen identificable: la educación

Sin duda. En nuestra forma de organización social, la educación es, ciertamente, el medio de control social más eficiente, en tándem con otros: los de la difusión de masas.

Los medios de difusión masiva actúan a la par que la estructura educativa formal y otros mecanismos de la élite del poder para conservar y reproducir el sistema económico.


Nuestra educación es, por decirlo sin eufemismos, asaz insuficiente y, por ello mismo, deficientísima para los veros intereses de la sociedad. No lo son para la elite del poder.

Mediante el sistema educativo formal y el coadyuvante --como la radio, la televisión y periódicos-- se inducen conductas colectivas que anestesian a la ciudadanía.

Glosario:

Aristotélica: de Aristóteles. Dialéctica: relación entre opuestos. En filosofía, proceso intelectual que permite llegar a las realidades trascendentales o ideas del mundo intangible. Epistemológicamente: de epistemología. Fundamento de los fundamentos y métodos del conocimiento científico. Eufemismos: manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante. Sincretismo: expresión en una sola forma de dos o mas elementos diferentes. Tándem: a lo largo de, dicho del tiempo y festivamente del espacio.

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Derechos Plenos 2/2
Fausto Fernández Ponte
25 de abril de 2006
I
Mencionábase ayer aquí la existencia de instrumentos declarativos y vinculatorios, tanto precursores como actuales, en materia de protección de migrantes.

También mencionábanse los empeños de lucha social y defensoría de los derechos plenos de los trabajadores migratorios desplegados por José Jacques Medina.

Y señalábase aquí que el señor Jacques es uno de los precursores históricos de la lucha social de los emigrantes e inmigrados mexicanos en Estados Unidos.

Esos afanes precursores se concretaron en la Carta de Derechos para los Trabajadores Indocumentados, elaborada y hecha pública en México y EU en la década de los ochenta.

Cabría destacar que a ese visionario documento de indudable trascendencia social e importancia política se adhirieron sindicatos de trabajadores de ambos países.

Como precursor, don José dio voces de alarma acerca de la dramática desprotección jurídica de los derechos de los emigrantes e inmigrados. Sus voces fueron escuchadas.

Y se creó, a resultas, el instrumento jurídico de alcance mundial por el que los estados firmantes se obligan a velar por los derechos plenos de los trabajadores migratorios.

II
Ese instrumento es la Convencióm Para la Protección de los Derechos Plenos de los Trabajadores Migratorios, aprobado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Así, los esfuerzos del señor Jacques fueron el pie conceptual de éste instrumento jurídico de la ONU orientado a proteger los derechos del trabajador migratorio.

Subráyese que en la Convención el énfasis se aplica al concepto trabajadores migratorios, en tanto que en la Carta se alude al carácter de migrantes e inmigrados sin documentos.

Esa diferencia implica que para la ONU los trabajadores migratorios tienen derechos independientemente de su estatus legal. Ello, empero, no es reconocido por EU.

En efecto, caro leyente. El Senado estadunidense se ha negado a ratificar la Convención, pues no acepta la distinción que se observa en el instrumento de la ONU.

La distinción nos lleva a la causal verdadera de la emigración: la búsqueda de empleo, como medio para acceder a niveles más elevados de bienestar social.

III
Además, esta distinción es, dado su verismo, de insoslayable importancia estratégica: se refiere al meollo de la lucha por los derechos plenos de inmigrados en EU.

Esa lucha se ha manifestado desde hace varias semanas en una movilización social que, por su espectacular dramatismo, no tiene precedentes remotos entre los inmigrados.

El eje demográfico de esta movilización se conforma de inmigrados mexicanos y centroamericanos en EU y sus descendientes y aliados solidarios de otras minorías étnicas.

Sin embargo, adviértense diferencias cualitativas y operativas en las tácticas de lucha, las cuales alcanzarían su cenit el primero de mayo, Día Mundial del Trabajo.

En ese contexto, el señor Jacques lanzó hace unos días el Manifiesto Primero de Mayo: Derechos Plenos para los Migrantes (Inmigrados) en EU. El documento es precursor.

Y no sólo eso: el documento tiene, por su oportunidad y visión, un alcance muy largo. Una exigencia central plasmada en el Manifiesto es que EU ratifique la Convención de la ONU.

Glosario: Cenit: punto culminante o momento de apogeo de alguien o algo.
Velar: cuidar solícitamente de algo.

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Derechos Plenos 1/2


Fausto Fernández Ponte

24 de abril de 2006


I En 1990, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dio un paso de suma importancia para los intereses estratégicos veros de México, el que se representa en sus emigrantes.

En ese año, la ONU aprobó la Convención para la Protección de los Derechos Plenos de los Trabajadores Migratorios. En ese hito el gobierno de México desempeñó un papel meritorio.

Y ese papel consistió en formular propuestas concretas que contribuyeron a darle cuerpo conceptual a la Convención y salirle al paso visionariamente al fenómeno de la migración.

La posición mexicana se sustentó sobre la experiencia histórica de la emigración hacia Estados Unidos y, desde luego, en el acervo vivencial de emigrantes e inmigrados.

Un personaje central en este proceso fue José Jacques Medina, un luchador social mexicano en EU activo en la defensa de los derechos humanos de inmigrados en ese país.

Nuestro personaje emigró sin documentos a EU tras la brutal represión gubernamental de activistas en el movimiento social de 1968, cuyo desenlace fue la matanza de Tlatelolco.

En EU, el señor Jacques Medina organizó innovadoramente y con imaginación la defensa política y jurídica de los connacionales en California y alcanzó metas trascendentes.

II Cierto. Junto con otros mexicanos en California, Arizona, Texas e Illinois y EU, el señor Jacques Medina se convirtió en el eje central de un movimiento precursor de la Convención.

Y ese movimiento se emblematizó en la Carta de Derechos Plenos para los Trabajadores Indocumentados, elaborada y difundida en la década de los ochenta.

Esa Carta fue un documento político de gran alcance, por lo que obtuvo inclusive la adhesión de varias organizaciones centrales de sindicatos de trabajadores en México.

Así, ese documento sirvió de antecedente para muchas de las propuestas y la posición cortical del grupo gubernamental mexicano que en la ONU promovía la Convención.

Menciónese que esa Convención fue ratificada por el Senado de la República, por lo cual el Estado mexicano se adhirió a su letra y espíritu. Esa adhesión obliga al Estado mexicano.

Subráyese que el Senado estadunidense no ha ratificado ese instrumento internacional, lo que implica un rechazo a sus premisas y enunciados.

Ello le permite al Estado estadunidense --particularmente al Poder Ejecutivo que hoy preside George W. Bush-- diseñar y aplicar las brutales políticas antiinmigrantes.

III Y dado que la inmensa mayoría del total de inmigrados en EU está conformada por mexicanos sin documentos --unos 11 millones--, esas políticas nos afectan particularmente.

Señálese que, por añadidura, el grueso mayoritario de la emigración indocumentada a EU procede de México, ocupando un segundo lugar la que se origina en América Central.

Esas políticas atizan las fogaratas del racismo, la explotación laboral y la negación sistémica --cultural y jurídica-- de todos los derechos humanos de los inmigrados.

Pero en México el Estado reproduce ferozmente esa aberrante conducta estadunidense: perseguimos a los que, procedentes de Centroamérica, arriban en tránsito a EU.

Esa conducta del Estado mexicano contradice con flagrante mendacidad las propias leyes mexicanas --la Constitución misma-- y la Convención de la ONU.

Así es. Aquí maltratamos con lujo de violencia a emigrantes e inmigrados centroamericanos y de otros países, aplicando al pie de la letra instrucciones estadunidenses.

Los indocumentados centroamericanos carecen, en la práctica, de garantías. Se les niegan sus derechos plenos. Esta terrible incongruencia del Estado es mengua de México.

Glosario:

Hito: persona, cosa o hecho clave y fundamental dentro de un ámbito o contexto. Mengua: descrédito, deshonra, especialmente cuando procede de falta de valor.

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Huelga de Consumo 2/2


Fausto Fernández Ponte
21 de abril de 2006



I La movilización de masas —en su modalidad de protesta en la vía pública— en pos de reivindicaciones de derechos debe diseñar y aplicar ciertas tácticas de lucha.

Esas tácticas son, con arreglo a la riquísima experiencia histórica de movilizaciones de masas, la fase siguiente a la manifestación callejera propiamente.

Así, tales tácticas deben ser coactivas, para traducir la energía causal de las movilizaciones de masas en estrategias concretas. Las tácticas coactivas se representan en presión.

Sólo así es posible aprovechar el poder de las movilizaciones de masas. Mediante la coacción —la presión que debe ejercer ese poder— se doblegan a las resistencias.

Tal parece ser el caso de las espectaculares movilizaciones de masas de los mexicanos y sus descendientes en Estados Unidos que se realizan en las últimas semanas.

A esas movilizaciones se le han sumado gruesos estamentos de las minorías —las comunidades raciales, étnicas y nacionales en EU— y han concitado enorme apoyo social.

En efecto. Ese apoyo es transversal en la sociedad estadunidense. A los mexicanos y sus descendientes se han adherido solidariamente gremios organizados de trabajadores.

II Así es. Sindicatos laborales —de industria, de comercio, de servicios— y particulares insertos en la cultura dominante han sumado fuerzas a estas movilizaciones de masas.

Los mexicanos y sus descendientes han visto engrosar su movimiento con otras minorías —incluyendo la indo, afro e iberoamericana— y ello ha fortalecido y ampliado demandas.

Estas demandas son, principalmente, las de que se promulguen leyes que descriminalicen la emigración indocumentada y a los 11 millones de inmigrados en EU.

Esa situación explicaría los por qués del lema de las movilizaciones de masas en EU en el sentido de que We are USA (Somos EU). Ello implica que todos tienen derechos en EU.

Pero hay resistencias no sólo en el gobierno de EU, sino también en el Estado estadunidense mismo y en ciertas capas sociales. Increíblemente, también hay resistencias en México.

La lógica de esa resistencia a acceder a las demandas que se plantean mediante las movilizaciones de masas es primitiva. Se sustenta sobre una base de premisas falsas.
Esas premisas —y sus silogismos— justifican el status quo en EU, en el que se niegan derechos económicos, sociales, políticos e incluso culturales a emigrantes e inmigrados.

Esa resistencia se manifiesta activamente: mediante represalias. Así, muchos patrones han despedido a sus trabajadores que participan en las movilizaciones.

III Y otros —grupos que preconizan la supremacía racial blanca— han amenazado de muerte a mexicanos-estadunidenses prominentes, como el alcalde de Los Angeles, California.

Ello indica que la resistencia en el poder formal y fáctico de EU a las demandas de emigrantes e inmigrados ha aumentado y se ha fortalecido. ¿Cómo doblegarlo?

La respuesta: mediante las tácticas coactivas ya aludidas. Y una táctica coactiva es una huelga de consumidores. No consumir productos estadunidenses el primero de mayo.

Con esa meta en la mira, las movilizaciones de masas en EU ha convocado la solidaridad de los mexicanos que vivimos aquí. Que en la fecha fijada no consumamos productos de EU.

El objetivo es, por un lado, presionar a la resistencia afectando sus intereses económicos y los de la economía estadunidense en general. Y, por otro, educar.

La aplicación de esa táctica coactiva golpearía a la resistencia en donde más le duele: sus intereses económicos, para persuadirlos de aceptar las demandas de justicia social.

El carácter educativo de las tácticas coactivas es didáctico: que estos movimientos de masas en EU son organizados, aunque no haya un líder visible.

Pero es obvio que existe un liderato —o cerebro— colectivo que actúa en varios ámbitos y niveles con un enorme consenso. El pueblo de México en EU nos señala la ruta.

Glosario:
Estamento: estrato de una sociedad, definido por un común estilo de vida o análoga función social.
Silogismo: argumento que consta de tres proposiciones, la última de las cuales se deduce necesariamente de las otras dos.


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