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Emigración y Delincuencia
Fausto Fernández Ponte
29 de mayo de 2006


I

La pérdida de un millón y medio de empleos en el sexenio foxista, la erosión de las expectativas de bienestar social y el aumento de la pobreza tienen secuelas conturbadoras:

1) El aumento dramático de la delincuencia, al extremo de que el propio gobierno federal ha señalado que no existen condiciones para abatir al crimen.

2) Incremento exponencial de la emigración de mexicanos a Estados Unidos, al grado de que el 10 por ciento de emigrantes son ancianos y 25 por ciento son preparatorianos.

Estos datos --de fuentes informativas del propio gobierno de México-- descorren los velos que ocultaban una realidad lacerante: la exportación de recursos humanos y experiencia.

Cierto. México es víctima de una brutal sangría de su riqueza mayor, la de sus trabajadores desempleados, así como la de experiencias profesionales y vivenciales.

Ambos recursos --el humano y el experiencial-- son parte del saqueo de los tesauros tangibles e intangibles de nuestro país, perpretado por trasnacionales de EU y España.

En ese criminal saqueo han sido cómplices varios presidentes de la República, desde Miguel de la Madrid hasta Vicente Fox, pasando por Carlos Salinas y Ernesto Zedillo

II

Pero ese saqueo se ha acentuado espectacularmente durante el mandato del señor Fox, cuya actuación pública se distingue por anteponer los intereses trasnacionales a los de México.

Caso en punto es el discurso foxista en materia de las relaciones bilaterales con Estados Unidos y, en un sentido más amplio, el trato multilateral con los países americanos.

En efecto. El señor Fox ha dicho que el primer paso hacia la regularización del estatus migratorio de siete millones de indocumentados en EU es, a la vez, histórica y maravillosa.

Y con respecto a las relaciones del Estado mexicano con los países hermanos, el señor Fox ha actuado como cabeza de playa y punta de lanza de intereses de EU en las Américas.

No en vano, en los cenáculos del poder económico y político en EU dícese que los citados mandatarios han sido los primeros presidentes estadunidenses que ha tenido México.

Y es que, sin duda alguna, los beneficiarios de las actuaciones de los señores De la Madrid, Salinas, Zedillo y Fox son trasnacionales estadunidenses y españolas.

III

Pero volvamos, caro leyente, al tema. La intensificación del quehacer delictivo y la secuencial inseguridad pública y la emigración son atendidas equívocamente por el Estado.

Y es que para el Estado, esos fenómenos son causales, mas no síntomas de una gravísima enfermedad, la de la inviabilidad de la forma de organización económica.

Señálese que esa forma de organización económica le fue impuesta a México desde EU mediante ciertos protocolos --como el Tratado de Libre Comercio-- con el contumaz fin de saqueo.

La élite mexicana, en su turno, realiza su propio saqueo, emblematizado en el monstruoso atentado a México que es el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa).

El saqueo prosigue. Y sus forma más estrujante es exportación, cada vez más extendida, del recurso humano y su experiencia. Exportamos riqueza y plusvalía agregada.

Y nos quedamos con un enorme legado negativo de la inviabilidad del modelo económico prevaleciente. Nos quedamos con una delincuencia cada vez mayor y más organizada.

Y es que, en la desesperación y la desesperanza causadas por la inviabilidad del modelo económico, una alternativa de subsistencia distinta de emigrar es delinquir.

ffernandezp@prodigy.net.mx
Glosario:
Contumaz: rebelde, porfiado y tenaz en mantener un error.
Erosión: desgaste o destrucción producido en la superficie de un cuerpo por la fricción continua o violenta de otro.
Lacerante: que produce intenso sufrimiento.

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Empresarios y Empleos
Fausto Fernández Ponte
28 de mayo de 2006


I

Nada menos que el dirigente formal del ente patronal mexicano, Alberto Núñez Esteva, incurrió el otro día en un mea culpa: El empresariado ha fallado en crear empleos.

Empero, nuestro personaje, el señor Núñez Esteva, quien preside la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), no abundó acerca de las causales de esa falla.

Y esa falla tiene una expresión asaz dramática: el aumento imparable de la emigración de mexicanos desempleados a Estados Unidos: casi tres mil mexicanos emigran cada día.

Y esa emigración se topará con un cuello de botella en la frontera como secuela de la vigilancia militar estadunidense y el muro de 700 kilómetros de longitud que se construye.

Otras secuelas de esa falla son, a nuestro ver, las siguientes:

1) El aumento de la delincuencia tanto organizada como ocasional y de oportunidad.

2) La caída espectacular del consumo de bienes y servicios suntuarios, innecesarios o no básicos.

3) Y la subida de la demanda de la forma de crédito --compra de dinero-- que se representa en las tarjetas, ocasionando un descomunal endeudamiento social.

II

La opinión de don Alberto es un epítome del sentir de no pocos en la élite propietaria, concesionaria o usufructuaria --bajo muchas modalidades-- de los medios de producción.

Hágase la salvedad de que esa élite del llamado sector privado se conforma de banqueros, industriales, comerciantes, especuladores bursátiles y financieros, etcétera.

Y, naturalmente, su registro de la realidad y de los problemas de México --a nuestro ver ciclópeos y complejos-- se determina por la certidumbre y fluidez de sus ingresos.

Consígnese aquí a título ilustrativo el sentir de cierto prominente empresario de la seguridad privada, quien nos decía: "Mientras más inseguridad pública haya, más gano".

Empero, ese empresario se quejaba, precisamente, de que si bien la inseguridad pública se traduce en enormes ganancias para él, "las empresas operan en entornos de incertidumbre".

Ofrecía, puntualmente, lo que sigue: "Pagamos más impuestos, cotizamos cada vez más para prestaciones sociales (IMSS, Infonavit, etcétera) y ello se come las ganancias".

III

Y argüía: "Por esas razones, no puedo aumentar el número de empleados en mis empresas. No puedo crear más empleos. De hecho, estoy quitando empleos. Tengo un mínimo de empleados".

Esta lógica empresarial tan simplista nos lleva al aludido mea culpa del señor Núñez Esteva, el mandamás en la Coparmex, en el sentido de que el sector privado "ha fallado".

El sector privado mexicano "ha fallado" en la creación de empleos porque el desempleo es inherente a la forma de organización económica o modelo económico-- prevaleciente.

Y ese modelo económico --ya lo sabemos-- no es resultado de nuestra propia experiencia histórica, sino que fue implantado draconianamente en México desde el exterior.

Esa implantación se inició durante el gobierno presidido por Miguel de la Madrid y se desarrolló salvajemente en los sexenios posteriores. Privilegió el lucro brutal y el saqueo.

Y desprivilegió el bienestar social, pues la lógica del lucro y el saqueo tienen por premisas la reducción de los empleos y su trueque por trabajos de baja calidad.

Ello tiene por consecuencia la precariedad del empleo, con sus manifestacionse execrables: el desempleo, la inseguridad laboral, la emigración y la delincuencia.

Elógiese, sin embargo, el rapto de sinceridad del señor de la Coparmex.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Argüir: sacar en claro, deducir como consecuencia natural, dejar ver con claridad.
Epítome: resumen o compendio de una obra extensa.
Execrable: digno de execración. Condenar y maldecir con autorización sacerdotal. Aborrecer.

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¿Elecciones?
Fausto Fernández Ponte
26 de mayo de 2006


I

El tratamiento que se le ha estado dando en este espacio, al tema de las condiciones prevalecientes que desaconsejan realizar elecciones, ha concitado reacciones variopintas.

Esas reacciones van desde las que insultan y amenazan a este escribidor hasta las que expresan coincidencias con lo dicho aquí y se adhieren a los hechos y tesis aquí aducidas.

De la miríada de reacciones negativas entresacamos una, la de cierto Manuel Preciado "Eres más peligroso y bélico con tu pluma que los sicarios del narco con sus armas".

Este escribidor no guarda en su memoria conocer al señor Preciado --si es que ese es su nombre real--, pero reconoceríase que esa reacción no es, al menos, ofensiva.

Así, la reacción del señor Preciado, quien seguramente nos lee en algún diario de este país ancho (y ajeno, pues ya no es nuestro, sino de las trasnacionales) es la menos violenta.

Y, quizá, esa reacción del leyente Preciado pudiere ser tomada también como un elogio, aunque a este escribidor no le agradaría ser identificado como "peligroso" y "bélico".

Y es que en el decurso de sus siete décadas de vida, este escribidor ha ejercido el periodismo cual abogado del diablo, con las secuelas que un oficio así, de defensoría, conlleva.

II

Pero no nos desviemos del tema. La más violenta de las reacciones fue una sucesión de cuatro mensajes enviados por el ciberespacio profiriendo amenazas de muerte.

Esas amenazas fueron lanzadas mediante metáforas tan soeces y tan vulgares que, por respeto a la sensibilidad del leyente, no reproduciremos aquí.

Esas amenazas de muerte se originan en las direcciones ciberepaciales siguientes: miembro_aprodigy.netmx --bajo el nombre de cierto Wilson Delfín Ichazo-- y tu_pa_dro_to_te_yahoo.com.mx

Esas amenazas fueron consignadas en denuncias de hechos ante la Fiscalía Especial de la Procuraduría General de la República para protección de periodistas.

Y, a instancias de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, también se consignaron esas amenazas en denuncias de hechos en la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal.

Pero, lamentablemente, el cúmulo de reacciones negativas es mayor que el de positivas, lo cual, visto al través de los prismas de la sociología, identifica un fenómeno ominoso.

Y ese fenómeno es el de la intolerancia que es creciente. Sus babeantes fauces abarcan no sólo la difusión pública de ideas y opiniones, sino también en otros ámbitos.

III

Adviértese la presencia de la intolerancia en el ejercicio del poder político y económico. Es ya expresión cultural intolerar y, ergo, acallar, la discrepancia.

La gama de reacciones negativas a las opiniones expresadas en este espacio acerca del tema ya descrito tiene por denominador común la violencia verbal.

Esas reacciones negativas bien pudieren ser organizadas desde ciertos estamentos del poder, pero este escribidor carece de elementos para fundamentar esa suspicacia.

Pero a esas reacciones negativas opónense las positivas. No son pocos los leyentes que coinciden con lo aquí expresados acerca de la situación que vívese en México.

Una reacción positiva es la del leyente Ismael Ramos Aguirre, del Distrito Federal, quien nos lee --informa-- en Diario Libertad (www.diariolibertad.org.mx).

El señor Ramos Aguirre dice: "Los brutales y terribles efectos de la violencia económica cuya persistencia usted denuncia son hechos de nuestra vida nacional".

Y concluye: "Coincido con usted (en que) mientras haya esa violencia económica que sufrimos casi todos los mexicanos, las elecciones de julio son irrelevantes. Deben posponerse".

ffernandezp@prodigy.net.mx
Glosario:
Estamentos: estratos.
Ominoso: azaroso, de mal agüero, abominable.
Soeces: plural de soez. Bajo, grosero e indigno.

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Elecciones

Fausto Fernández Ponte
25 de mayo de 2006


I

Un caro leyente que nos lee en Ciudad Juárez y que nos pide que no se le identifique, nos desafía a definir con mayor amplitud lo que es violencia económica. Cumpliremos su deseo.

Nos dice (verbatim):

"Soy músico profesional. Desde adolescente, hace más de medio siglo, he vivido de tocar la guitarra y cantar. He actuado por todo el país y actuado incluso en Cuba...

"Cuba es la tierra del son y la trova y del danzón, el mambo y el cha cha chá y también es una tierra cuyos músicos tienen reconocimiento social...

"Lo leo a usted día con día, aunque he visto que hay veces en que el periódico local no publica sus escritos, tal vez por autocensura de los dueños y editores...

"Aquí, un grupo de amigos que tenemos afinidades acerca de la vida, la política, la cultura, la música, etcétera, comentamos sus escritos y la verdad dan en el clavo...

"La verdad es que nos abre usted los ojos. Su artículo (acerca) de que si hay condiciones para realizar unas elecciones confiables nos ha inquietado mucho...

"Estamos inquietos porque lo que usted dice es cierto: La violencia desatada por todo el país, no sólo entre los narcos, sino también la verbal entre los políticos".

II

Nos comenta: "Hasta el Presidente Vicente Fox, que debe permanecer ajeno a los dimes y diretes, se muestra (yo voté por él en 2000) como un hombre dado a la violencia verbal...

"En ese contexto --como usted lo llama-- de violencia ningún mexicano puede llevar una vida normal ni desarrollar actividades cívicas y políticas como votar o ser votado...

"La situación me preocupa tanto que a veces me despierto angustiado en la madrugada --yo toco y canto de día en tres lugares distintos-- y ya no logro conciliar el sueño..

"Eso les pasa también a la mayoría de mi peña de amigos. La situación es, como bien lo escribe usted, muy incierta, volátil y peligrosa. No hay normalidad...

"Pero tal vez esa angustia y ese insomnio se deban a que el presente personal de todos nosotros en la peña es muy incierto y de plano ya no pensamos en el futuro...

"Los que formamos la peña no somos todos músicos, sino profesionales de otras artes y otros oficios, pero casi todos estamos viviendo un fenómeno creciente:

"Nuestros salarios en los lugares donde laboramos han sido recortados. En mi caso (por eso no quiero divulgue usted mi nombre), yo toco y canto por una paga menor y menos días...

"Antes trabajaba cinco días a la semana; hoy trabajo sólo dos. Desde hace ya varios años, periódicamente nuestros empleadores nos dicen que no pueden pagarme como antes".

III

Precisa "Y es que antes se ganaba por una tocada y cantada unos mil pesos o más; hoy nos pagan entre 150, 200 o 250 pesos. Y no siempre le dan de comer a los músicos".

Hasta allí la dramática epístola de nuestro leyente, quien también describe que "esa situación es generalizada y comprende a todas las ocupaciones, no sólo al arte".

La situación descrita por nuestro anónimo interlocutor juarense define con elocuencia pristina lo que es violencia económica: la degradación y precariedad del empleo.

Sin duda. Un millón y medio de mexicanos han perdido sus empleos desde 2001 a la fecha. Y sólo unos cuantos han hallado un sustituto. Este, por lo general, es precario...

Tan precario como el empleo de nuestro leyente. Un empleo de baja calidad, consecuencia de una desregulación de los mercados laborales propiciadas por los últimos gobiernos.

Esa brutal desregulación --los derechos laborales casi inexistentes-- se ha traducido en una descomunal oferta de trabajadores y magra demanda de éstos.

El caso de nuestro leyente es típico: en su oficio, como en otros oficios, le demanda es tan pobre que ni siquiera roza la oferta. Una secuela es el subempleo. O la delincuencia.

O la emigración hacia Estados Unidos. Volvamos a nuestro leyente: "A veces me dan ganas de asaltar y robar" (..) he pensado en irme de indocumentado a EU, pese a mi edad·.

ffernandezp@prodigy.netmx

Glosario:

Epístola: carta o misiva que se escribe a alguien.
Peña: corro o grupo de amigos o camaradas.
Pristina: antiguo, primero, primitivo, original.

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¿Posponer Elecciones? (1/2)
Fausto Fernánmdez Ponte
23 de mayo de 2006


I

La muerte violenta, registrada apenas por los medios de difusión masiva, de 11 individuos en cinco estados de la Federación Mexicana hace días, agudiza el temor social.

O, dicho de otra guisa, el temor de la sociedad por la violencia cada vez más generalizada en México. Esa violencia acusa el doble atributo de ser causal y consecuencia.

De cualesquier maneras, esa violencia es un síntoma conturbador, que mueve a casi todos los mexicanos a modificar sustancialmente la cosmovisión colectiva y su estilo de vida.

Sabemos, por experiencia propia, cuáles son las consecuencias corrosivas de la violencia generalizada. Sus efectos y secuelas son parte ya de la existencia social.

Y son parte, asimismo, de las subyacencias más profundas de la psique mexicana. Nos estamos habituando culturalmente a vivir en la violencia. No nos sorprende ni nos asombra.

Ello es un verismo insoslayable. Ya no mueve a sorpresa ni a asombro los asesinatos cotidianos en nuestras calles y plazas y a veces a las puertas mismas de nuestras casas.

Sin embargo, esa habituación --una adaptación, realmente-- no nos ha impedido advertir lo aberrante de esta anomalía.

Simplemente, los mexicanos nos adecuamos a ella.

II

Y seguimos adelante con nuestra existencia social, sabedores de que ese avance es sólo supuesto, mas no vero. Vivimos en el estancamiento. Estratificados. Detenidos.

Así, más que adecuarnos para subsistir y sobrevivir en un entorno desfavorable, los mexicanos nos quedamos en hibernación social. Hemos reducido el metabolismo social.

A veces ese metabolismo lento y bajo se altera y reactiva algunas funciones. Así explicaríase la admirable tenacidad de ciertos estratos sociales trabados en luchas redentoras.

Pero esos luchadores sociales son los menos en el universo de 120 millones de mexicanos --incluidos los compatriotas en el exterior-- que sufren los efectos de la violencia.

Pero, como ya se dijo párrafos atrás, conocemos las secuelas de la violencia, en realidad desconocemos los orígenes de ésta. Ignoramos su génesis. Sus causales.

Y las causales de las causales. Es decir, las causales inmediatas que son, en su turno, consecuencia de un proceso dialéctico. Abordemos las causales inmediatas.

Pero antes de proseguir, definamos a la violencia. Desde el punto de vista de la sociología, la violencia es, ante todo, un fenómeno insoslayablemente político.

III

La violencia es la expresión política más aguda. Es, añadiríase, la manifestación más fiel, por representativa, de la lucha de clases. En ese medio se desenvuelve la política.

La sociedad mexicana está dividida en clases antagónicas y en un régimen jurídico de propiedad que privilegia la de carácter privado y desprivilegia la de naturaleza social.

Esta tesis, caro leyente, no es nueva. Se remonta a los pensadores del siglo XVIII, aunque fue en las centurias XIX y XX, donde se estudió la violencia científicamente.

Ello --la evidencia está a la vista, en nuestra propia realidad-- permite la explotación de un mexicano por otro mexicano y conduce a una situación tan desigualmente atroz.

Pero los antagonismos de intereses materiales y culturales entre las clases sociales, aun en el marco de convenciones de aparente convivencia pacífica, se traducen en violencia.

Y esa violencia suele ser económica. La explotación del mexicano por el mexicano se distingue por la violencia que ejerce el poder político sobre la población desposeída.

Tan amarga realidad es muy difícil de verbalizar y, por ende, de asumir por los mexicanos cuya mayoría vive en la precariedad. Esa realidad preside la vida nacional.

En este entorno tan degradado por la violencia económica y política no es posible realizar actividades de normalidad como las de realizar elecciones y elegir gobernantes.

ffernandezp@prodigy.net.mx
Glosario:
Hibernación: estado semejante que se produce en las personas artificialmente por medio de drogas apropiadas con fines anestésicos o curativos.
Redentora: que redime. Rescatar o sacar de esclavitud al cautivo mediante precio.

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Difusión Oportuna
Fausto Fernández Ponte
22 de mayo de 2006


I

Es obvio, a nuestro ver, que la difusión del origen, el desarrollo y desenlace de los trágicos episodios de Sicartsa y Atenco y, en general, de otros previos, es asaz interesada.

Dicho de otro estilo, caro leyente: la difusión de esos sucedidos respondió a modalidades impuestas y determinadas por los intereses creados, concretos, de las partes.

Así, el ciudadano raso encuéntrase cara a cara con una miríada de versiones cuyo tan distintas entre sí, pero con un denominador común perturbador: la descontextualización.

Y, dependiendo del mayor o menor grado de sofisticación de la modalidad de cada versión y la línea argumentativa, se omiten los componentes centrales del contexto.

Es, pues, el proverbial río revuelto al que los pescadores acuden en tropel para alzarse con el botín ictiológico, representado éste, aquí, por la conveniencia política.

La descontextualización de los hechos aqu{i aludido --Sicartsa y Atenco-- impide discernir objetivamente la realidad conforme ésta se va desenvolviendo.

De esa guisa, los hechos parecen surgidos de la nada. Del gran vacío. Sin ecos. Y sin matices ni claroscuros --ni luces ni sombras--, estáticos, inertes, sin gravedad.

II

Los componentes del contexto son excluidos para provecho de los intereses participantes y, en ese afán interesado, sacrifican la objetividad y, desde luego, la realidad.

Y, como la experiencia histórica de la interacción humana nos lo confirma, la realidad es verdad. A mayor número de realidades veras o espurias, igual número de verdades.

En el ánimo de los ciudadanos medios --que conforman el insoslayable grueso mayoritario-- queda, prevaleciente, la percepción primera, de espectacularidad y dramatismo.

Y estos atributos --espectacularidad y dramatismo-- son los que mayor difusión reciben porque son expresiones de violencia cuyas imágenes y sonidoss suben los "ratings".

Y elevados "ratings" se traducen en volúmenes mayores de publicidad comercial y, ergo, más ganancias para los difusores cuya ética guarda distancia del contexto.

Y es que imágenes, sonidos y textos relativos a la violencia, sobre todo si ésta es espectacular y dramática, "venden". Son agentes de ventas muy efectivos.

Y aunque a ningún ciudadano de buena fe gratificarían las acciones de violencia, existe la inclinación a la empatía con quienes se perciben como débiles o vulnerables o víctimas.

Este tema es atinente, pues la difusión masiva de esos sucedidos --orígenes, desarrollo y desenlace-- escapa a cualesquier intenciones de contextualización.

III

Así, se tiene al maniqueísmo. Los malos versus los buenos. Victimarios y víctimas. La realidad, si contextualizada, tiene su dialéctica. Y ésta nos apunta hacia otra realidad.

Y esa realidad tiene que ver con la filosofía y la cultura del poder y sus instancias coactivas, las cuales devienen, en el entorno mexicano, de potestades constitucionales.

Ello es componente importante del contexto dentro del cual ocurrieron los episodios de Sicartsa, Atenco y otros afines y similares, anteriores --en el antaño reciente-- y ulteriores.

También es importante identificar los términos de la correlación entre ese y los demás componentes del contexto, incluyendo a los institucionales y también los accidentales.

El brazo coactivo del poder formal --en el caso, la Policía Federal Preventiva-- tiene una misión congruente con su razón orgánica de ser. El trasfondo no es policiaco. No.

Ni tampoco es un dilema acerca de lo moral y ético. El asunto es político. El brazo coactivo del poder es sólo un instrumento de aquél. Actúa con arreglo a premisas legales.

Crucificar a la PFP en el gólgota mediático y la lucha política es perder de vista objetivos estratégicos de cualesquier expresiones sociales y mellar su trascendencia.

El objetivo estratégico no es la PFP --ésta ajusta su conducta a códigos establecidos--, sino la cultura del poder en su modalidad actual y la filosofía que lo inspira.

ffernandezp@prodigy.netmx

Glosario:

Dialéctica: arte de dialogar, argumentar y discutir.
Espuria: falso, engañoso.
Gólgota: cerro donde fue cruicificado Jesucristo.
Ictiológico: perteneciente o relativo a la ictiología.
Parte de la zoología que trata de los peces.
Maniqueísmo: tendencia a interpretar la realidad sobre la base de una valoración dicotómica.
Tropel: muchedumbre que se mueve en desorden ruidoso.

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Derechos Humanos
Fausto Fernández Ponte
21 de mayo de 2006


I

Que el Estado mexicano forme parte del recién creado Comité de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos antójase broma macabra. Por incongruente.

Sin duda. La contradicción consiste en que siendo el Estado mexicano uno de los mayores violadores de derechos humanos en el mundo adquiere la natía de garante.

Sí, leyó usted bien, caro leyente. El Estado en cuyo combés territorial y social el feminicidio y la tortura son prácticas rampantes será garante de integridad moral.

No huelga mencionar que la inclusión de México en el susodicho comité se registró durante el mismísimo día de la represión del Estado mexicano en San Salvador Atenco.

Ese episodio trágico, como sabríase bien, fue precedido por otros: la masacre de obreros en Sicartsa y el homicidio de un activista rural en Guerrero por oponerse al gobierno.

Señálese que el susodicho comité de la ONU fue creado para garantizar que se aplicaran sanciones a aquellos estados que conculquen y violen los derechos humanos de sus gobernados.

En esa simulación el Estado mexicano se ha sumado al de Estados Unidos en el diseño y conducción de una política exterior cuyo propósito es el de desacreditar a otros.

II

El punto axial de las relaciones del Estado estadunidense con los estados no afines a interés que éste representa es, precisamente, defender los derechos humanos.

Pero esa es una defensa espuria y falaz, diríase que perversa, pues el Estado estadunidense tiene por práctica la conculcación de los derechos humanos de sus gobernados.

Evidencia palmaria, dramática incluso, es su población penal, la mayor en el mundo, y las sentencias de muerte. Agregaríase la población penal de prisioneros de guerra.

Así, el Estado estadunidense ha convertido la defensa simulada de los derechos humanos en un ariete, al que desde hace casi un sexenio --el de Vicente Fox-- nos hemos sumado.

Ello es mengua. Es afrenta. El Estado mexicano como lo representa el señor Fox ha actuado aviesamente contra el Estado cubano en los foros de derechos humanos.

Menciónese que, mediante agibílibus diplomático, el Estado estadunidense no se hizo representar en el comité, pero ello le permite manipular a subrogados, como el Estado mexicano.

Registrada ese contexto al través de los primas descritos, la presencia del Estado mexicano en el Comitè para los Derechos Humanos es como que el zorro cuide el gallinero

III

Esta metáfora del zorro no es hiperbólica, sino una descripción objetiva. O es, como bien diría Guillermo Almeyra, encargar a Kamel Nacif un orfanato de jovencitas.

Por ello, la inclusión del Estado mexicano antójase señal ominosa de la ONU al mundo: nos da noticia de lo que vendrá para desnaturalizar las defensorías de derechos humanos.

Y lo que vendrá, barrúntase, es una gran complicidad entre varios estados --incluyendo el estadunidense-- que simulan la defensa de los derechos humanos en el planeta.

Lo que también vendrá, ya lo adivinó usted, es la condonación de las violaciones de los derechos humanos en las que incurren las vertientes todas del poder.

Ello afectará, desde luego, a todos aquí, allá y acullá, lo mismo en aquellos países con alto desarrollo económico y social que en los de economías y sociedades más atrasados.

Una secuela de ello es que inhibirá y neutralizará el quehacer de los luchadores a favor de los derechos humanos y a promotores y defensores de éstos.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Agibílibus: Destreza, habilidad, ingenio para procurar la propia conveniencia.

Axial: Relativo al eje. Pivotal.
Combés: Ambito. Confín. territorio. Espadio.
Natía: Natural. Nativo. Naturaleza.

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Los Vascos


Fausto Fernández Ponte
19 de mayo de 2006



I

La deportación de cinco ciudadanos vascos y un mexicano a España, en donde se les acusa, sin pruebas jurídicas, de terrorismo en varias modalidades, es una aberración.

Y, en la misma vena, aberrante antójase las dos ciudadanas españolas y una chilena que el gobierno de México deportó sumariamente hace unos días sin más razón que una sospecha.

Y, a todo ésto, ¿por qué constituyen una aberración esas deportaciones? Por lo siguiente:

1) Rompe crudamente con una antigua y acreditadísima tradición mexicana de acoger y asilar al perseguido.

2) Rompe igualmente con una tradición constitucional muy arraigada de proteger al extranjero en nuestro territorio.

3) Y envía un mensaje al mundo que bien pudiere ser traducido como una advertencia ominosa: No queremos aquí a quienes se les persigue en otros países por causas políticas.

4) Tampoco son bienvenidos a México aquellos que luchan por la defensa de los derechos humanos individuales y sociales y que buscan el respeto del poder hacia éstos.

5) Ese mensaje tiene todavía alcances mayores: no sólo no queremos aquí ni son bienvenidos los perseguidos, sino que los devolveremos sumariamente a sus países de origen.

II

Para entender los sucedidos aquí descritos --las deportaciones-- es imprescindible situar el sustantivo "sumariamente" en el contexto. Esa es la palabra clave.

Véase, si no, caro leyente, lo que sigue:

Premisa número uno: los vascos deportados son mexicanos por la adopción de la ciudadanía. Mexicanos naturalizados.

Premisa número dos: la guisa jurídica de esta deportación fue la extradición, figura cuyo uso exige fehacientes pruebas que no fueron presentadas en México por el Estado español.

Premisa número tres: el gobierno de México y, por inferencia válida, el Estado mexicano mismo, resolvió y dispuso deportar a los afectados simulando impartir justicia.

Así, mediante una farsa burda para expeditar una decisión macabramente draconiana, el gobierno de México incurrió en una expresión equivalente a un crimen de Estado.

Señálese que no preconizamos aquí, en este espacio, la impunidad de presuntos perpetradores de delitos tipificados con arreglo a legislaciones española o mexicana. No.

Lo que sí preconizamos es que para deportar al grupo de vascos --incluido al connacional de ascendencia vascuence, el Estado solicitante, el de España, debe aportar pruebas.

III

Y esas pruebas deben ser incontrovertibles e irrefutables, no juicios de valor --como ha sido el caso de los vascos deportados-- ni subjetivismos ofrecidos por España.

Menciónese que a los deportados se les acusa de la modalidad de financiar las actividades terroristas de la ETA, que está a punto de iniciar un diálogo con el Estado español.

Pero la extradición se produjo al negarle la instancia judicial del Estado mexicano el amparo constitucional al grupo. El amparo les habría evitado la extradición.

La negativa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se fundamentó sobre un legajo de presunciones, sospechas, jucios de valor, mas ninguna prueba jurídicamente documentada

Esa negativa avaló una acción unilateral del Poder Ejecutivo --el gobierno, pues-- y la convirtió en una decisión, ciertamente lamentable, del Estado mexicano.

El asunto de las españolas y la chilena deportadas fue igualmente asaz irregular, aunque representó una medida administrativa, aunque acusadamente represiva y vengativa.

A las deportadas el gobierno las acusó, sin pruebas, de participar en el incidente de Atenco, en donde la policía mexiquense incurrió en brutalidad, incluyendo violaciones.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Aberración: grave error del entendimiento. Acto o conductas depravados, perversos, o que se partan de lo aceptado como lícito.
Expeditar: acelerar la solución de un asunto.

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Intimidación
Fausto Fernández Ponte
18 de mayo de 2006


I

¿Cuáles son los motivos verdaderos del Presidente George W. Bush de construir un muro de 600 kilómetros y desplegar tropas a lo largo de la frontera estadunidense con México?

Por supuesto que el motivo formal --el oficial, pues-- es el de asegurarse de que ningún extranjero indocumentado cruce la frontera e ingrese a territorio estadunidense.

Señálese que del 85 por ciento del total de extranjeros que desde México cruzan la frontera con EU son ciudadanos mexicanos. Conforman medio millón al año, aproximadamente.

Vista bona fide --con candidez-- esa motivación del señor Bush discerniríase que su afán es noble y patriótico, pues intenta con ello impedir que ingresen terroristas a EU.

Y conforme a derecho --en sus vertientes estadunidense e internacional--, el Presidente de EU está obligado a proteger la seguridad de su país y usar la fuerza para ese propósito.

Así, para todos los efectos oficiales el móvil de don George es el de reforzar la seguridad nacional estadunidense, lo cual es una premisa no muy real, sino falsa.

II

Secuencialmente, si la premisa es falsa el silogismo resultante resulta falaz. Ello oculta, convenientemente, el mero vero motivo de la decisión de don George.

Dígase de otro jaez que el motivo oficial --el de la seguridad nacional de EU-- es un pretexto, lo cual explicaría, a nuestro ver, el doble discurso del señor Bush.

Ese doble discurso de este no muy perínclito inquilino de la Casa Blanca en materia de emigración e inmigración tiene, obvio antójase ahora, varios interlocutores o destinatarios.

El primer interlocutor o destinatario de su mensaje es, desde luego, las fuerzas políticas y sociales que se oponen a la regularización (o amnistía) de 12 millones de inmigrados.

Menciónese que así como el grueso de emigrantes son mexicanos, la mayoría del total de inmigrados --esos 12 millones-- también es de compatriotas.

Para apaciguar a los oponentes de la regularización, don George crea un contrapeso: ya no más entrada ilegal de emigrantes a EU mediante medidas draconianas en la frontera.

Cierto. Desplegar la Guardia Nacional de California, Arizona, Nuevo México y Texas en la frontera con México y construir ese largo muro son, sin duda, acciones draconianas.

III

El otro destinatario de ese doble discurso del señor Bush tiene que ver con la política exterior del gobierno estadunidense, tanto la bilateral como la latinoamericana.

Desplegar fuerzas militares en la frontera es una acción típica de la doctrina disuasiva estadunidense. La disuasión mediante la fuerza es un instrumento muy importante de EU.

Ese instrumento es muy usado en la conducción de las relaciones del Estado estadunidense con los demás estados, incluyendo, desde luego, los vecinos México y Canadá.

Para disuadir, el gobierno de EU tiene bases militares en todo el mundo y despliega sus portaviones, submarinos y destructores por todos los océanos y mares del planeta.

Disuasión, pues. En el caso de México, ¿a quién trataría don George de disuadir? Al electorado mexicano, para influir en su conducta el 2 de julio mediante amenaza implícita.

Y es que teniendo tropas en la frontera común, a centímetros de nuestro territorio y listos para entrar, es amenazador. Conlleva como equivalente moral un aviso claro.

Y ese aviso es el de que votemos por el candidato a la Presidencia de México que garantizaría los intereses de las trasnacionales de EU en México y el saqueo de nuestro país.

Haga el caro leyente un ejercicio de lógica y descubrirá que la disuasión estadunidense apunta a Felipe Calderón como el candidato de las trasnacionales y del saqueo de México.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Draconiano: Dicho de una ley o medida sanguinaria o excesivamente severa. Perteneciente o relativo a Dracón, legislador de Atenas.
Disuasiva: Del verbo disuadir, que da origen al sustantivo
disuasión. Inducir. Mover a alguien mudar de dictamen o a desistir de un propósito.

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Megabiblioteca

Fausto Fernández Ponte

17 de mayo de 2006


I

Antójase ironía que en el sexenio de Vicente Fox --quien según confesión propia jamás ha leído un libro-- se haya construido e inaugurado la mayor biblioteca de México.

Así es. Conócese bien que don Vicente no es amante de la lectura de libros o periódicos impresos o por Internet o de documentos de gobierno.

Como consecuencia, don Vicente es un hombre con una ilustración formal limitada, no más allá de la que ofrece la escolaridad primaria y secundaria.

Empero, don Vicente es licenciado en administración de empresas (o LAE) por la Universidad Iberoamericana. La licenciatura la obtuvo, sábese, sin asistir a clases.

Y el tema de su tesis profesional fue el programa de gobierno de Guanajuato, que a la sazón presidía, elaborado por un equipo de especialistas de su administración.

"Todo me lo ha enseñado la vida", dijo en marzo de 2000 a un grupo de escribidores del Distrito Federal, siendo candidato a la Presidencia de la República.

En esa reunión, realizada en la casa del editor sonorense Alejandro Capdevielle en la capital de la república, don Vicente exhibió enorme nesciencia general.

Esa nesciencia fue particularmnente acusada en materia de historia de México, ciencias políticas y sociales, arte y literatura y cultura política. Nos impactó a todos.

II

En ausencia de conocimiento y para disfrazar --u ocultar-- su nesciencia, don Vicente recurrió constantemente a la frase común y a las muletillas. También exhibió prejuicios.

Y muchos, cabría añadir, según recuerda este escribidor. Don Vicente se mos ofreció allí como un individuo no sólo ignorante de lo básico, sino también con muchos prejuicios.

Sus prejuicios --"los pobres son pobres porque no trabajan" o "los indígenas son flojos"-- se exhibieron en un contexto de expresiones de soberbia y prepotencia.

"¿Para qué leer libros, si la televisión te enseña con imágenes lo que los libros no hacen?", respondió a una pregunta acerca de ciertas obras en materia de política.

Esas obras traídas a colación por los periodistas fueron las de Daniel Cosío Villegas y Pablo González Casanova. También nos dijo no saber quiénes eran esos autores.

De don Daniel, autor de La Sucesión Presidencial, y de don Pablo, quien escribió La democracia en México, el señor Fox dijo "Serán conocidos en su casa, pero yo no sé quiénes son".

En algún momento de su perorata --no cesó de hablar todo el tiempo--, don Vicente calificó de "kafkiano" el proceso de la sucesión presidencial de ese entonces.

III

Se le inquirió acerca del vocablo "kafkiano" y este escribidor le preguntó si había leído a Franz Kafka. Contestó don Vicente verbatim: "No lo he leído, pero sé quién es".

--Entonces, ¿por qué usa el adjetivo "kafkiano"? --se le perquirió--. Kafka falleció hace muchísimos años...

--Bueno --dijo sin inmutarse, mirando a los ojos de su interlocutor--, yo he oído la palabra "kafkiano" muchas veces. Sé lo que significa. Sé usarla.

A esa reunión con escribidores --casi todos columnistas de asuntos de política--, Marta Sahagún acompañó al señor Fox, quien era ya la responsable de la imagen del candidato.

No es trivial mencionar que ambos se sentaron juntos, ante una mesa oblonga, bajo un toldo en el jardín del anfitrión, Don Vicente acarició varias veces una rodilla de doña Marta.

Esta mujer, quien ya en Los Pinos fue, primero, vocera del Presidente y, luego, esposa de éste, también exhibió ante los columnistas una nesciencia tan enorme como la de don Vicente.

Cierto. Doña Marta mostró, no sin patetismo, prejuicios y supercherías. Pero esos son detalles para identificar con método historicista el móvil yacente de la megabiblioteca.

Los ignaros, escrito está en la historia, suelen dejar como legados obras de conocimiento y cultura para diluir la imagen que se tiene de ellos como indoctos desavisados.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Desavisados: Inadvertido. Ignorante.

Indoctos: Falto de instrucción. Inculto.

Ignaros: Ignorantes.
Nescientes: Ignorantes.
Muletilla: voz o frase que se repite mucho por hábito.
Verbatim: Con fidelidad textual.

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Dilema de Fox


Fausto Fernández Ponte
16 de mayo de 2006


I

El plan en materia de emigración del Presidente George W. Bush, de militarizar la frontera con México, tendrá por efecto detener el flujo indocumentado de mexicanos a EU.

En los círculos del poder y en amplios estamentos de la sociedad en el país vecino, ese flujo migratorio mexicano es considerado como una invasión extranjera

Pero, independientemente de los motivos verdaderos de la militarización, por parte del gobierno de Estados Unidos, de la frontera con México, este asunto exige un enfoque preciso.

Trátase, para el gobierno de México, de un asunto de importancia estratégica, dado que su trascendencia afecta los intereses de la seguridad nacional mexicana.

En efecto, caro leyente. Este es, insoslayablemente, un asunto de seguridad nacional pues sus referentes --el causativo y el secuencial-- son los de nuestra estabilidad.

Sin duda. Esa estabilidad abarca virtualmente todos los aspectos de la seguridad nacional y los imperativos estratégicos para reproducir y fortalecer ésta.

La estabilidad, no holgaría reiterarlo, es el componente central de la gobernabilidad, que en el entorno mexicano es acusadamente frágil dada su altísima vulnerabilidad

II

Tal es una de nuestras realidades más evidentes. En México, la gobernabilidad rómpese con preocupante frecuencia aunque, hasta ahora, esos rompimientos han sido fugaces.

Pero volvamos al tema de la estabilidad y, así, dígase que, a su vez, como causal de gobernabilidad, aquella también acusa fragilidad. Nuestra estabilidad es precaria.

Un par de agentes de estabilidad y, luego entonces, gobernabilidad en México, son la emigración mexicana a EU y las remesas de los connacionales inmigrados.

La emigración es una espita por la cual escapa la presión social que se representa en el desempleo y el subempleo, fenómenos crecientes en México, y la desesperanza.

No en vano Tony Garza, el embajador de EU en México, suele decir que la política económica del gobierno de México es, en realidad, remesas de inmigrados y exportaciones de petróleo.

La definición dada por el embajador Garza es fiel a la realidad. Describe con cruda franqueza que el gobierno de México carece, en realidad, de una política económica vera.

Y, como secuela de esa carencia de una política económica, el gobierno se ha convertido en una entidad cuentachiles, dedicada sólo a registrar ingresos y dispensar los egresos.

Sin esa espita, la presión aumentaría y más temprano que tarde se manifestaría políticamente, probablemente con acentos reivindicatorios de carácter económico

III

La espita de la emigración a EU libera energías con potencial revolucionario en mayor o menor grado, desactivando de esa guisa un detonante altamente desestabilizador.

Pero la mera emigración de medio millón, aproximadamente, de mexicanos a EU, si bien desactiva detonantes de explosiones sociales, no se explica sin los inmigrados.

Estos --calcúlase que en EU existen unos 11 millones de mexicanos sin visa-- remiten anualmente a México unos 20 mil millones de dólares. Esto fortalece las finanzas familiares.

Y al fortalecer dichas finanzas en millones de familias, la economía local, en áreas urbanas, semirurales y rurales, los efectos de la estratificación socioeconómica se palian.

Se palian, insístase, pero no se resuelven, además de que exaccionan un costo social dolorosamente dramático: la eventual destrucción de familias y comunidades enteras.

Las realidades aquí descritas son el basamento de la postura del gobierno de México ante el plan estadunidense, particularmente en el volátil entorno preelectoral.

Empero, la subordinación ideológica y política del Presidente Vicente Fox a los intereses estadunidenses le impiden al mandatario darle firmeza a la postura mexicana.

Así, el señor Fox encuéntrase en un dilema atroz. Subordinado al señor Bush, sufre parálisis política. Ya no es problema suyo, sino de su sucesor, sea quien sea éste.

ffernandezp@prodigy,net.mx

Glosario:

Espita: abertura, salida. Válvula de escape.
Exaccionan: perteneciente o relativo a exacción. Acción y efecto de exigir impuestos, prestaciones, multas, deudas, etc.
Palian: perteneciente o relativo a paliar. Mitigar, suavizar, atenuar una pena, disgusto, etc. Remesa: cosa enviada en cada vez.

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Fidel y Mario


Fausto Fernández Ponte

15 de mayo de 2006


I

El título del texto que tiene usted en sus manos, caro leyente, se refiere a ciertos personajes de la vernácula política mexicana: Fidel Herrera y Mario Marín.

Don Fidel es el gobernador del estado de Veracruz: Don Mario tiene investidura similar en el estado de Puebla. Además de la investidura, ambos tienen otras cosas en común.

Y algunas de esas cosas en común es la de que ambos son sosos y aburridos. Hablar con cada uno de ellos o ambos a la vez concita bostezos largos. Hablan y hablan y hablan. Y sólo hablan hiperbólicamente de sí mismos. Hablan de sus grandes logros --casi todos supuestos o exagerados-- en sus vidas. De hazañas espurias. Y de protagonismos falsos.

Y reseñan también actos inventados de valor personal y de heroísmos y de sacrificios para servir al pueblo de México. Exhiben así una fecunda imaginación digna de mejor causa.

Son, pues, el centro de todo. Han contribuido, dicen no sin afectada modestia, a la salvación de México o, en cada caso, a la de Veracruz y de Puebla.

Estamos en deuda con ellos. Y por ese endeudamiento de nosotros con ellos, los mexicanos --en particular los veracruzanos y los poblanos-- debemos estar agradecidos.

II

Otro denominador común a ambos es su irresistble inclinación a pasarse de listos. Y como secuela, ven a sus gobernados como tontos. Y, por lo mismo, manipulables.

En efecto. Don Fidel usa los dineros del contribuyente para financiar una descomunal campaña de exaltación de su ego y de culto a la personalidad que, dicho sin tapujos, asquea.

De esa guisa, el conspicuo don Fidel dispensa a vastos recursos del erario --de los contribuyentes-- a empresas privadas dedicadas a promover el culto a su personalidad.

También destina enormes recursos a afines y propincuos en los medios de difusión para realizar esa demencial desmesura difusora. Don Fidel promete. Y promete. Y no cumple.

No hay inversión pública trascendente. Paga don Fidel gacetillas en los diarios del Distrito Federal en las que se reseñan nimiedades. Ofende la inteligencia de los demás.

Y, como predecible consecuencia, los veracruzanos han llegado a suponer con su ya proerbial zumbonería que don Fidel posee el don de la ubicuidad. Está en todas partes.

Se le ve, no sin ironía, como una reencarnación de algún ancestral deidad mágica de cosmovisiones santeras y hechicerías, tan extendidas, ambas, en el trópico mexicano.

III

Don Mario, por su parte, se ha empeñado en una intensísima campaña para "recuperar" su imagen, dañada, según él, injustamente, por el asunto de la pederastia y la paidofilia.

Es posible que, dada la carencia de pruebas jurídicamente fehacientes, el señor Marín, llamado gober precioso, no sea ni pederasta ni paidófilo. Pero sí es un déspota.

Dígase de otro ajez, caro leyente, que no existen evidencias concretas de que don Mario es proclive a abusar sexualmente de niños ni de niñas frisando la adolescencia.

Las sospechas ciudadanas de los quehaceres pederastas y paidófilos del mandatario poblano se sustentan sobre juicios de valor, el de la asociación con alguien acusado de ello.

De lo que sí se le acusa con pruebas es de abuso del poder. Ejerció represalias en agravio de la periodista Lydia Cacho. Utilizó el aparato procurador de justicia de Puebla.

Fue una utilización aviesa, perversa, vengativa. Para proteger a un amigo íntimo, un empresario acusado de pederastia por la señora Cacho en un libro ya famoso.

Al abusar del poder, don Mario exhibió, como don Fidel, su catadura verdadera, la de verse a sí mismos más inteligentes que sus gobernados y engañarlos. ¡Qué patéticos personajes!

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Espuria: falso.

Hiperbólicamente: de manera hiperbólica. Figura que consiste en aumentar o disminuir excesivamente aquello de que se habla.

Propincuo: allegado, cercano, próximo.

Soso: que carece de gracia y viveza.

Vernácula: doméstico, nativo, de nuestra casa o país.
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El Peligro Cobrizo


Fausto Fernández Ponte
14 de mayo de 2006


I

La intención del gobierno de Estados Unidos de usar sus Fuerzas Armadas --militares-- para detener en la frontera con México la emigración antójase reacción de pánico.

Y, como tal --es decir, como reacción de pánico--, militarizar esa vasta franja limítrofe de unos tres mil kilómetros de longitud obsérvase cual acto desesperado.

Así, el pánico se traduce en decisiones desesperadas que son, por definición y por sentido común, inaconsejables, en particular cuando existen muchas alternativas racionales.

Pero prevalece obstinadamente la vía desesperada, la irracional, según lo ha adelantado el Presidente George W. Bush, quien hará pública formalmente la intención militar.

Por añadidura, en esa intención desesperada --aberrante a todas luces-- el gobierno estadunidensee ha involucrado de alguna manera a las Fuerzas Armadas de México.

De hecho, según la Casa Blanca, los secretarios de la Defensa de México y EU discuten ya, mediante subrogados autorizados, el papel de nuestro Ejército en este esquema.

Es obvio que para el señor Bush, el gobierno de Mèxico debe colaborar activamente, en el marco del acuerdo bilateral en seguridad y "progreso"-- con el de EU en esta materia.

II

El empleo de las fuerzas armadas estadunidenses tendrá por pivote operativo a la Guardia Nacional, que es una fuerza militar de cada uno de los 50 estados del país vecino.

Señálese que la Guardia Nacional es una fuerza militar federal, sino local, aunque su doctrina tiene las mismas premisas de aquél, las de seguridad e integridad territorial.

Empero, en el organigrama jurídico, la Guardia Nacional de cada estado tiene nominalmente un mando civil supremo, emblematizado en el gobernador.

Por lo que toca a lo militar propiamente, la supeditación operativa real, práctica, de la Guardia Nacional al Pentágono es un hecho insoslayable. Prevalecen ciertas dicotomías.

Existe, por ello mismo, una puja permanente entre el mando civil supremo de la Guardia Nacional y los ámbitos de coordinación militar federal, los del Pentágono.

En la puja suele dominar el Pentágono. Y la Guardia Nacional actúa más como extensión operativa y doctrinaria de las Fuerzas Armadas, pues el mando supremo militar es único.

Menciónese que el Pentágono es la reptresentación eufemística de las Fuerzas Armadas de EU, por ser un ciclópeo edificio pentagonal en Washington la sede formal de aquellas.

III

Esta realidad esquemática nos barrunta que la actuación de la Guardia Nacional de los cuatro estados de EU fronterizos con México estaría subordinada a prejuicios raciales locales.

En esos estados --California, Arizona, Nuevo México y Texas-- el sentimiento antimexicano está muy arraigado, no obstante los vínculos históricos con México y los mexicanos.

En esos estados, está muy extendido el sentir y el parecer de que la emigración mexicana y la presencia de núcleos densos de inmigrados representa la "reconquista".

Y allí, en esa convicción generalizada, subyace en la psique estadunidense la causal del pánico y la desesperación que se traduce en la militarización de la frontera.

La percepción de la "reconquista" se nutre a sí misma dada la evidencia insoslayable e incontrastable de la emigración mexicana. Tan errada convicción deviene en pánico e histeria.

A esa histeria contribuyen pensadores como Samuel Huntington, quien preconiza que EU está siendo invadido masivamente por mexicanos. Es el "peligro cobrizo".

Y, añade, está ocurriendo una "peligrosa" mexicanización étnica y cultural de EU que inexorablemente se traducirá en la toma del poder políico por inmigrados mexicanos.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Barrunta: penetración o trascendencia.

Dicotomía: bifurcación de un tallo o una rama. Método de clasificación en que las divisiones y subdivisiones solo tiene dos partes.

Eufemística: perteneciente o relativo al eufemismo.
Manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante.

Subrogados: perteneciente o relativo a subrogar. Sustitur o poner a alguien o algo en lugar de otra persona o cosa.

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La Fórmula


Fausto Fernández Ponte
12 de mayo de 2006


I

No parecen ser pocos los electores, en particular los de las clases sociales medias, que siéntense confundidos con respecto a la decisión que tomarán el próximo 2 de julio.

Despulpemos este teorema y, así, identifiquemos sus componentes definiendo el concepto clases sociales medias y el comportamiento cívico y político de éstas.

Tambièn es importante definir los componentes la naturaleza de la confusión en la ciudadanía que, a nuestro modo de ver las cosas, es una realidad insoslayable.

En igual vena, identifiquemos, aunque fuese de modo general, las causales reales y aparentes de esta confusión que adviértese objetivamente en nuestro electorado.

Esa confusión se manifiesta, por un lado, en las dudas acerca de por quiénes votar para elegir Presidente de la República, diputados y senadores. No sabemos razonar el voto.

Y, por otro lado, esa confusión descorre los velos que suelen ocultar --o, al menos disfrazar-- los imperativos culturales de clase. Denotan nuestros defectos sociales.

Ello antójase cierto, a la luz de la experiencia histórica, la del hombre como ser social y, en particular, la del mexicano. Nuestros defectos sociales se agudizan.

II

Y, por contrapartida, nuestras virtudes sociales se reducen, exhibiendo de esa guisa una preocupante inmadurez política y estratificación ideológica de la ciudadanía.

Y tanto esa inmadurez política como la estratificación ideológica que se registra fedetariamente en la ciudadanía representan una combinación conturbadora, por su alcance.

Vero, caro leyente. Muy vero. Esa combinación conturbadora suele tener, según nos lo dice la historia de México, la consecuencia de la desunión entre mexicanos. Polariza.

Ese es el efecto, históricamente letal, de esta combinación conturbadora. Desune. Divide. Nos separa. Nos lleva a odios, secuela, a su vez, de la lucha de clases.

Señálese que la lucha de clases es un hecho abrumadoramente fáctico, científicamente establecido desde el siglo XVIII por las ciencias políticas y sociales.

Esa lucha es, pues, un fenómeno social cabalmente discernido y asaz estudiado desde muchos ángulos y métodos. La lucha de clases, dícese, es el motor mismo de la historia.

Esa lucha existe intrínsecamente dadas la miríada de contradicciones entre los intereses de cada clase social. En México, esos intereses son acusadamente antagónicos.

III

Esto nos lleva a las clases sociales medias mexicanas, las cuales actúan cívica y políticamente con arreglo a premisas de su naturaleza, cosmovisión, idiosincrasia y psicología.

Empero, esas clases sociales medias denotan incongruencias que devienen de que no han tomado conciencia colectiva de que su condición societal ha sufrido una degradación cualitativa.

En efecto. Esas clases que se identifican culturalmente a sí mismas como medias han perdido esta cualidad. No son ya clases sociales en el significado cabal del concepto.

En mayor o menor grado, cada clase social mexicana ha sufrido una caída. Su movilidad --y su ascensión-- en la escala de expectactivas se ha reducido notoriamente.

Y su proximidad a la marginación económica y precariedad social es cada vez mayor. Pero de ello no parece haber conciencia, dada la estructura demográfica de esas clases.

Esas clases están conformada, en un grueso mayoritario, por individuos jóvenes, que carecen, por ello, de referentes experienciales que les permita saber que vivimos en crisis.

No saben, pues, esas clases medias que la crisis de las estructuras y superestructuras --en el sentido sociológico-- en México se remonta a medio siglo, más o menos.

IV

Así, la crisis en gradación variopinta preside la vida nacional, aunque ello no fue ónice para la conformación y consolidación de las clases sociales medias en México.

De hecho, esas clases sociales cimentaron su status quo, de bienestar aunque a costa de las clases marginadas que hoy conforman abrumadoramente una mayoría demográfica.

Esa crisis, sin embargo, adquirió un dinamismo frenético y acelerado desde 1982, llegando al cenit en los últimos sexenios. Hoy, en México hay unos 70 millones de pobres.

Y entre esos pobres figuran muchos estratos, estamentos y segmentos de las clases sociales medias, cuya conciencia de pobreza es parca debido a una limitada memoria histórica

Ello, empero, no les impide advertir que sufren carencias al compararse con las clases sociales altas y, en el momento electoral, se identifican con los intereses de éstas.

Ello es causal de confusión. Y por ello, las clases sociales medias hoy desgastadas actúan como si ese desgaste tan evidente no hubiese ocurrido o no existiese.

Así, es de preverse que las clases sociales medias votarám bajo la premisa de que al conservar los acervos de las clases altas conservarán los suyos. Estos, empero, no existen.

Y esta es una definición, entre muchas otras, de la lucha de clases. Sin tener conciencia de ello, las clases medias están más cerca de los 70 millones de pobres.

ffernandezp@prodigy.net.mx



Glosario:

Idiosincrasia: Rasgos, temperamento, carácter, etc., distintivos y propios de un individuo o de una colectividad.
Onice: ágata listada de colores alternativamente claros y muy oscuros, que suele emplearse para hacer camafeos.
Teorema: proposición demostrable lógicamente partiendo de axiomas o de otros teoremas ya demostrados.





























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Marcos y Televisa


Fausto Fernández Ponte
11 de mayo de 2006


I

¿Por qué Televisa dedicó 40 minutos, aproximadamente, de su tiempo valioso --medido en mucho dinero-- en programación noticiosa matutina al subcomdante insurgente Marcos?

¿Por qué el candidato del PRI Roberto Madrazo aparece públicamente recibiendo muy contrito y con recogimiento la hostia en la comunión de manos de un sacerdote?

¿Y por qué Felipe Calderón --conocido mejor en los mentideros de la política como FeCal-- reparte en sus mítines estampitas de la virgen de Guadalupe autografiadas por él?

¿Por qué Jane Fonda, luminaria de la cinematografía, y Salma Hayek, otra coscurante estrella del cine, visitan a Patricia Mercado y no a los demás candidatos?

¿Y por qué todo mundo ignora la candidatura de Roberto Campa Cifrián y nadie prominente --célebre o celebrado-- le visita y su proselitismo no es causal de difusión?

Y, a todo ésto, ¿por qué a ese personaje motejado El Peje ninguna celebridad le visita, no es entrevistado por Televisa ni va a misa y comulga ni reparte estampitas?

Las respuestas a esas interrogantes, caro leyente, antójanse obvias. Todos, menos este personaje de un villorrio del municipio de Macuspana, Tabasco, recurren a artilugios.

II

Son gimmicks, como diríase en el lenguaje de la política estadunidense cuyos métodos hemos copiado a pie juntillas. Desperate gimmicks, afirmaría, pensamos, Williams Safire.

El señor Safire, autor de un utilísimo y, por ello, celebrado diccionario de la política de su país, describe al artilugio como una táctica espectacular, dramática.

Una táctica del todo o nada. En nuestro entorno, ello ofrécenos, al parecer, como un verismo confirmatorio de la acertada definición del señor Safire.

Aplicaríase la definición safireana a los artilugios aquí identificados que, cual urdimalas, denotan desesperación para hacerse notar, para ganar terreno en el ánimo colectivo.

Y para atraerse la simpatía de millones de terceros --electores y consumidores de bienes comerciales y servicios-- y conservar nichos de atención y preferencias públicas.

Permanecer, pues. Permanecer en la psique colectiva, para fines de alcance de mensajes y conservar y aumentar su influencia sobre los destinatarios de éstos.

En el caso de Televisa, la búsqueda de altos "ratings" (y la conservación de éstos) habría determinado realizar la entrevista, "en vivo", a Marcos.

III

Empero, esa decisión --la entrevista en sí-- tiene secuelas, siendo la principal de éstas la de la imagen de una empresa notoria por manipular la difusión de hechos.

Esa manipulación se extiende no sólo a la trasmisión de hechos, sino también a la de las ideas y, acusadamente, las opiniones. La naturaleza misma del medio préstase a ello.

Así es. La naturaleza de la televisión permite la distorsión "natural" de los componentes de un contexto dado, de modo que la descontextualización es norma periodística

En una entrevista "en vivo", en un estudio, la descontextualización se da por el mero hecho de que la presencia del propio contexto cesa. Entrevista de personaje.

Y ese género --entrevista de personaje-- tiene en éste la fuerza axial del sucedido. Marcos respondió muchas preguntas, pero la atención se fijó en su persona, no en sus palabras.

Por ello, el efecto fue evidente. ¿Quién se acuerda lo que dijo Marcos al responder preguntas del joven Carlos Loret de Mola, nieto de un gran periodista yucateco del mismo nombre?

Los imperativos de la búsqueda de "ratings" elevados y de una imagen de difusión imparcial para diluir la de monopolio, llevan a Televisa por caminos inéditos. ¿Por cuánto tiempo?

ffernandezp@prodigy,net,mx

Glosario:

Contrito: que siente contrición. Arrepentimiento de una culpa cometida.

Coscurante: brillante. "Ratings": clasificación de acuerdo con el grado, rango, clase.

Urdimalas: alguien que urde cosas malas. Villorrio: población pequeña y poco urbanizada

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Clima Preelectoral


Fausto Fernández Ponte
10 de mayo de 2006


I

Desde hace varias semanas se especula en los mentideros de la política ciertas vitolas del entorno sociopolítico dentro de la cual se realizarán las elecciones en julio próximo.

¿Por qué? Porque lisa y llanamente los mexicanos vivimos en el miedo, en una gradación variopinta que va desde el temor subyacente hasta el pánico declarado y el terror.


Ello ha creado un insoslayable ambiente de incertidumbre que, a su vez, influye en la psique social y determina en gran medida la conducta colectiva.

Y esa conducta es propicia al planteamiento de propuestas y fórmulas simplistas para resolver ese contexto de miedo, temor, pánico y terror societal. Surgen, así, los salvadores.

Estos mesías insultan nuestra inteligencia y hieren nuestra sensibilidad y juegan, burla burlando, con nuestros miedos, manipulando nuestra ignorancia y nuestros prejuicios.

Los mesías --los candidatos a la Presidencia de la República y al Congreso de la Unión-- nos ofrecen eliminar las causales de nuestros miedos.

Nos ofrecen que, si los elegimos, pondrán fin a nuestras inseguridades e incertidumbres. Pero, sospechosamente, no nos dicen cómo lo harán. Es obvio que ninguno tiene un plan.

Empero, nuestra situacióm nos induce a tomarles la palabra y creerles. "A ver si este sí saca al buey de la barranca", pensamos, emblemáticamente, sintetizando nuestros anhelos.

II

Así, las vitolas tienen, ya lo habría adivinado usted, caro leyente, un denominador comun: la crítica agudización de las condiciones sociopolíticas que prevalecen en México.

Y no es para menos. Son condiciones preocupantes. Al país lo estruja una espiral de violencia general de tal laya que, lejos de reducirse, se intensifica.

Esa violencia acusa muchas formas y modalidades. Y, como la proverbial hidra, tiene muchas cabezas que, según la leyenda, al ser cercenadas, se regeneran.

Hay violencia devenida de una guerra por cotos de influencia de los cárteles del tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas o narcotráfico.

A esa violencia de un poder fáctico, el de la delincuencia organizada, súmase la violencia del poder formal, el del Estado, percibida como sustituto excesivo del diálogo.

Bajo esos mismos prismas de percepción pública, la violencia verbal del Estado descubre una estrategia para influir ilegalmente en el desenlace electoral.

Hay violencia económica, en agravio de millones de mexicanos, particularmente aquellos de los vastos estratos sociales afectados por la crisis estructural que nos agravia.

III

Hay una violencia aviesa que conocemos como inseguridad pública e inseguridad social, lo cual incide negativamente en nuestras relaciones con el contexto urbano.

Adicionalmente, adviértense indicios documentados y, por ende, fehacientes, de una abisal polarización ideológica de los mexicanos. Esa polarización raya en intolerancia y odio.

Pero esa polarización es síntioma de un incipiente fenómeno secuencial de mayor gravedad que la intolerancia y el odio entre mexicanos. Es la balcanización de México.

No hay un hilo conductor de cohesión ideológica, política, moral y ética. Lo que vemos es una conflicto de intereses faccionales, equivalentes a los de una guerra fraticida.

Los síntomas están allí, interactuando y creciendo. La balcanización --atomización, calificaríase-- suele tener desenlaces históricos: la desintegración de un país.

Y en ese entorno de pudrición del cuerpo social y las instituciones y distorsión monstruosa del ejercicio del poder--, ¿cómo realizar elecciones confiables?

El miedo, el temor, el pánico y el terror inducirán nuestro voto. De hecho, ya se aplican desde el poder estrategias orientadas a ello, induciendo nuestra volición.

No existen, pues, condiciones favorables a un proceso electoral creíble. En este entorno equivalente mortal a una guerra fraticida entre mexicanos, perderemos todos.

ffernandezp@prodigy.netmx

Glosario:

Atomización: de atomizar. Reducir una masa en partìculos pequeñas equivalentes a átomos.

Balcanización: vocalo enuso en las relaciones internacionales para describir la proliferación de estados en los Balcanbes.los ciencia polìticas relaciones Vitolas: aspectos de una cosa.

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Atenquizar México


Fausto Fernández Ponte
9 de mayo de 2006


I
Alfonso Durazo, quien fue secretario particular de Luis Donaldo Colosio y (seis años después de la muerte de éste), también de Fox, acuñó el otro día el verbo atenquizar.

Esa forma verbal, como lo habría adivinado ya el caro leyente, deviene de Atenco, teatro que fue días atrás de ciertas expresiones violentas de intolerancia del poder.

Antes de proseguir con el tema incúrrase aquí en una definición del poder. En el contexto de esta entrega de hoy, nos referimos a cierta vertiente del poder formal en México.

Y esa vertiente --la representada por el Poder Ejecutivo Dederal y del estado de México-- demostró en el episodio trágico y triste de Atenco que no cree en el diálogo.

Y el diálogo --nos lo dice la propia experiencia histórica del hombre como ser social-- es el componente esencial de la convivencia civilizada, cuyo corolario es el consenso.

La búsqueda de diálogo para fines de negociación y consenso es opuesta, por definición, a la intolerancia. En el caso de Atenco, el poder exhibió autoritarismo.

Y no sólo eso. Exhibió también el poder arbitrariedad. El poder aplicó perversamente esos atributos negativos, los de intolerancia, represión, autoritarismo y arbitrariedad.

II

Esa aplicación tuvo un móvil subyacente: no fue la búsqueda de diálogo, para negociar y lograr un consenso y, de esa modalidad, hacer justicia. No. Nada de eso.

El móvil dominante, abrumador, de la actuación brutal del poder fue la venganza, una emoción que es horrible en el comportamiento individual, pero terrible para gobernar.

Ello nos muestra con espeluznante nitidez que el poder en México se ejerce bajo imperativos causales monstruosos, los de darle rienda suelta al bajo instinto de la venganza.

El episodio ocurrió en un contexto social y político volátil, que la insensibilidad de las autoridades federales y mexiquenses lisa y llanamente no registraron. Grave.

Esa insensibilidad nos confirma suspicacias ciudadanas en Atenco --y en todo México, añadiríase-- de largo tiempo arraigadas en la psique colectiva del mexicano, a saber:

Una, la de que los personeros del poder formal no representan los intereses de la sociedad. Existe un divorcio entre el poder formal y el pueblo de México.

Otra, la de que, esos personeros ejercen el poder bajo conceptos filosóficos aberrantes --los del oscurantismo-- al no sentirse moralmente obligados a servir a la sociedad.

III

Y, una tercera, la de que, por esa deformación moral y ética y por atavismos de clase social, esos personeros actúan con arrogancia y ven a la sociedad como "su" enemiga.

Añadiríase otra suspicacia ciudadana: la de que para los personeros del poder, el derecho a la protesta ciudadana es intolerable e inaceptable, por lo que hay que penarlo.

Y penarlo severamente. Como en el caso de Atenco. Ese episodio se inició con el intento de desalojo autoritario y arbitrario de vendedores de flores una zona de comercio.

No hubo persuasión pacífica previa. No se realizó una tarea de convencimiento, de diálogo, de negocación, de consenso. No. Se usó violentamente el garrote. Sin aviso.

La intolerancia del poder formal nos dice de su percepción --a nuestro ver errónea-- de que la sociedad lo amenaza. El poder se siente acosado. Se sabe vulnerable. Hay nerviosismo.

Darle forma de verbo lato a los hechos de Atenco --atenquizar--, como lo hizo el señor Durazo, alude, en lo semántico, a una práctica que, en el caso, es frecuente.

Atenquizar es reprimir violentamente por afanes vengativos y de espuria justicia, para salvar un falso honor, el del poder ya deshonrado por su propia intolerancia e ineptitud

ffernandezo@prodigy.net.mx

Glosario:

Corolario: proposición que no necesita prueba particular, sino que se deduce fácilmente de lo demostrado antes.

Espuria: bastardo, falso.

Lato: dilatado. Se dice del sentido que por extensión se da a las palabras, sin que exacta o rigurosamente les corresponda.
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Periodistas 2/2
Fausto Fernández Ponte
8 de mayo de 2006

I

Decíase aquí, en la entrega pasada acerca del tema del periodismo en México, que éste se ejerce heroicamente no sólo por su peligrosidad, sino también por las limitaciones.

Entiéndase aquí que el periodismo es la parte más dinámica de la comunicación y, por lo mismo, de la difusión masiva de hechos y sucedidos, ideas y opiniones.

Acerca de la peligrosidad, decíase aquí que el poder --en sus vertientes formal y fáctica-- y la cultura concomitante y nuestro enorme atraso social son causales de la represión.

Así es. La represión es un síntoma activo --diríase que virulento-- de la intolerancia. Esta bestina babeante y hedionda es la expresión misma del poder en México.

Cierto. El poder y sus intereses culturales reprimen hasta la censura extrema --que es la muerte del periodista-- a quienes difunden hechos y sucedidos, ideas y opiniones.

La prevalecencia de esta variante de la intolerancia ha convertido a la represión en nuestro país una práctica sistémica y, a la vez, sistematizada. Combinación terrible.

La represión tiene modalidades y, por lo mismo, llevadas a la perversidad. Se usa a la ley, precisamente por su carácter de actuaciones organizadas desde el poder.

II

Ello obsérvase con nítida elocuencia en los casos muy conocidos y ampliamente difundidos a extramuros de México de Lydia Cacho, Olga Wornat y el semanario Proceso.

En estos casos el aparato judicial fue utilizado aviesamente, no como actuaciones para hacer justicia, sino para ejercer venganza.

En los casos aquí citados y una miríada de otros más poco conocidos, el poder incurrió en corrupción moral y ética al abusar flagrantemente de sus potestades constitucionales.

Se incurrió en ese abuso --al parecer impune-- de facultades legales del poder con el propósito expreso de acallar la difusión hechos y sucedidos y ejercer venganzas.

Esa distorsión monstruosa en el procuramiento --en el caso de la señora Cacho-- y la impartición de justicia nos habla de la cultura, al parecer arraigada, de la intolerancia.

De esa guisa se logran objetivos aberrantes: inhibir la difusión de hechos y sucedidos, ideas y opiniones, y conformar una cultura de la autocensura entre difusores.

Trátase, desde luego, de que los difusores --en medios impresos, hertizanos y la Internet-- actúen teniendo presente las consecuencias de la represión y la venganza del poder.

III

Como consecuencia prevalece un ambiente de terror en el ejercicio del periodismo, particularmente entre reporteros y editores y funcionarios de alta jerarquía de medios difusores.

Esa represión y su devenimiento, la autocensura, comprende también a los dueños, concesionarios y usufructuarios de los medios de difusión. Pero éstos no suelen resistirse.

En la mayoría de los casos, la resistencia de los dueños es vencida no por inducimientos --como la publicidad gubernamental, local y federal--, sino por terror.

Sin embargo, el inducimiento aquí citado es una práctica corriente más acusada en el ámbito de los estados que en el federal. En este último es la expectativa de favores.

Sin duda. Dado que la propiedad de los medios de difusión es privada --sobre todo en radio y TV-- y no social, los dueños suelen acatar los designios del poder.

Esto nos lleva al asunto de las limitaciones para ejercer el periodismo, tan graves como la peligrosidad que conlleva desempeñarlo. Las limitaciones le dan heroicidad al oficio.

Las limitaciones tienen que ver con los intereses creados de la naturaleza del régimen de propiedad privada de los medios difusores. La autocensura cierra un círculo atroz.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:
Aviesa: torcido, fuera de regla.
Concomitante: que aparece o actúa conjuntamente con otra cosa.
Usufructuario: Dicho de una persona: que posee y disfruta una cosa.




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