Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

¿Fraude?

Fausto Fernández Ponte
27 de junio de 2006


I

La calma chicha que a cinco días de las elecciones persiste bien pudiere acentuar ciertas suspicacias ciudadanas y de no pocos analizadores del proceso electoral propiamente.

Y esas suspicacias son las de que esta calma chicha es ominosa pues, según el folclore marítimo y la propia experiencia, precede a la tormenta o al temporal.

Entre la gente de la mar tiénese por axioma vero que mientras mayor y más extendida sea la calma, más violenta será la borrasca por venir. Sibilino augurio.

En la vernácula marítima, la calma chicha se representa en una completa quietud del aire. Nada se mueve. No hay viento en la atmósfera. Es bochorno. Y es pachorra.

Los griegos --de cuya civilización deviene la raíz del vocablo calma, heredado luego a los romanos-- le daban a esta palabra el significado de bochorno, acaloramiento.

No en vano. La calma chicha es un meteoro veraniego que, en el trasiego de la antigua Grecia el piélago Egeo, amasó un acervo vivencial enorme: La quietud chicha anuncia galerna.

Ha habido quietud desde hace varios días, tal vez desde el domingo pasado --cierre de campaña de Felipe Calderón--. Son no pocos quienes anticipan escenarios conflictivos.

II

En efecto, caro leyente. Esa quietud --atmósfera densa, aire contaminado, hojarasca seca, yesca a punto-- parece representar lo que en tauromaquía llámase momento de verdad.

Señálese que para muchos mexicanos, esa quietud no ha sido registrada, ocupados como están en el tráfago y la puja por la obtención de la proverbial alubia baya y la tortilla.

Pero los mexicanos que han registrado esa quietud sienten la opresión del peso de la densidad atmosférica y se inquieren, oteando al horizonte, ¿qué va a ocurrir?

Surge entonces la suspicacia del fraude electoral, fenómeno todavía muy arraigado en la cultura electoral de México que, para persistir, ha adquirido muchas formas.

Sin duda. El fraude electoral se mimetiza. Se disfraza también. Y, como el camaleón, se oculta a la vista de todos, utilizando el recurso cada vez más eficaz de la obviedad.

Y lo obvio aquí son los hechos siguientes:

1) La metida de manos del Partido (de) Acción Nacional en el padrón electoral mediante los buenos oficios del ya celebérrimo cuñado incómodo de Felipe Calderón.

2) El gobierno de Estados Unidos posee nuestro padrón electoral, comprado ilegalmente hace años y actualizado.

III

Carmen Aristegui, conductora de un programa de noticias por XEW, difundió el lunes pasado evidencias del ajetreo panista en el padrón. Ella misma puso a prueba su aserto.

La noticia divulgada por la señora Aristegui confirmó con pruebas fehacientes la sospecha, hecha pública hace un par de meses, de dicha manipulación del padrón por Diego Zavala.

El Instituto Federal Electoral contrató a una empresa del señor Zavala, hermano de la esposa de don Felipe, para limpiar el padrón. Tiene presunto socio: Juan Bueno Torio.

La empresa contratada --Hildebrando, S. A.-- usó un método conocido como Hildebrando 117, para manipular el padrón. Así, el PAN tenía acceso a información privilegiada.

¿Y el gobierno de EU? Sabido es que Washington favorece la candidatura del señor Calderón, por lo que su posesión del padrón y la tecnología les permiten manipular éste.

Y esa manipulación bien puede realizarse a control remoto, desde EU y alterar los cómputos y, ergo, los resultados de la elección e influir en el desenlace de ésta.

¿Difícil de creer? Por increíble que sea, esa percepción ciudadana antójase verismo. El fraude electoral, con alarde de tecnología, es la tormenta que anuncia la calma.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Axioma: proposición tan clara y evidente que se admite sin necesidad de demostración.

Galerna: viento súbito y borrascoso que, en la costa septentrional de España, suele soplar entre el oeste y el noroeste.

Sibilino: misterioso, oscuro, con apariencia de importante.

Tráfago: conjunto de negocios, ocupaciones o faenas que ocasionan mucha fatiga o molestia.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

Tres Tercios
Fausto Fernández Ponte
26 de junio de 2006


I

Todos los escenarios prospectivos posibles del desenlace de la elección del domingo próximo --en cinco días, caro leyente-- nos insisten en la llamada tesis de tres tercios.

Esa tesis --elaborada a partir de los resultados de los sondeos acerca de las preferencias del electorado-- establece que el voto será distribuido mayoritariamente entre tres.

Así, Andrés Manuel López Obrador, Felipe Calderón y Roberto Madrazo se repartirán más o menos equitativamente el 90 por ciento del total de votos a emitirse.

Como resultado, cada uno obtendrá el 30 por ciento, aproximadamente, de ese pedazo del proverbial pastel. Y al que le toque la cereza será el ganador. Apenas.

Esos escenarios prospectivos posibles devienen de varias premisas que son, a nuestro ver, falsas o aparentes o, en el mejor de los casos, convencionales y simplistas, a saber:

1) La de que el electorado está dividido en tres grandes vertientes ideológicas y políticas.

2) Una de esas vertientes es conservadora en gradación variopinta --desde la cerril y de baja escolaridad hasta la ilustrada y muy sofisticada--.

3) La tercera vertiente se identifica a sí misma como centrista en lo ideológico y lo político.

Esa división tripartita es arbitraria y no se ha manifestado en el pasado reciente. Lo que sí se ha expresado es la existencia de dos grandes bloques históricos.

II

Un bloque es el del conservadurismo, bajo guisas varias; otro, el del liberalismo mexicano histórico --el juarismo-- y y las ideas sociales de la Revolución Mexicana.

Lo que algunos tratadistas identifican como centrismo es, en realidad, una expresión ambigua de conservadurismo cuyo grosor es atraído por la cosmovisón de la derecha.

Volvamos al tema central. ¿Y el restante diez por ciento del electorado? Ese porcentaje será repartido entre Patricia Mercado, Roberto Campa y Víctor González Torres, doctor Simi.

El caso de don Víctor merece capítulo aparte. Aunque no es un candidato digamos oficial --pues no lo postula un partido político--, es posible que atraiga para sí millones de votos.

¿Por qué? Por varias razones. Una, la de que su mensaje ha llegado a millones de mexicanos. Y, otra, porque es visto como víctima de un sistema electoral aberrante.

Podríase suponer con cierta certidumbre que el doctor Simi obtendrá muchos más votos que doña Patricia y el señor Campa, a quienes la ciudadanía aun no fija bien en su psique.

Basta sólo la exclusión del doctor Simi para concluir que el sistema electoral mexicano es asaz injusto, pues niégale a un ciudadano su derecho constitucional a ser votado.

Ese hecho es génesis de profundas suspicacias acerca de la equidad del sistema electoral mexicano no sólo entre nosotros, sino también en el mundo. Hay obvia parcialidad.

III

Así, los sondeos que se realizan para discernir por quiénes votaremos los mexicanos tienen otro vicio de origen: ignoran a un candidato con muchos partidarios y prosélitos.

Y como presumiríase, el nombre de don Víctor no estará en las boletas electorales. Aparecerán sólo los de los señores Lòpez Obrador, Calderón, Madrazo, Campa y doña Patricia.

Desestimado este factor --el del doctor simi-- la tesis de los tres tercios apunta hacia un conflicto posterior al desenlace electoral y su eventual solución judicial.

Dígase de otro arreo que, según esa tesis, será el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación el que resuelva quién ganó la elección.

Discreparíamos de esa tesis. Adviértense indicios de que será el señor López Obrador quien obtenga más de un tercio del total de votos emitidos, o por mejor decir, computados.

¿Y cuáles son esos indicios? Los más representativos son los sondeos privados --de los propios partidos-- que no se divulgan masivamente y a los que unos cuantos tienen acceso.

Sondeos recientes del PRI y el PAN en los estados de México, Oaxaca, Puebla y Veracruz y el Distrito Federal le dan a AMLO una media de 43.3 por ciento del voto.

Si extrapolamos esos sondeos, advertiríase que cuatro de cada diez que votarían lo harían por el señor López Obrador. Señalese que salvo el DF, esos son bastiones priístas.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Cerril: dicho de una persona que se obstina en una actitud o parecer; sin admitir trato ni razonamiento.
Cosmovisión: manera de ver e interpretar al mundo.
Extrapolar: aplicar conclusiones obtenidas en un campo a otro.
Prosélito: partidario que se gana para una facción, parcialidad o doctrina.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

Preludios

Fausto Fernándezx Ponte

23 de junio de 2006



I

En 1906, los trabajadores de las minas y textiles en varias regiones de México sufrían, como en 2006, represión brutal al demandar condiciones laborales justas.

En ese mismo año, también los campesinos sufrían represión, al igual que en 2006, al demandar que el Estado --cuyo jefe era Porfirio Díaz-- impidiese despojos de tierras.

En tal año, los maestros en Oaxaca y, luego, en Puebla y otros estados de la República, se lanzaron como en 2006 a las calles en protesta por sus magras condiciones laborales.

En 1906, el gobierno pensaba que mejorar las condiciones de vida de los mexicanos era un signo de debilidad del poder ante el pueblo, al que debía servir. Igual que hoy.

En cambio, los personeros del poder se servían a sí mismos y a sus intereses de grupo, de facción o personales. Como hoy. Y como por hoy, asimismo, había impunidad y cinismo.

Y arrogancia y soberbia y prepotencia. La corrupción era rampante, cual ocurre escandalosamente por estos días, como hoy. El caso de Felipe Calderón es emblemático.

En el poder no se privilegiaba el diálogo. Se señalaba a priori a los luchadores sociales como revoltosos sin causa vera. Se les acusaba de beneficiar intereses personales.

Se repite la conducta hoy. El gobierno de Díaz daba garrotazos como respuesta y solución a las inquietudes sociales. Exactamente como lo hace el gobierno foxista.

II

Se utilizaba la ley para doblegar y acallar, mediante eliminación física, a disidencias y discrepanetes, activos en la arenga o en el proselitismo para encender conciencias.

No pocas veces se aplicó la censura extrema. De hecho, aplicar la censura extrema --la muerte-- era la norma en 1906. Dramáticamente, parece serlo también hoy.

Cierto. En 1906, los científicos en el gobierno y cuyos equivalentes hoy son el de los tecnócratas, diseñaban y aplicaban políticas ajenas a la realidad social de México.

Pero hace un siglo, los científicos --como hoy los tecnócratas-- consideraban ultraje al poder que el pueblo protestara y exigiera al Estado cumplir con sus obligaciones.

Hace cien años, en el gobierno se pensaba que todos estábamos contentos porque, desde el poder, la pobreza eran un mito genial. Como en el sexenio de Carlos Salinas.

Y, de hecho, el Presidente Díaz se veía a sí mismo como un benefactor de los mexicanos, quienes debían expresarle eterno agradecimiento. Como se ve a sí mismo Vicente Fox.

El gobierno utilizó en 1906 --como hoy-- a burócratas y a ciertos grupos rurales para enfrentar a mineros, maestros y a los atenquenses --campesinos-- de ese entonces.

Y utilizó los medios de difusión para desacreditar los movimientos sociales y justificar ante la opinión pública sus políticas represivas. Lo mismo ocurre hoy.

III

Las tácticas fallaron en esa ocasión, como esta fracasando en 2006, no obstante los aviesos empeños de los Ulises Ruiz y los Carlos Abascal y la complicidad de los medios difusores.

Pero nada podía calmar en 1906 las ansias reivindicatorias de los mexicanos. Y nada parece calmarlas hoy, en 2006. Existe una agitación social. La sociedad está conturbada.

En 1906, al gobierno le preocupaba sobremanera llegar sin conflictos sociales a la celebración del primer centenario del Grito de Independencia lanzado por Miguel Hidalgo.

Hoy, el gobierno parece empeñado en que el segundo centenario del Grito y el primero del inicio de la Revolución Mexicana sean celebrados en un entorno de falsa paz social.

Y es que, como ocurre en este 2006, en 1906 al gobierno le preocupaba también que el proceso electoral le fuese favorable al propio Díaz o a su candidato y a su partido.

Así, México padecía los estrujos asfixiantes de una acusada agitación social de carácter político. La inmensa mayoría de los habitantes estaba muy descontenta.

En 1906, los precursores de la Revolución Mexicana estaban muy activos, preludiando lo que vendría. Hoy adviértense los mismos barruntos revolucionarios. El pueblo no aguanta más.

Ese enorme descontento del pueblo de México que se expresaba políticamente tenía por alfaguara la desigualdad económica, la injusticia social y la iniquidad del poder.

El poder era en 1906 no muy distinto del de 2006: una élite --la de Los 300 y algunos más que popularizó la prensa de la época-- concentraba el ingreso y la riqueza de México.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Arenga: discurso pronunciado para enardecer los ánimos.
Avieso: torcido, fuera de regla.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

Diagnóstico 2/2


Fausto Fernández Pon
te
21 de junio de 2006


I

Describíase ayer aquí el estado de cosas que guarda nuestro país, consecuencia de un ejercicio del poder orientado a servir a intereses ajenos a los de México.

Y esos intereses son los de los grandes consorcios trasnacionales de Estados Unidos principalmente, aunque las de España también se beneficia con largueza.

Al orientar ese ejercicio del poder en México a favor de las trasnacionales, éstas saquean al país con el cinismo que deviene de la impunidad. Ese saqueo agravia a los mexicanos.

Ese estado de cosas es lamentable, habiéndose acentuado dramáticamente en los últimos cinco años y medio, aunque su génesis se remonta a varios sexenios anteriores.

En esos sexenios --desde el de Miguel Alemán Valdés, de 1946 a 1952-- el poder ha sido ejercido por políticos cuya ideología es la de la corrupción y la simulación.

Movidos, así, por esa ideología --la del provecho crematístico personal del poder--, esos políticos se adhirieron a las premisas del conservadurismo.

Y lo hicieron disfrazados de revolucionarios. Bajo ese disfraz actuaron contra los intereses del pueblo de México, a quien engañaban con un discurso de preocupación social.

Esos falsos revolucionarios usaron para su conservadurismo una entelequia política, el Partido Revolucionario Institucional, que decíase adalid de la Revolución Mexicana.

II

La Revolución Mexicana fue un movimiento reivindicador popular --campesino e indígena sobre todo-- que lo define como un fenómeno social, de masas, de izquierda.

Pero esos políticos --civiles, hijos y nietos de revolucionarios-- usaron un lenguaje de izquierda para adelantar las causas del conservadurismo, o sea la derecha.

Lo hacían, obvio obsérvase hoy, no por convicción, sino por conveniencia. Por motivos determinados por la corrupción. Y se hicieron cómplices en el brutal saqueo de México.

Empero, por lo menos los cuatro últimos presidentes --desde Miguel de la Madrid hasta el señor Fox-- eran cómplices convencidos de beneficiar a intereses trasnacionales.

Por ello, el fino ingenio del mexicano señala con ironía que don Miguel, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y don Chente han sido los primeros estadunidenses presidentes de México.

La zumbonería popular no es vana: percíbese que esos mandatarios han servido más a intereses trasnacionales que mexicanos y enriquecido escandalosamente.

Y es que, en efecto, percíbese que esos mandatarios han actuado convencidos de que ese saqueo de México nos beneficia al beneficiarlos a ellos. ¡Qué aberrante!

En esa complicidad criminal, por aviesa, premeditada y alevosa los personeros del poder --desde Alemán hasta el señor Fox-- han mentido y engañado y traicionado.

III

Sin duda. Nos han mentido. Nos han engañado. Han usado socaliñas y artilugios variopintos. Y nos han traicionado. Han traicionado a México y entregado el país a extranjeros.

La agravante es que continúan haciéndolo. Demandan que el elector vote por la continuidad de ese terrible estado de cosas. Que ratifiquemos el saqueo. Y nuestra propia opresión.

El saqueo es una causal inequívoca de estancamiento de nuestra economía --de capital, mercado y consumo salvaje-- y de pobreza, desempleo, emigración a EU, inseguridad pública.

Ello elucida una realidad opresiva. México --decíamos ayer-- ha decrecido espectacularmente en lo económico en los últimos cinco años y medio. Y economía que decrece se encoge.

Se achica. Se hace menos. El saqueo es alambicado. Sofisticado, pues. Se utilizan mecanismos como el Tratado de Libre Comercio de la América del Norte y otros.

Esto nos lleva a adicionales indicios de opresión:


1) La deuda externa de México es de unos 263 mil millones de pesos, el doble del gasto gubernamental en educación pública y diez veces mayor que el presupuesto de salud.

2) En diciembre, el gobierno del señor Fox habrá pagado un millón de millones --un billón-- 280 mil millones de pesos por interés de deuda: 90 veces el presupuesto de la UNAM.
3) El Estado y los mexicanos somos rehenes de las trasnacionales dueñas de los bancos en México mediante un perverso sistema de tarjetas de crédito rayano en usura.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:
Adalid: guía y cabeza, o muy señalado individuo de algún partido, corporación o escuela.
Alambicado: complicado, rebuscado
Entelequia: fin u objetivo de una actividad que la completa y la perfecciona.
Rayano: que confina o linda con algo.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

Votos de Desacuerdo


Fausto Fernández Ponte

19 de junio de 2006


I

Adviértense indicios de una toma de conciencia general en los mexicanos con largo alcance moral influyentes y sus afines y propincuos acerca de ciertos imperativos, a saber:

Uno, que nuestros votos le digan algo claro y, por ello, contundente al poder real en México --el de los dueños del dinero--, así como el que conforman los operadores de éste.

Otro, que los destinatarios --el poder real y sus élites-- registren, comprendan y asuman que el mensaje de los votos sea interpretado como nuestro verdadero sentir y parecer.

Y un tercero, que nuestro mensaje a las élites confirme sin equívoco que estamos convencidos de que saquean a México impune y cínicamente y que ese escamoteo nos empobrece más.

Un cuarto imperativo es el de que sepan esos saqueadoresque nuestra percepción es la de que México es cada menos de los mexicanos y cada más de los consorcios trasnacionales.

Y de que sabemos que esos consorcios trasnacionales --en su mayoría de Estados Unidos, siendo los de España los que le siguen en importancia-- dominan la vida económica de México.

Ese dominio sobre México es de tal envergadura que se traduce en una humillante dependencia de nuestra economía con respecto a la de EU. Ergo, desempleo y emigración.

II

Quinto, que sepan que sabemos que la dependencia económica determina las decisiones estratégicas del Estado mexicano en materia de sus relaciones con los países hermanos.

Octavo, que sepan también que sabemos que esa dependencia económica inspira políticas sociales aberrantes del Estado: reprimir trabajadores y degradar la educación pública.

Noveno, que sepan esas élites que estamos conscientes de que para detener la dependencia económica y revertir sus terribles efectos se requieren medidas radicales.

Y décimo, que las élites sepan que por medidas radicales muchos mexicanos entendemos constituir un nuevo Estado, con formas de organización económica y política diferentes.

Estas formas de organización económica debe sustentarse sobre una base sólida de principios y enunciados de una Carta Magna que privilegie intereses de las mayorías. El pueblo.

Por el pueblo, pues. Un pueblo conformado mayoritariamente por pobres --entre el 50 y el 70 poe ciento de la población-- secuestrados por élites que monopolizan el ingreso nacional.

Y no sólo el ingreso, sino también la riqueza del país, la plusvalía creada por los trabajadores pese a sufrir el brutal embate de la violencia económica desatada por el Estado.

Por ello, preconízase aquí que si votamos copiosamente por alguien distinto a los cinco candidatos de los partidos, los mexicanos estaríamos enviando un mensaje a las élites.

III

Un mensaje que sentimos que conturbaría y preocuparía a los segmentos pensantes e ilustrados de las élites: sería un aviso que, si desatendido, barruntaría radicalización.

De ello parecen haber tomado conciencia personajes como Cuauhtémoc Cárdenas, quien por primera vez preconiza la refundación del Estado. Propone, pues, nueva Constitución.

Y una nueva Constitución es una propuesta elucidada y enunciada aquí, en este espacio, desde hace años. Una nueva Constitución como verbo deontológico de un contrato social.

Vótese, pues, por uno mismo. O por algún héroe nacional de relevancia al momento que vivimos, como Miguel Hidalgo, José María Morelos, Benito Juárez, Emiliano Zapata o Pancho Villa.

O por algún candidato no oficial --como Víctor González Torres, el doctor Simi, o el insurgente zapatista Marcos-- o por el compadre o el vecino o el suegro o el mejor amigo.

Votar es un ejercicio que posee la doble cualidad de deber y derecho. Es un ejercicio que debemos realizar con suma constancia para no perder la práctica.

Y no debemos perder esa práctica independientemente de su utilidad o inutilidad a corto plazo. Sábese que nuestro voto no decidirá, mas no por ello debemos abstenernos de emitirlo.

Pero si hay una mayoría de boletas cruzadas por el votante a favor de quienes no sean candidatos formales, el mensaje mostrará nuestro desacuerdo con la simulación de democracia.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Barruntaría: de barruntar. Preveer, conjeturar o presentir por alguna señal o indicio.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

El Mensaje de Juan Pérez


Fausto Fernández Ponte
18 de junio de 2006


I

Acúsase desde aquí recibo de los mensajes de varios caros leyentes enviados a este escribidor durante una ausencia de fin de semana al sureste de México para dictar conferencias.

Así, tomamos nota de los mensajes de los leyentes Harry Gayner, Elisa Blanchet, Fernando Morales, Cecilia Cevallos, Aracely Solano Ortiz, Violeta González y Reyna Arenas.


Los mensajes tienen por denominador común un embaste de inquietud, si no es que preocupación y franca conturbación, por la lacerante realidad nacional y el desenlace electoral.

Y ese tema es, precisamente, el meollo conceptual vero de las pláticas de este escribidor en el sureste. A todos preocupan, en mayor o menor grado, la suerte de México.

A reserva de reproducir en las siguientes entregas parte de los mensajes de los leyentes, abordaremos hoy un aspecto del proceso electoral atañedera a nuestra angustia común.

Entremos en materia. Víctor González Torres, doctor Simi, pide a la ciudadanía --emblematizada en el raso genérico Juan Pérez-- votar por él, escribiendo su nombre en la boleta.

Eso no es nuevo ni innovador, argüiría el caro leyente. Hace lo mismo que todos y cada uno de los cinco postulados por los partidos. Que Juan Pérez vote por uno de ellos.

II

Y Juan Pérez --o si el leyente lo prefiere, Juan Ciudadano-- votará no sólo por uno de los cinco candidatos de los partidos, sino por una miríada de otros postulantes.

Y es que en adición a esos cinco adalides de los partidos identificamos, desde luego,a don Víctor, así como a una miríada de otros, incluyendo al insurgente Marcos.

Empero, existe una diferencia cualitativa muy acusada y, por evidente, notoria, entre don Víctor, por un lado, y los demás candidatos, tanto los formales como los informales.

Don Víctor no es un candidato postulado por partido político alguno. Tampoco financia su campaña de proselitismo electoral con los impuestos que pagamos al Fisco.

Don Víctor financia con recursos propios el derecho constitucional a ser votado. Sus afanes proselitistas no representan carga financiera a ningún ciudadano.

Y allí reside la contribución de este personaje singular al desarrollo político de México. Es una aportación de indudable didascalia. De calidad didáctica. De ejemplo moral.

Juan Pérez tiene ante sí una lista muy elongada de candidatos: todos y cada uno de los 73 millones de ciudadanos cuyos nombres figura en el padrón electoral.

Juan Pérez puede votar por él mismo, por su compadre, por su vecino, por su jefe o por su esposa o por quien le de la gana. Su voto será contado. Será estadística fiel, pues.

III

Y de la estadística fiel se desprenden registros fedatarios e interpretaciones de la realidad, deviniendo en herramienta de historicismo. Que nos caiga el veinte.

En ese sentido, esos votos tendrán una condición insoslayable de validez moral, aunque dados los aberrantes convencionalismos leguleyos del sistema anule su valor.

Eso quiere decir que la anulación afectará los votos emitidos por Juan Pérez en contra de los candidatos formales. No influirán en el discernimiento de un triunfador.

Pero la validez moral no reside sólo en el destinatario del voto, sino en la acción de acudir a una casilla, escribir el nombre de aquél en la boleta y depositar ésta en la urna.

Esto nos lleva a la solicitud del señor González Torres a Juan Pérez de que vote por él: ratificar el sentir de que el putrefacto sistema político tiene que ser reformado.

El IFE --en realidad, el poder de las élites-- no podrá ignorar que es un sentir popular expresados en millones de votos al doctor Simi y otros. Sería suicidio ignorarlo.

Ese es el mensaje sin leonerías de Juan Pérez al poder. "Respeten mi sentir y mi parecer y mi voluntad", es el enunciado del ciudadano. Es un enunciado galvanizador.

Por ello, preconizamos aquí votar, aunque no por los candidatos formales. Votar es la vía menos ralentizadora para enviar mensajes de desaprobación contundentes al poder.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Caiga el veinte: Metáfora de comprensión de la realidad. Acuñada en los cincuenta y sesenta: Los teléfonos públicos usaban monedas de veinte centavos de peso. Luego de introducida en una ranura, la moneda caía a un depósito en el aparato telefónico y activaba un mecanismo que abría la línea.

Didáctica: Pertenciente o relativo a la enseñanza.
Didascalia: Enseñanza. Instrucción.
Embaste: del verbo embastar: Hilvanar costura de puntadas largas.
Galvanizador: De L- Galvani, médico y físico italiano
(1737-1789). Electricidad producida por una acción química.
En biología, producción de fenómenos fisiológicos mediante corrientes eléctricas.
Leonerías: Bizarrías. Bravatas.
Putrefacto: Podrido. Corrompido.
Ralentizador: Del verbo ralentizar: Lentificar. Lentitud.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

Los Motivos del Voto 3/3

Fausto Fernández Ponte

16 de junio de 2006


I

En ciertos países cuyas formas de organización política son vistas en México como muy democráticas y, por tanto, modélicas y emulativas, sus sistemas están en crisis.

Tales son los casos de Estados Unidos y Francia. Y esas crisis son de representatividad más que de legitimidad, fenómeno consecuencial de la injusticia y la desigualdad.

Ambas formas de organización política democrática se remontan a revoluciones registradas a fines del siglo XVIII, próximas en el tiempo pero alejadas en las intenciones.

Y es que, en efecto, las revoluciones estadunidense y francesa escindieron la democracia. La revolución francesa se sustenta sobre una idea de igualitarismo económico.

Y sobre un haz de conceptos de fraternidad --cuya expresión es la solidaridad social-- y, desde luego, la libertad cuyo equivalente moral es el libre albedrío.

La estadunidense está regida por un modo de democracia de gestión, principalmente a escala local, determinada por asociaciones o asambleas informales de ciudadanos.

Pese a ello, se dieron las crisis. ¿Por qué? Porque la democracia de EU es una de intereses económicos y no una de ciudadanos. El gobierno de George W. Bush es típico de ello.

II

Y por lo que toca a la democracia francesa, los por qués se sincretizan en el distanciamiento entre las ideas del igualitarismo y la fraternidad y el capitalismo.

Este ha devenido en un salvajismo brutal, creando con ello una acusada desigualdad económica, política y social. Ello explica la violencia callejera de marginados hace meses.

Ambos casos exhiben brechas abismales y, a la vez, de gran anchura entre los estratos sociales todos, con su secuela de abstencionismo electoral y falta de participación política.

Y como sólo la minoría vota, el sistema político mengua su representatividad. Ello se traduce en la ineficacia de los mecanismos de escrutinio y vigilancia ciudadana y contrapeso.

No todos los ciudadanos se sienten representados, lo cual parece ser el denominador común de todo sistema político. La democracia se trasmuta en ejercicio electoral inútil.

Sin embargo, ni los estadunidenses ni los franceses parecen haber caído en la cuenta de la existencia de esas crisis y, por tanto, no hay debates al respecto.

Las crisis, empero, no sólo es atañedera a esos países con modelos políticos paradigmáticos y experiencias históricas revolucionarias, aunque diferentes en lo filosófico.

III

Las crisis se observan también en los sistemas políticos considerados democráticos como los de India o Brasil, con gigantescas masas de marginados económica y políticamente.

Y en esa vena, incluiríanse países como México, cuya forma de organización política presúmese en transición de un presidencialismo autoritario y brutal a la democracia.

A la injusticia y la desigualdad adhiérense otros componentes asimismo axiales, los de la iniquidad, la simulación, la corrupción y la criminalidad.

En México --como en la India o en Brasil--, el formalismo de la democracia sólo sirve a las élites que, en el caso mexicano, está conformada por unas 300 familias.

Y esa élite --esas 300 familias-- es antidemocrática por definición. Carece de vocación democrática. Fomenta una aculturación antidemocrática entre los mexicanos.

De los cinco candidatos a la Presidencia de la República, la élite --en realidad, una oligarquía--, tres son bien vistos y reciben apoyo de toda clase.

Pero volvamos a abrevar en la Pequeña Enciclopedia Política, de los pensadores galos Simone y Jean Lacouture:

"Si la democracia, antes de penetrar en las leyes, no es ya una manera de ser, una fórmula de la moral pública encarnada en la conducta comunitaria, no representa más que una superchería del poder".

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Escindir: cortar, dividir, separar
Paradigmático: ejemplo o ejemplar.
Superchería: engaño, dolo o fraude.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

Los Motivos del Voto 2/3


Fausto Fernández Ponte
15 de junio de 2006


I

Por las razones descritas ayer, el voto en blanco o por candidatos no postulados por los partidos políticos --en realidad, mafias del poder-- debiere ser reconocido.

De esa guisa, si votamos a sabiendas de la gran simulación --destino y alcance de nuestro voto--, estaremos creando conciencia del imperativo de refundar al sistema político.

Esa refundación debe ser total, de profundidad cualitativa y amplitud cuantitativa que implique, sin tramoyismos ni perversidades facciosas ni pierrotismos, una innovación.

Una refundación que implique crear una forma de democracia que, a diferencia de la actual, sea auténtica. Ello está al alcance de los votantes, pero no será fácil.

Habrá resistencias recursivas y recurrentes y, en la realidad, éstas ya se dan en modalidades variopintas: los intereses creados del poder se resisten.

Esa resistencia se emblematiza en la descalificación formalista y leguleya de las candidaturas independientes de Jorge Castañeda y Víctor González Torres.

La candidatura del señor Castañeda fue descalificada con arreglo a una exégesis que Cervantes describe, por voz de Sancho Panza, como ministros, letrados o abogados de secano.

II

La misma exégesis tan coloquialmente descrita por el adalid de la picardía caballeresca y las letras castellanas aplícase al señor González Torres, doctor Simi.

Empero, el doctor Simi --un personaje poco común-- continúa realizando su campaña de proselitismo electoral y educando a la ciudadanía acerca del voto no registrado.

La refundación del sistema político sustentaríase sobre el análisis objetivo de la experiencia histórica, para salirle al paso a las monstruosidades de aquél.

Y teniendo presente esas cortedades, defectos y vicios del sistema político actual trataríase de darle representatividad real, moralmente legítima, a los personeros del poder formal.

Ello tendría, por primera consecuencia positiva, el acotamiento de la influencia de los poderes fácticos, que son en realidad los que determinan el rumbo de este país.

¿Y cuáles son esos poderes fácticos? Uno de los mayores es el de los grandes consorcios trasnacionales --de Estados Unidos y España, principalmente-- establecidos aquí.

Otros poderes fácticos también importantes son los que se encuerpan en los intereses creados del Tratado de Libre Comercio de la América del Norte (TLCAN).

El TLCAN es el mecanismo mediante el cual el Estado estadunidense influye, de modo dominante y hegemónico, en el aparato de las decisiones estratégicas del Estado mexicano.

III

Ese dominio se advierte principalmente en materia de economía y finanzas --banca y especulación bursátil-- y en política exterior y, en no poca monta, la política interior.

Esto nos lleva a nuestro sistema político y al proceso electoral corriente --cuyo pináculo será alcanzado el próximo 2 de julio-- y a los términos de la forma de democracia.

Democracia --nos dice Jacques Lacoutoure, a quien este escribidor conoció en 1968 en Vietnam-- tiene muchas formas. "Es tarjeta de visita de todos los gobiernos", afirma.

Y, en efecto. Hasta los gobiernos más dictatoriales se identifican a sí mismos como democracias. En los años de nuestra dictadura perfecta ésta se ostentaba como demócrata.

Y había elecciones, como si éstas fuesen el sello distintivo de todas las formas de democracia, cuya definición clásica --la griega-- es de un gobierno de todos.

Pero esa sui generis la dictadura perfecta tenía por puntos axiales la simulación hipócrita, la corrupción impune y cínica y una intolerancia brutalmente represiva.

Hoy, la dictadura perfecta ha sido formalmente sustituida no por una forma verdadera de democracia, sino por otra falsificación, igualmente corrupta e impune y represiva.

Y es que en esta "nueva" y "verdadera" forma de democracia cuya alegoría es el sexenio de Vicente Fox, los vicios de la dictadura perfecta se han reproducido escandalosamente.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Axiales: Ejes.

Exégesis: explicación, interpretación.

Secano: Dícese de tierras áridas o de un bajo arenoso cercano a la costa. La expresión abogado de secano dr trfirtr a un juez que no sirve para ello.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

Los Motivos del Voto 1/3


Fausto Fernández Ponte
14 de junio de 2006



I

Votar en un sistema político como el de México, si bien es un derecho y, a la vez, un deber, antójase, en los hechos y en la realidad, un ejercicio de futilidad y simulación.

Antójase juego. Jugamos a simular que es un asunto serio porque los intereses creados del poder nos quieren hacer creer acerca de la seriedad del juego.

En la idiosincrasia mexicana este fenómeno se refleja con portentosa fidelidad en las relaciones laborales: "El patrón hace como que nos paga y hacemos como que trabajamos".

Ese epítome tan arraigado en la cultura laboral --la de las de las relaciones de producción y las fuerzas productivas-- se refleja en el proceso electoral.

¿Por qué? Antes de proseguir con el tema, permítale el caro leyente a este escribidor hacer la salvedad que no se preconiza aquí evadir ese deber y ejercer ese derecho. No.

Esta precisión es atinente. Lo que se preconiza aquí es cumplir con ese deber y ejercer ese derecho al sufragio a sabiendas de la ciudadanía que nos prestamos a una farsa.

Entonces, preguntarán ciertos leyentes, si sabemos que la elección es fútil, simulación y farsa ¿por qué entonces debemos ejercer el deber de votar y ejercer ese derecho?

III

Precisamente por eso. Porque no debemos perder la práctica --que apenas tenemos-- y la costumbre --recién iniciada-- de votar y expresar, así, nuestro sentir y nuestro parecer.

Trataríase, pues, de no perder la costumbre de decir lo que pensamos en una cultura que todavía privilegia la censura --o lo que es peor, la autocensura-- y temor al poder.

Y es que derecho que no se usa se atrofia. Y eso es lo que obsérvase desde hace varias generaciones: una atrofia cuya expresión más elocuente es la del abstencionismo electoral.

Esto es un verismo. La experiencia histórica nos dice que no hemos ejercido a plenitud ese derecho: en cada elección sólo votan, en promedio, cuatro de cada diez empadronados.

Ese es un promedio conturbador. Y en ese abstencionismo yace el peligro real, pues para los intereses creados del poder ello es entendido como una aprobación o anuencia.

Y al entenderlo erróneamente así, los intereses creados del poder confunden legitimidad con representatividad, sin distinguir que se ejercen legalmente pero sin delegación.

Ni subrogación alguna. Ni revezo. Los personeros del poder atienden los asuntos de su incumbencia personal y no los de su representación social. En este sexenio ha sido notorio.

Al no ejercer un derecho, los poderes constituidos --formales y fácticos-- se desenvuelven sin contrapesos ni escrutinios ciudadanos y adoptan conductas aberrantes.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Futilidad: poca o ninguna importancia de algo.
Revezo: Del verbo revezar. Reemplazar, relevar, sustituir a alguien, tomar su vez.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

El Voto 2/2

Fausto Fernández Ponte
13 de junio de 2006


I

Por el sentir de nuestros caros leyentes consignado ayer aquí deduciríase, por inferencia válida, ciertas vitolas y representaciones de las causas del abstencionismo electoral.

Y lo consignado aquí son expresiones de desencanto del electorado con respecto al ejercicio del poder, la endeblez moral y ética de los políticos y las cortedades del sistema.

Si la muestra del sentir ciudadano representada en las expresiones de los leyentes reproducidas aquí es fiel, entonces es obvio que el votante raso está decepcionado.

Subráyese que el votante raso es, en su grueso demográfico más denso, un individuo estrujado por las carencias de bienes tangibles e intangibles que definen a la pobreza.

Así obsérvase desde las yácatas de las ciencias sociales. La perspectiva científica nos señala que la pobreza no es sólo carencia o insuficiencia de bienes y/o servicios. No.

Y no. Pobreza es, centralmente, tener conciencia de esa penuria. La conciencia de su situación entre los desposeídos es un atizador de fogaratas de desesperanza social.

Sábese experiencialmente que del desengaño se camina sin rodeos a la desesperanza y que de éste se trasciende sin óbice al resentimiento. Y de éste a la conducta antisocial.

La conducta antisocial ofrece muchos rostros. Uno de esas facetas es la del abstencionismo electoral o, en uns entido más amplio, en el ejercicio de derechos y deberes cívicos.

II

No en vano, por ello, algunos tratadistas de las ciencias sociales identifican al abstencionismo electoral como una conducta antisocial, independientemente de sus mòviles.

Ese juicio de valor con pátina de objetividad científica no deja de ser sofistero, precisamente por la complejidad misma de las causales del abstencionismo electoral.

En México, ese fenómeno tiene raíces idiosincráticas y culturales, incorporadas como componentes importantes en la dialéctica del subdesarrollo econòmico y social.

Ese subdesarrollo es desigual, cualidad cuya realidad advièrtese obvia. Hay estratos de votantes muy politizados, que razonan su voto en función de imperativos ideològicos.

Y como secuela votan con arreglo a cierto comportamiento: el de la militancia partidista --los menos--, adherencia a enunciados de un partido o simpatía por un candidato.

Otros estratos de votantes acusan una politización que los politólogos llaman media. En México, esa politización media es la más extendida. La mueve la simpatía al candidato.

Esa simpatía no siempre tiene subyacencias causales de tipo emotivo, sino que resulta de la interacción de las fuerzas centrípetas y centrífugas de cada clase social.

Más una cosa es politización en mayor o menor grado y otra cosa muy distinta es la conciencia polìtica. Esta se define por un razonamiento objetivo e historicista del voto.

III

Ese segmento es el más minoritario de todos. Tienen de alguna manera las respuestas a los por qués de nuestra terrible situación econòmica, polìtica y social.

Existen, a despecho de la ciencia social, traslapes y entreveramientos entre estratos y las clases sociales, determinados por los mecanismos de inducción.

Esos mecanismos son los medios de control social que inducen al voto para perpetuar el formalismo legal legitimador sin el verismo que da la representatividad.

Por ello, en nuestra forma de organización política sólo votan, en promedio, cuatro de cada diez ciudadanos en el padrón. Esa realidad anula la bondad de la democracia.

La bondad centralk de la democracia reside en que es un estilo de vida, no una forma de Estado ni de gobierno. Un estilo de vida social. Un estilo de participación.

Y esa minoría --esos cuatro de cada diez votantes-- conforman los estratos muy politizados, los politizados a medias y los con alta conciencia política.

¿Y por qué no vota la mayoría, conformada por esos seis de cada diez votantes? Por la marginación social --en lo ducativo, la baja escolaridad, etcétera-- y económica.

A esa mayoría de marginados parecen sumarse los leyentes cuyo sentir se recogió ayer aquí. A los marginados adhiérense los desencantados, los deceopcionados y los escépticos.

ffernandezp@prodigy.netmx

Glosario:

Idiosincráticos De idiosincrasia.n
Pátina: Cubierta delgada y fina sobre un objeto.
Vitolas: Aspectos.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

El Voto ½


Fausto Fernández Ponte
12 de junio de 2006


I

Millones de ciudadanos mexicanos, presúmese, no han resuelto aún si votarán el próximo 2 de julio o, en caso de hacerlo, no han decidido todavía por quién sufragarían.

Para algunos --diríase correctamente que millones--, votar o abstenerse de hacerlo no representa lisa y llanamente un dilema, fueren cuales fuesen sus motivos.

En efecto. Votar o no a pocos les quitaría el sueño. Y, de hecho, para inducirlos a plantarse ante una urna e introducir en ésta una boleta se requiere poderosos inducimientos.

Y millones de conciudadanos no parecen ser susceptibles a ningún inducimiento. ¿Motivos? Los expertos aducen como causal principal la percepción de que votar no les beneficiará.

Cierto. Votar y elegir al Presidente de la República, a diputados y senadores no se traduce, en su cosmovisión, una modificación de fondo de la realidad material en que viven.

Ese inducimiento no existe, pues. Sean quienes sean el Presidente o los legisladores no les representa cambio sustancial en la calidad de sus vidas.

Otros inducimientos --los de carácter deontológico-- como los del patriotismo, los compromisos cívicos, los derechos políticos, etcétera, no les representan tangibilidad.

II

"Todos (los candidatos) son iguales", nos escribe la cara leyente Ernestina Merino González, quien abreva en los pergeños de este escribidor desde Tijuana, Baja California.

Hágase la salvedad que reproducimos aquí el parecer de la leyente Merino González como muestra, que supondríase representativa, del sentir de un amplio segmento ciudadano.

Señala: "Yo voté por (Carlos) Salinas en 1988, por (Ernesto) Zedillo en 1994 y por (Vicente) Fox en 2000 y lo que he visto es una colosal ineptitud. Arruinaron al país...

"Hoy veo a los candidato (Andrés Manuel) López Obrador, (Felipe) Calderón y (Roberto) Madrazo y los otros dos (Patricia Mercado y Roberto Campa) y me parecen farsantes... "¿Para qué votar? Todos los candidatos son iguales. Sólo quieren nuestro voto prometiéndonos el oro y el moro. Falsas promesas. Sólo les interesa el poder. Y los privilegios...

"Los candidatos nos dicen lo que ellos, erróneamente, creen que nos gustaría oír. Nada de eso. Para nada. No nos dicen cómo cambiar las cosas para mejorarlas....

"Y no nos lo dicen porque, una de dos, o no tienen la menor idea o no quieren realmente cambiar las cosas, pues a ellos les va muy bien como beneficiados de la corrupción".

III

Otro caro leyente, Enrique Flores Smith, quien nos sigue desde Chicago, Illinois, en el periódico por Internet Diario Libertad (
www.diariolibertad.org.mx), nos escribe:

"Votar por alguno de esos candidatos a la Presidencia de la República me parece como dicen los gringos un ejercicio de futilidad. Me parece una acción inútil...

"Y le voy decir por qué: Ni El Peje ni Calderón ni Madrazo ni ningún otro nos ha dicho cómo va a detener el tremendo daño causado al país y revertir sus efectos...

"Una cosa es detener lo que nos sigue dañando mucho y cada vez más y otra cosa es, como usted afirma en sus escritos, revertir las consecuencias tremendas de ese daño...

"El próximo Presidente tendrá que detener el daño. Pararlo. Poner fin a las causas de ese daño. Que ya no siga. Pero al mismo tiempo, tendrá que dar marcha atrás...

"Esa marcha atrás es para compensar o atenuar los efectos del daño. El próximo Presidente, aun teniendo al Congreso de su parte, no podrá hacerlo pacíficamente...

"Yo emigré hace tres años a Estados Unidos porque no encontraba empleo en México. Aquí trabajo en diseño gráfico, pero estoy ilegalmente, pareciendo que así voy a seguir...

"Ya me registré para votar en el consulado (de México), pero en realidad no voy a votar, pues ningún candidato me dice que si me deportan podré tener empleo en México".

ffernandezp@prodigy.netmx

Glosario:

Pergeños: traza, apariencia, disposición exterior de alguien o algo.

Tangibilidad: relativo a tangible. Que se puede tocar. Que se puede percibir de manera precisa.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

El Interinato

Fausto Fernández Ponte
11 de junio de 2006


I

Sabemos todos que acércase inexorablemente la fecha fatal. El Día D, pues. A dos semanas de la renovación de poderes, adviértense indicios acerca de cuál será el desenlace.

Y ese desenlace no parece favorable a Roberto Madrazo --muy abajo en los sondeos acerca del sentir verdadero del electorado-- ni tampoco a Felipe Calderón.

Las voces porque se posponga la elección sube en la escala decibélica, cada una con motivaciones que van desde la del interés particular al interés colectivo.

El candidato Madrazo, por citar una instancia, señala que las pugnas entre el señor Calderón y Andrés Manuel López Obrador ha contaminado el proceso electoral. Hay crispación.

Y odio, añadiríamos. Odio entre los señores Calderón y López Obrador y sus cohortes y partiquinos respectivos. Un odio de tal vena que su cauce sería la violencia física.

Y esa violencia física --que hasta ahora no ha alcanzado a ninguno de los dos-- podría degenerar rápidamente en expresiones extremas. Es el odio por motivos políticos.

Y por motivos de intereses creados de la cultura del poder formal y, desde luego, el fáctico, el de potestades reales que actúa en los lindes institucionales en agravio de todos.

II

Ese conflicto de intereses exhibe modalidades variopintas, todas brutales: choque entre grupos de presión y facciones del poder, entre clases y estratos sociales, etcétera.

Y, por si lo descrito fuere magro, el señor Madrazo afirma también que existen sospechas fundadas de que el padrón electoral también está contaminado y no es, ergo, confiable.

¿Es esa una táctica de don Roberto ante la aparente convicción de su candidatura y su partido --el PRI--podría quedar como una acotadísima tercera fuerza política.

A don Roberto le convendría que las elecciones fuesen pospuestas, pero sabe bien que a 15 días del Día D la contaminación no será detenida ni mucho menos revertida.

Y aunque no lo dice abiertamente, es obvio que el señor Madrazo vería con alivio la posposición del cotejo, la cual no sería por días, sino por unos años. Dos o tres. O seis.

Pudiere darse el caso de que una vez realizada la elección y ante el peligro vero de una guerra civil, se decidiese anular el resultado. Esa decisión correspondería al Congreso.

Si se posponen o anulan las elecciones, el Congreso tendría que designar un Presidente Interino, designación en la cual el PRI podría influir, dada su fuerza en el Congreso.

III

Ese Interino asumiría el primer día de diciembre, una vez que el actual mandatario, Vicente Fox, se marchase a su fastuoso palacete ranchero en Guanjuato. No hay mucho tiempo.

El Congreso cesa funciones el 31 de agosto, plazo para designar al Interino, cuyo mandato sería crear condiciones mínimamente óptimas para una elección confiable y pacífica.

¿Y quién sabe? A lo mejor un Presidente Interino de tres o seis años podría revelarse como un verdadero estadista --ver hacia el futuro--, serenar ánimos y reactivar la transición.

De esa manera se desactivaría el detonante potencial de un conflicto fraticida en México, dado el odio corrosivo que permea la epidermis de la sociedad y polariza a ésta.

El Interino, con su gajes metaconstitucionales históricas acotados por el Congreso, actuaría como jefe de Estado y no como jefe de Gobierno; este sería designado por el Congreso.

¿Es viable ese escenario? Es posible que para los actores principales en el proscenio de la vida política como el señor Madrazo, tal vez lo sea. A nuestro ver, sí es viable.

Y aconsejable. Posponer o anular las elecciones dado lo volátil e inestable del entorno sociopolítico --yesca para un incendio civil-- sería la más ecléctica y práctica previsión.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Crispación: Irritar, exasperar, encrespar.
Volátil: Mudable. Inconstante. Que se transforma violentamente.
Yesca: materia muy seca, preparada de suerte que cualquier chispa prende en ella.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

Fidel y Mario


Fausto Fernández Ponte
15 de mayo de 2006


I

El título del texto que tiene usted en sus manos, caro leyente, se refiere a ciertos personajes de la vernácula política mexicana: Fidel Herrera y Mario Marín.

Don Fidel es el gobernador del estado de Veracruz: Don Mario tiene investidura similar en el estado de Puebla. Además de la investidura, ambos tienen otras cosas en común.

Y algunas de esas cosas en común es la de que ambos son sosos y aburridos. Hablar con cada uno de ellos o ambos a la vez concita bostezos largos. Hablan y hablan y hablan.

Y sólo hablan hiperbólicamente de sí mismos. Hablan de sus grandes logros --casi todos supuestos o exagerados-- en sus vidas. De hazañas espurias. Y de protagonismos falsos.

Y reseñan también actos inventados de valor personal y de heroísmos y de sacrificios para servir al pueblo de México. Exhiben así una fecunda imaginación digna de mejor causa.

Son, pues, el centro de todo. Han contribuido, dicen no sin afectada modestia, a la salvación de México o, en cada caso, a la de Veracruz y de Puebla.

Estamos en deuda con ellos. Y por ese endeudamiento de nosotros con ellos, los mexicanos --en particular los veracruzanos y los poblanos-- debemos estar agradecidos.

II

Otro denominador común a ambos es su irresistble inclinación a pasarse de listos. Y como secuela, ven a sus gobernados como tontos. Y, por lo mismo, manipulables.

En efecto. Don Fidel usa los dineros del contribuyente para financiar una descomunal campaña de exaltación de su ego y de culto a la personalidad que, dicho sin tapujos, asquea.

De esa guisa, el conspicuo don Fidel dispensa a vastos recursos del erario --de los contribuyentes-- a empresas privadas dedicadas a promover el culto a su personalidad.

También destina enormes recursos a afines y propincuos en los medios de difusión para realizar esa demencial desmesura difusora. Don Fidel promete. Y promete. Y no cumple.

No hay inversión pública trascendente. Paga don Fidel gacetillas en los diarios del Distrito Federal en las que se reseñan nimiedades. Ofende la inteligencia de los demás.

Y, como predecible consecuencia, los veracruzanos han llegado a suponer con su ya proerbial zumbonería que don Fidel posee el don de la ubicuidad. Está en todas partes.

Se le ve, no sin ironía, como una reencarnación de algún ancestral deidad mágica de cosmovisiones santeras y hechicerías, tan extendidas, ambas, en el trópico mexicano.

III

Don Mario, por su parte, se ha empeñado en una intensísima campaña para "recuperar" su imagen, dañada, según él, injustamente, por el asunto de la pederastia y la paidofilia.

Es posible que, dada la carencia de pruebas jurídicamente fehacientes, el señor Marín, llamado gober precioso, no sea ni pederasta ni paidófilo. Pero sí es un déspota.

Dígase de otro ajez, caro leyente, que no existen evidencias concretas de que don Mario es proclive a abusar sexualmente de niños ni de niñas frisando la adolescencia.

Las sospechas ciudadanas de los quehaceres pederastas y paidófilos del mandatario poblano se sustentan sobre juicios de valor, el de la asociación con alguien acusado de ello.

De lo que sí se le acusa con pruebas es de abuso del poder. Ejerció represalias en agravio de la periodista Lydia Cacho. Utilizó el aparato procurador de justicia de Puebla.

Fue una utilización aviesa, perversa, vengativa. Para proteger a un amigo íntimo, un empresario acusado de pederastia por la señora Cacho en un libro ya famoso.

Al abusar del poder, don Mario exhibió, como don Fidel, su catadura verdadera, la de verse a sí mismos más inteligentes que sus gobernados y engañarlos. ¡Qué patéticos personajes!

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Espuria: falso.
Hiperbólicamente: de manera hiperbólica. Figura que consiste en aumentar o disminuir excesivamente aquello de que se habla.

Propincuo: allegado, cercano, próximo.
Soso: que carece de gracia y viveza.
Vernácula: doméstico, nativo, de nuestra casa o país.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

Fidel y Mario


Fausto Fernández Ponte


I

El título del texto que tiene usted en sus manos, caro leyente, se refiere a ciertos personajes de la vernácula política mexicana: Fidel Herrera y Mario Marín.

Don Fidel es el gobernador del estado de Veracruz: Don Mario tiene investidura similar en el estado de Puebla. Además de la investidura, ambos tienen otras cosas en común.

Y algunas de esas cosas en común es la de que ambos son sosos y aburridos. Hablar con cada uno de ellos o ambos a la vez concita bostezos largos. Hablan y hablan y hablan.

Y sólo hablan hiperbólicamente de sí mismos. Hablan de sus grandes logros --casi todos supuestos o exagerados-- en sus vidas. De hazañas espurias. Y de protagonismos falsos.

Y reseñan también actos inventados de valor personal y de heroísmos y de sacrificios para servir al pueblo de México. Exhiben así una fecunda imaginación digna de mejor causa.

Son, pues, el centro de todo. Han contribuido, dicen no sin afectada modestia, a la salvación de México o, en cada caso, a la de Veracruz y de Puebla.

Estamos en deuda con ellos. Y por ese endeudamiento de nosotros con ellos, los mexicanos --en particular los veracruzanos y los poblanos-- debemos estar agradecidos.

II

Otro denominador común a ambos es su irresistble inclinación a pasarse de listos. Y como secuela, ven a sus gobernados como tontos. Y, por lo mismo, manipulables.

En efecto. Don Fidel usa los dineros del contribuyente para financiar una descomunal campaña de exaltación de su ego y de culto a la personalidad que, dicho sin tapujos, asquea.

De esa guisa, el conspicuo don Fidel dispensa a vastos recursos del erario --de los contribuyentes-- a empresas privadas dedicadas a promover el culto a su personalidad.

También destina enormes recursos a afines y propincuos en los medios de difusión para realizar esa demencial desmesura difusora. Don Fidel promete. Y promete. Y no cumple.

No hay inversión pública trascendente. Paga don Fidel gacetillas en los diarios del Distrito Federal en las que se reseñan nimiedades. Ofende la inteligencia de los demás.

Y, como predecible consecuencia, los veracruzanos han llegado a suponer con su ya proerbial zumbonería que don Fidel posee el don de la ubicuidad. Está en todas partes.

Se le ve, no sin ironía, como una reencarnación de algún ancestral deidad mágica de cosmovisiones santeras y hechicerías, tan extendidas, ambas, en el trópico mexicano.

III

Don Mario, por su parte, se ha empeñado en una intensísima campaña para "recuperar" su imagen, dañada, según él, injustamente, por el asunto de la pederastia y la paidofilia.

Es posible que, dada la carencia de pruebas jurídicamente fehacientes, el señor Marín, llamado gober precioso, no sea ni pederasta ni paidófilo. Pero sí es un déspota.

Dígase de otro ajez, caro leyente, que no existen evidencias concretas de que don Mario es proclive a abusar sexualmente de niños ni de niñas frisando la adolescencia.

Las sospechas ciudadanas de los quehaceres pederastas y paidófilos del mandatario poblano se sustentan sobre juicios de valor, el de la asociación con alguien acusado de ello.

De lo que sí se le acusa con pruebas es de abuso del poder. Ejerció represalias en agravio de la periodista Lydia Cacho. Utilizó el aparato procurador de justicia de Puebla.

Fue una utilización aviesa, perversa, vengativa. Para proteger a un amigo íntimo, un empresario acusado de pederastia por la señora Cacho en un libro ya famoso.

Al abusar del poder, don Mario exhibió, como don Fidel, su catadura verdadera, la de verse a sí mismos más inteligentes que sus gobernados y engañarlos. ¡Qué patéticos personajes!

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Espuria: falso.
Hiperbólicamente: de manera hiperbólica. Figura que consiste en aumentar o disminuir excesivamente aquello de que se habla.

Propincuo: allegado, cercano, próximo.
Soso: que carece de gracia y viveza.
Vernácula: doméstico, nativo, de nuestra casa o país.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

La Recta Final
Fausto Fernández Ponte
9 de junio de 2006


I

Quedan sólo unos días --22, para ser exactos-- para el gran cotejo electoral previsto para el primer domingo de julio próximo. Para muchos el desenlace antójase predecible.

Y como en el atletismo de pista --las carreras de larga distancia--, en la recta final, la que conduce hacia la ansiada meta, uno de los contendientes ya corre solito.

Dicho de otro jaez, caro leyente, en esta metáfora deportiva, uno de los corredores ya despegó, alejándose de su más cercano perseguidor y el resto del grupo.

Señálese que a ese grupo lo conforman desde el inicio de la carrera por seis candidatos a la Presidencia de la República --cinco de derecho y uno de hecho--.

El candidato de hecho --Víctor González Torres, doctor Simi-- ha realizado una campaña de proselitismo de mayor alcance que la de Patricia Mercado y Roberto Campa.

Dígase aquí que la mera existencia de un candidato de hecho nos describe, no sin elocuencia, que el marco jurídico de nuestro sistema político es asaz deficiente y desigual.

Ese marco legal privilegia, mediante pueriles formalismos leguleyos, las candidaturas de los partidos políticos --viciados y rebasados--, en agravio de la ciudadanía.

¿Cuál ha sido el punto de quiebre que ha marcado, a nuestro ver, el despegue de uno de los candidatos en la recta final de esta carrera por el voto?

II

¿Y quién es ese corredor que ya se alejó del grupo y está más cerca de la meta que los demás? ¿Es Roberto Madrazo? ¿Tal vez Felipe Calderón? ¿O Andrés Manuel López Obrador?

Despulpemos las respuestas: El punto de quiebre desde donde se alejó el puntero fue el debate del pasado martes 6 del mes que corre y la configuración de cierto sucedido.

Ese sucedido se representa en la denuncia mediática del cuñado incómodo del señor Calderón, cierto Diego Hildebrando Gómez del Campo, recipiendario de la largueza gubernamental.

Tal largueza se representa en la sospecha de que el cuñado incómodo se benefició de la influencia del señor Calderón como funcionario público y la esposa de éste, Margarita.

Doña Margarita, no huelga mencionar, es diputada federal desde que su esposo, don Felipe, era director general de Banobras y luego titular de la secretario de Energía.

Una pareja influyente, a no dudarlo, y por ende, poderosa que usó, presuntamente, sus investiduras y potestades para engrosar las cuentas bancarias de don Diego.

Después del debate --don Andrés Manuel no tenía previsto abordar el asunto del cuñado incómodo--, el tema del día ha sido, hasta hoy, el de las alegres triscas de don Diego.

Y así, trisca que trisca por los ubérrimos huertos del presupuesto federal, el señor Zavala ha quedado exhibido como emblema del sexenio, junto a Marta Sahagún y sus vástagos.

III

Ese tráfico de influencias, abuso de poder y usufructo de dineros del erario ha mal distinguido al gobierno de Vicente Fox, cuyos hijastros incómodos se han servido a cucharones.

Esos casos de rampante corrupción gubernamental son sólo los más difundidos, existiendo miles de otros de recursos públicos que se ventilan con menor impacto mediático.

Entre éstos menciónense los de la Lotería Nacional, la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito, los desechos del ISSSTE y el gobierno para provecho de un grupo de poder.

La corrupción foxista incide en el ánimo ciudadano no sólo por su magnitud --que trasciende lo razonable--, sino por el doble lenguaje, de falsa honestidad, que usan el PAN.

Pero volvamos al tema. Ese despegue es sentido al margen de lo que arroje el afán sondeador de los candidatos y sus partidos. Los sondeos confirman, empero, ese sentir.

Esto nos lleva a la segunda pregunta. El que despegó fue el señor López Obrador, alejándose más y más del señor Calderón, abrumado por las denuncias de corrupción familiar.

Adviértase, empero, que el despegue no indicaría que el señor López Obrador será el ganador de la elección. Sólo indica que amplía posibilidades de una victoria.

Y esa ampliación --el despegue, alejándose de los demás-- pudiere detonar reacciones de prejuicio extremo en agravio suyo por los intereses creados que abandera don Felipe.


ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:
Triscas: ruido que se hace con los pies en una cosa que se quebranta.
Ubérrimo: muy abundante y fértil.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

El Caso Excélsior

Fausto Fernández Ponte
8 de junio de 2006


I

A nuestro ver, el llamado caso Excélsior es un epítome emblemático, fiel, de la cultura del poder: rapiñar tesauros sociales en provecho inmoral de particulares.

Toda proporción guardada, el saqueo de la empresa social que publicaba Excélsior --ahora la publica un ente privado-- no es ajeno, en cuanto a equivalencia moral, al Fobaproa.

Este mecanismo --el del Fobaproa-- fue ideado por un grupo de tecnócratas en el poder político para beneficiar aviesamente al poder económico, históricamente entreverados.

Cierto. El Fondo Bancario de Protección al Ahorro fue la socaliña de formalismo leguleyo para que el saqueo de más de un billón de billones de pesos quedase impune. Impune quedó.

Fue un despojo a la nación, con lo que querríase decir que fue un saqueo de acervos bancarios cuyo monto será cubierto no por los perpretadores, sino por la sociedad.

Por supuesto, el saqueo a Excélsior no se compara en magnitud ni alcance ni consecuencial al del Fobaproa y, de hecho, no afecta negativamente a todos los mexicanos.

Pero sí incide en la conculcación de una deontología social, pues lo de Excélsior y el Fobaproa es expresión ritual del poder. Ambos comparten el mismo meollo cultural.

La sociedad Cooperativa de Responsabilidad Limitada Excélsior, compañía editorial, está en liquidación tras haber cedido derechos de marca e instalaciones a unos particulares.

II

Y en el proceso de liquidación, la citada empresa social ha suspendido, en los hechos, aunque no formalmente, el pago de sus pasivos, incluyendo salarios a muchos de exempleados.

Mas no sólo son muchos de los antiguos empleados de la Sociedad los que han visto escamoteados sus derechos, sino también los propios socios --dueños-- de la empresa.

La mayoría de estos últimos decidió, en asamblea formal, ceder a terceros el derecho a usar la marca --el nombre del diario Excélsior-- y un bien raíz e instalación industrial.

Esa cesión de derechos es la figura jurídica mediante la cual ciertos particulares conformados en sociedad anónima le dieron la vuelta a ciertos imperativos éticos y legales:

Uno, la inconstitucionalidad de desmantelar, mediante cesión de derechos a usar activos a particulares, los bienes de una empresa social, como es una sociedad cooperativa.

Y, otro, que a cambio de cederles sus derechos a particulares, la empresa social --la cooperativa-- no recibe beneficio tangible o intangible alguno.

Existe un tercer imperativo ético y legal: los pasivos --incluyendo salarios caídos de sus ex empleados y falta de pago de las acciones de sus socios-- aumentan día con día.

La Sociedad Coooperativa ya no publica el periódico --que fue muy influyente en México y en ciertas partes del mundo-- y no tiene ingresos, pero sí egresos.

III

Así, la operación --aprobada por los socios-- no fue una compraventa en sentido legal: No hubo un comprador, sino un recipiendario de la generosidad de los cooperativistas.

El recipiendario no se ha mostrado muy agradecido por la largueza de los socios de la cooperativa. Y, de hecho, paga 20 centavos por cada peso a los acreedores de ésta.

Y esto nos lleva al proceso de liquidación de la susodicha Sociedad Cooperativa. Para liquidar una entidad mercantil --social o particular-- la ley establece ciertas premisas.

Y una de esas premisas es la de que la liquidación no vulnere ni conculque ciertos principios, el de la salvaguarda de los intereses de socios/trabajadores y sus empleados.

Estos son trabajadores. Algunos de ellos no han cobrado salario o emolumento o estipendio desde 2000 a la fecha. Y el liquidador, Javier de Anda, va dándole largas al asunto.

¿Por qué, entonces, los cooperativistas cedieron sus derechos a un particular que no ha correspondido conforme a un elemental sentido moral y ético de equidad?

Las respuestas:

1) El poder distorsiona el registro de la correlación de fuerzas morales y éticas y, como consecuencia, mueve a los poderosos a incurrir en conductas como la del caso Excélsior.

2) La Desinformación, la falta de conciencia cooperativa de los socios y la precariedad económica de cada uno. Se les hizo creer que cada uno obtendría millones de pesos.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Deontología: ciencia o tratado de los deberes.
Epítome: Resumen o compendio. Síntesis.
Socaliña: ardid o artificio con que se saca a alguien lo que no está obligado a dar.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

Debate Antidebate


Fausto Fernández Ponte
7 de junio de 2006


I

Con vocación maniqueísta, al parecer irrepresible, cinco de los seis candidatos a Presidente de la República acudieron a un encuentro al que inapropiadamente se le denominó debate.

Antes de proseguir, permita el caro leyente señalar que en el debate fue excluido el sexto candidato, Víctor González Torres, doctor Simi, quien contiende por la Presidencia.

Señálese que la participación del doctor Simi en la puja electoral le ha sido escamoteada mediante falaces formalismos leguleyos por el Instituto Federal Electoral.

Pero es candidato, pues realiza, por lo pronto, una campaña de proselitismo para obtener votos el día de la elección, dentro de 24 jornadas, el 2 de julio próximo.

Y es que la candidatura de don Víctor es una realidad insoslayable, aunque los exégetas del IFE desestimen tanto el espíritu como la letra de la Constitución y la ley electoral.

Esa exclusión define, por sí sola, la verdadera naturaleza antidemocrática de la forma de organización política vigente. Un entorno democrático real no es excluyente. Lo opuesto.

Pero volvamos, pues, caro leyente, al tema del equívoco de llamar debate a lo que no fue. Convergieron en un estudio de televisión cinco candidatos para una reunión sociable.

II

Y sociable fue, no obstante las rudas descalificaciones de Felipe Calderón en agravio de Andrés Manuel López Obrador y las respuestas de éste a las acusaciones de aquél.

Ello determinó el encuentro, degradándose cualitativamente éste desde que don Felipe abrió con alusiones negativas al papel de don Andrés Manuel como jefe de gobierno defeño.

Por ello, el debate fue, en realidad, un antidebate. De lo que hablaron esos dos personajes fue, de hecho, irrelevante. Exhibieron a un candidato Calderón dado a descalificar.

Mas no fueron los señores Calderón y López Obrador quienes contribuyeron a la caída de la definición semántica de lo que es un debate, sino también los otros candidatos.

No debatieron tampoco Patricia Mercado, Roberto Campa y Roberto Madrazo. Expusieron algunas ideas al estilo de la presentación y enunciado de propuestas y objetivos.

Cierto. Cada uno --incluyendo los señores López Obrador y Calderón-- se dedicó, pues, a hacer proselitismo barato y, por ende, burdo desde el atril. No se debatieron ideas.

Esto nos lleva al significado del vocablo debate, que registra al hecho de debatir. Y debatir es, el diccionario lo dice, altercar, discutir, contender, disputar sobre una cosa.

Pero más allá del equívoco deliberado en la denominación de ese encuentro entre candidatos, lo que sobresale es la vaciedad de ideas, de propuestas y de planes de gobierno.

III

Quizá, de los candidatos participantes, quien sabría qué hacer si elegido Presidente sería don Andrés Manuel, porque es el único con experiencia real como gobernante.

Con cualquiera de los otros candidatos participantes en el pseudo debate del martes los mexicanos veríamos al Presidente invertir su tiempo en aprender a gobernar. Como Vicente Fox.

Y no hay tiempo para eso. Para aprender a ser Presidente bajo la investidura. No podemos permitirnos ese lujo. En seis años, el señor Fox no ha aprendido todavía a gobernar.

Salvo ese atributo de la experiencia como gobernante de don Andrés Manuel, ninguno de los cinco participantes preconiza cambios a fondo de la estructura del poder.

Al abordar el tema de la reforma del Estado, todos coincidieron, causando la impresión de que están a favor de colocarle parches atenuantes al enfermo que curarlo.

Y curación es lo que exige a gritos este país. Trocar el modelo económico actual por uno nuevo, a partir de nuestras propias experiencias históricas y nuestra idiosincrasia.

Ninguno expuso el imperativo imposponible de ordenar bajo otra modalidad y guisa las relaciones de producción y crear una nueva correlación de las fuerzas productivas.

Los cinco candidatos participantes tienen un denominador común: están a favor de más de lo mismo, pero con variantes que resaltan que preferirían la forma por el fondo.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Exégeta: persona que interpreta o expone un texto.
Leguleyo: persona que hace gestiones ilícitas en los juzgados.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

Fobaproa 2/2

Fausto Fernández Ponte
6 de junio de 2006


I

El caro leyente Francisco Pérez Romero, quien nos lee en el Distrito Federal, nos escribe: "Acerca del rescate (o fraude) bancario es poco lo que entendemos los mexicanos".

Y añade: "Es un asunto de por sí tan complejo y tan enredado que al menos para mí y mis amigos y conocidos y colegas de profesión resulta casi imposible desentrañarlo".

Señala: "Algunos políticos, como Andrés Manuel López Obrador y otros, nos presentan al Fondo Bancario de Protección al Ahorro como un atentado a la nación...

"Y los analistas de asuntos de política y economía como usted y otros contribuyen aun más a aumentar la confusión acerca de lo que parece ser una enorme irregularidad...

"A muchos de sus caros leyentes, como usted nos llama, nos gustaría que nos explicara de la manera más sencilla por qué el Fobaproa es un crimen de lesa patria".

A la solicitud del señor Pérez Romero --que será atendida por este escribidor-- se suma la del caro leyente Pedro Díaz Chiquini, quien nos lee también en el Distrito Federal.

El señor Díaz Chiquini escribe: "Leí su texto del Fobaproa en Diario Libertad (
www.diariolibertad.org.mx) y aunque me queda claro que es un brutal robo a la nación, tengo dudas".

Nos dice: "Esas dudas (me supongo que las tenemos muchos) son acerca del mecanismo, o sea la forma, cómo se cometió ese agravio a los mexicanos. ¿Podría usted explicármelo?"

II

Antes de dar una respuesta lo más sencilla posible señálese que este megafraude fue un delito aviesamente alambicado, precisamente para que quede impune.

Simplifiquemos didácticamente: usted tiene un ahorro modesto en un banco, quien lo vende a otros como créditos líquidos o al consumo, obteniendo enormes ganancias.

Ese ahorro está garantizado por el Estado, de modo que si el banco lo utiliza erróneamente --por ineptitud o por deshonestidad--, usted no perderá lo ahorrado.

El banco utiliza esos ahorros suyos para financiar diversas actividades e incluso las del propio gobierno, cobrando por ello intereses muy altos.

Así, el banco tiene y utiliza para fines lucrativos recursos que no son propios, los cuales dispensa con arreglo a criterios cuya aplicación no siempre es transparente

Mas resulta que ese ahorro suyo es aprovechado para sí por los dueños de bancos, empresarios amigos o socios de éstos, burócratas bancarios, funcionarios del gobierno y políticos.

Pero, ¿cómo aprovecharon para sí esos personajes el dinero suyo? Mediante operaciones financieras diversas muy irregulares, sin requisitos ni garantías apropiadas.

Si usted, ahorrador, solicita al banco utilizar sus propios ahorros bajo cualquier modalidad financiera, le exigirá requisitos y garantías draconianas y leoninas.

III

Y para que los banqueros, empresarios, hombres públicos y políticos que usaron esos ahorros suyos deshonestamente no pagaran lo robado, el gobierno creó el Fobaproa.

El fobaproa fue un mecanismo ideado e instrumentado por el Presidente Ernesto Zedillo y su secretarios del despacho de Hacienda, Guillermo Ortiz y José Angel Gurría, y otros.

Mediante ese mecanismo, quienes se robaron el dinero del ahorrador fueron perdonados y no devolvieron lo robado, más de un millón de millones de pesos.

Los beneficiados del Fobaproa se quedaron con mucho dinero (vastas fortunas en liquidez y valores), negocios, edificios, etcétera. Además, sus propios ahorros no sufrieron pérdida.

Entonces, ¿quién paga por lo robado? Lo estamos pagando ya todos los mexicanos --incluyendo los ahorradores-- pues el gobierno convirtió lo robado en deuda pública.

¿Y cómo convirtieron ese saqueo en deuda pública? Mediante el concurso de legisladores como Felipe Calderón, creando el Instituto de Protección al Ahorro Bancario.

De esa guisa, el saqueo quedó impune. Ese billón de millones de pesos se esfumó, aunque sábense bien los nombres y apellidos de quienes se quedaron con tales dineros.

ffernandezp@proddiy.net.mx

Glosario:

Alambicado: agudo, perspicaz.
Aviesa: torcido, fuera de regla.
Leonina: ventajoso para una sola de las partes.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

Fobaproa ½


Fausto Fernández Ponte
5 de junio de 2006


I

Que el asunto del Fondo Bancario de Protección al Ahorro, que hace unos días el gobierno que preside Vicente Fox dio por cerrado, continúa agitando las aguas.

Trátase, desde luego, de las aguas del sentir ciudadano y, por extensión, de segmentos conscientes de la opinión pública mexicana, impactada por el alcance del Fobaproa.

El tema es atañedero a los tiempos electorales que corren, pues uno de los candidatos a la Presidencia de la República, Felipe Calderón, es señalado como artífice de ese rescate.

Pero otro de los candidatos, Andrés Manuel López Obrador, es incluso autor de un par de libros acerca de lo que, en términos generales, se considera el mayor fraude a la nación.

Roberto Madrazo, el cid campeador del PRI en la liza electoral, ha guardado silencio acerca del tema, presúmese que por convenir así a los intereses de su candidatura.

Cierto. Uno de los progenitores del mecanismo del Fobaproa es Ernesto Zedillo, quien fue elegido Presidente de la República no obstante carecer de una militancia priísta.

Ideológicamente, don Ernesto no era priísta químicamente puro, como tampoco lo fueron sus antecesores Carlos Salinas, Miguel de la Madrid y José López Portillo.

II

Y aunque don José se identificaba con los postulados de la Revolución Mexicana --declaradamente la matriz ideológica del PRI--, no había tenido militancia priísta.

Pero don Miguel y don Carlos, si bien fueron elegidos como candidatos del PRI, jamás se han identificado con la Revolución Mexicana ni con sus principios y enunciados.

Ninguno de ellos, pues, tenía vivencias partidistas, no obstante que don Carlos realizó algunas tareas en el ámbito de los estudios políticos y sociales del PRI.

El señor Madrazo, sin embargo, no abordaría públicamente un tema tan sensible como el del Fobaproa, pues haría quedar mal a los mandatarios priístas. Ello explica su mutismo.

El tema polariza a los mexicanos. El caro leyente Gabriel Villanueva, quien nos lee en Madrid, España, nos escribe: "El rescate bancario de Zedillo y Calderón salvó a México".

Y añade: "Vivo en la península ibérica desde 2003 y estoy harto de leer en los periódicos las sandeces acerca del Fobaproa como "el gran fraude" a la nación...

"Soy de los muchos mexicanos convencidos de que sin ese rescate bancario, México estaría en un verdadero aprieto en lo económico y, por tanto, en lo social. No lo estamos".

III

Prosigue: "Pero ustedes, los analistas de asuntos de política y comentaristas de economía se aprovechan de que el mexicano medio no conoce bien el alcance del rescate".

Agrega don Gabriel: "Ese rescate fue una bendición, pues salvó al país y salvó el patrimonio de millones de ahorradores, evitando el colapso del sistema bancario...

Y elucida: "Estoy convencido de que ustedes, los analistas de la política y comentaristas de las cosas de la economía, se prestan de grado o por ignorancia a desinformar...

"La ignorancia y la incapacidad de los mexicanos para comprender la complejidad del mecanismo creado para el rescate bancario les sirve a ustedes para desinformar...

"Como resultante de esa campaña de desinformación contra Zedillo y Calderón, el mexicano medio cree erróneamente que el Fobaproa fue un artilugio perverso para saquearnos...

"Persiste por ello la convicción generalizada de que Zedillo, Calderón y otros cometieron un fraude colosal, pero la verdad es que esos personajes son verdaderos héroes".

Hasta allí el leyente Villanueva, cuyo parecer es, sin duda, respetable. "Como pocos entienden los intríngulis del Fobaproa, ello da pie a desinformación calumniosa".

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:
Artilugio: mecanismo, artefacto, sobre todo si es de cierta complicación.
Intríngulis: intención solapada o razón oculta que se entrevé o supone en una persona o en una acción
Sandeces: relativo a sandez. Despropósito, simpleza, necedad.

Observador Ciudadano Tu pagina de inicio

El Plan de Calderón

Fausto Fernández Ponte
2 de junio de 2006

I

Conforme se acerca la fecha inexorable de "elegir al México que queremos" --para parafrasear un eslogan de algún partido--, cobran importancia suma estas interrogantes:

1) ¿Qué proponen los candidatos a la Presidencia de la República para arrancar a México de la severísima y muy peligrosa postración --la crisis, pues-- que nos estruja?

2) Sobre la base de las propuestas de cada candidato, ¿qué hará el próximo Presidente de la República para superar la crisis económica, política, social y cultural presente?

3) ¿Y cómo le hará el próximo Presidente para enfrentar y superar esa crisis que, por su antigüedad, es ya un fenómeno crónico que desafía la propia definición de crisis?

4) ¿Y qué hará --y cómo lo hará-- el próximo Presidente si es elegido con sólo un tercio del total de quienes hayan votado y carezca, como es probable, de mayoría legislativa?

5) Y si elegido así, por un tercio de quienes hayan votado, ¿cómo podrá diseñar y, sobre todo, aplicar un plan en materia económica sin rupturas con intereses creados?

6) Más aun, ¿qué hará y --cómo lo hará-- el nuevo Presidente para neutralizar a los intereses creados, los de poderes fácticos, y restablecer la paz social?

II

Ayer aludíamos al plan que ofreció el candidato Andrés Manuel López Obrador y arribábamos a una conclusión: más de lo mismo dado que omite modificar estructuras económicas.

Hoy tócale el turno echarle un vistazo crítico al plan --o lo que parece parte de un plan-- que en materia económica ha esbozado en términos muy generales Felipe Calderón.

Don Felipe ha aludido con levedad y diríase que tangencialmente a lo que haría como Presidente de México y, a decir verdad, no ha ofrecido nada nuevo

Lo que sí ha ofrecido --y reiteradamente-- es la continuidad de las políticas en materia de economía diseñadas y aplicadas por el gobierno que preside Vicente Fox.

Y como bien sabríase, esas políticas se han traducido en consecuencias monstruosamente nefastas para la inmensa mayoría del total de mexicanos y los intereses de México.

Cierto, caro leyente: en este sexenio se ha acentuado e intensificado la desigualdad sociooeconómica, la injusticia social y la iniquidad en el ejercicio del poder.

Resultado de la interacción dialéctica de esas secuelas de las políticas en materia económica es la pobreza --alimentada por el desempleo-- y su inseparable gemela, la miseria.

III

Por añadidura, el gobierno --con la implícita aquiescencia cómplice y miope de las otras instancias del Estado-- se ha empeñado en fomentar, en los hechos, el saqueo del país.

Saquean a México grupos de poder fáctico --con extensiones de presión política-- que representan intereses muy concretos de provecho privado, ajenos, por definición, a los de México.

Los mexicanos que perpetran este saqueo pertenecen a la élite de la alta burocracia financiera, sus socios y aliados, algunos de ellos prominentes en la vida pública de México.

Y también saquean a México consorcios trasnacionales, como los bancos y entes bursátiles, así como megaempresas comerciales extranjeras que dominan nuestro mercado interno.

El gran saqueo es posible porque el marco jurídico --el Tratado de Libre Comercio de la América del Norte--, la afinidad ideológica con y la corrupción lo permiten.

Hágase la salvedad que el señor Fox no es, desde luego, el autor de estas políticas, sino sólo su instrumentador más cínico. Le precedieron Carlos Salinas y Ernesto Zedillo.

Pero volvamos al plan del señor Calderón y concluyamos sin dubitación que el plan en materia de economía de este candidato nos barrunta ominosidad.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:

Aquiescencia: asenso, consentimiento.
Barrunta: penetración o trascendencia.
Esbozado: perteneciente o relativo a esbozo. Aquello que puede alcanzar mayor desarrollo y extensión.
Ominosidad: perteneciente o relativo a ominoso. Azaroso, de mal agüero, abominable, vitando.


Suscríbete a nuestro Sistema Informativo,

Envia un mail con la palabra SUSCRIPCION,

(Suscribete aquí) Recibirás la información mas relevante de los acontecimientos que harán historia y tu podrás enterarte antes que nadie.









Gobernantes